Capítulo 19: "Otro bizarro interludio"

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Clarke se tapo la boca tratando de controlarse mientras Lexa la abrazaba tratando de tranquilizarla, no podía creer la situación en la que estaba. A su lado Octavia temblaba acurrucada contra Lincoln que miraba a situación con gesto solemne, mientras unos pasos más adelante Aden miraba el féretro mientras dos gruesas lágrimas surcaban su rostro.

-No soporto esto, vayámonos- dijo Clarke con voz temblorosa.

-Clarke, es importante estar aquí, es por Raven- pidió Lexa con la voz un poco estrangulada.

-No, quiero irme, ya no aguanto- dijo Clarke un poco ahogada.

-Quedate Clarke, no puedo hacer esto yo sola- le pidió Octavia acercándose a ella tratando de mantener el semblante tranquilo.

Clarke miro a los padres de la latina a pocos pasos de ellas luciendo descolocados y perdidos con toda la situación y se apiado de ellos, no podía dejarlos lidear con todo aquello solos. También estaban sus compañeros de curso, si ellos no se iban ella tampoco podía hacerlo.

-Nos hemos reunido aquí para dar el último adiós a mi Chichi- dijo Raven con voz angustiada llamando la atención de todos.

-No voy a soportarlo- dijo la rubia apretando su cara contra el pecho de Lexa para no reírse.

-No puedo con esto- agregó Octavia tapándose la boca para fingir congoja cuando lo que quería era reír en voz alta.

Ambas estaban terriblemente tentadas pero tratando con todas sus fuerzas de no reír por respeto a Raven, que había adorado a su mascota, por muy desagradable que esta hubiera sido.

-No sé que decirles de mi chichi que no sepan, todos la conocieron, saben que me entretenía horas jugando con ella, sé que a algunos le incomodaba nuestra unión y que no a todos les gustaba porque no era muy bien parecida que digamos, muy pocos quisieron tocarla a pesar de que yo se los ofrecía, ahora nunca podrán hacerlo...- continuó diciendo la latina mientras miraba la caja de zapatos que sostenía Aden donde descansaban los restos de su mascota.

-Fue mi culpa- interrumpió el chico con voz ahogada.

-No renacuajo, no fue tu culpa, a mi Chichi le gustaba la aventura y murió en su ley- dijo la latina con un sollozo.

Incluso a el bueno de Lincoln y a la estoica de Anya le estaba comenzando a costar permanecer serios con todo el asunto, los padres de Raven habían preferido por alejarse un poco para no escuchar y poder permanecer serios. Resulta que Aden había llamado aterrado a Lexa porque había dejado escapar por accidente a la araña de Raven mientras se preparaban para ir de cazar pokémons (ambos tenian una obsesión importante con el maldito juego) con tanta mala suerte que la araña había caído sobre el plato de leche del gato de la madre de la latina y había muerto ahogada.

Si, la Chichi de Raven había muerto ahogada en leche.

No es necesario aclarar que con los nervios del muchacho al hablar por teléfono se había armado un enorme malentendido en el que Clarke y Lexa habían creído que algo malo había pasado a Raven. La carrera mortal que habían montado hasta la casa de la latina, en la que Lexa rompió todas y cada una de las normas de transito mientras Clarke lloraba desconsolada había sido épica, a tal punto que la propia Indra se había aparecido en la casa de Raven alertada por las denuncias telefónicas de un audi tt quattro blanco andando a una velocidad endiablada y cruzando todos los semáforos en rojo. Había solo tres semáforos en todo el pueblo, así que no era mucho si lo pensabas, pero habían sido suficientes para que Indra le diera el sermón de su vida a Lexa por su irresponsabilidad.

-No puedo creer que estemos haciéndole un funeral a una araña- comentó Anya por lo bajo.

-Incluso nos hizo vestir de negro para la ocasión, ni siquiera se cómo nos prestamos para esto- dijo Lincoln mirando a los presentes.

Los caprichos del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora