La huésped

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Flashback

-¿Phie?- dijo su madre entrando a la cocina. Deseo no haberlo hecho.

Toby, el viejo perro pastor alemán, yacía en el suelo. Junto a él Sophie estaba sentada sosteniendo... uno de los intestinos del pobre animal. Un charco de sangre llenaba la cocina. Su madre tuvo que aguantar el vómito.

-¡¿Que haz hecho Sophie?!- dijo aterrada su madre.
-Yo... quería jugar... al rompecabezas... por eso le estoy acomodando a Toby su corazoncito y.... todo lo demás ¡es como jugar al doctor- dijo Sophie con la más pura inocencia infantil.

Fin del Flashback

25 de septiembre

A Megan Cooper le invadió un mal presentimiento al entrar a su casa. Se dirigió al estudio de su padre y busco la llave del ático.

********

Aiden miraba el techo de su habitación. En su mente sólo se repetía el nombre"Sophie"
Una extraña obsecion sentía en su pecho. Era como si con su mirada, aquella chica hubiera pedido ayuda.

El timbre de su casa sonó, volviéndolo a la realidad. Con pesadez bajo a abrir.

******

-Aiden-susurro Sophie. Ahora le obsesionaba ese nombre, esa persona.
Recordaba la insistencia de su mirada.
Con cuidado se levanto de donde estaba sentada y empezó a dar unas pequeñas volteretas en el pequeño espacio que en el que le permitía moverse, la cadena que la sujetaba de la pared. A ella siempre le había gustado bailar. Queria volver a Aiden, sin importar el costo.

*******

-¡Aiden!- dijo ella cuando le abrió la puerta.
-¿Megan?- dijo nerviosamente.
-Me dijeron que no fuiste a la escuela por que te sentías mal- comento preocupada.
-Solo tenía un poco de migraña...
-¿Puedo entrar?- dijo sorprendentemente ella. Pero en ese momento sólo pensaba en la 'huésped' de los Cooper.
-Claro- termino accediendo de mala gana.

La sala de los Young era muy modesta en comparación con la de los Cooper. Megan se sentó en el sofá, seguida de Aiden. Quedaron en un incomodo silencio.

-Tenemos que hablar- soltó de repente.
-¡¿De que?!- dijo aterrado Aiden. Pensó en que lo había descubierto husmeando donde no debía, estaba frito. Pero sorprendentemente ella sólo... lo beso.

Sus labios eran los más cálidos y suaves que había sentido. El empezó a tomarla de la cintura y ella se aferró a el del cabello, alborotandolo tiernamente. Hubieran seguido, pero el sonido del celular de Megan, los interrumpió.

-Contesta, no importa- dijo algo fuera de si. Ella asintió dulcemente y tomó la llamada.

*****

Cameron, al subir la comida al ático para su huésped, se encontro con una Sophie... sonriendo.
El la miró extrañado.
-¿1,618?- pregunto preocupado.
-Aqui sigo- contestó algo fuera de si. Tarareaba una melodía que Cameron estaba seguro que había escuchado alguna vez.
Sin saber que sucedía decidió llamar a su hermana.

******

-Debo irme, Cameron tiene problemas con ...- se detuvo antes de decir "Phi"- con el gato.
-Okey- dijo Aiden sin prestarle mucha atención.
-Solo te diré que... no podemos ser novios.
-¡¿Que?!- dijo al borde de la histeria, Aiden.
-Mis padres son muy sobre protectores, pero si te sientes sólo no dudes en llamarme- dijo saliendo de ahí.

Aiden la miró totalmente embobado, como si nunca hubiera visto a la 'huesped' del ático.

27 de septiembre

No había sucedido nada interesante los últimos dos días. Era como si ese pequeño momento con Megan Cooper, hubiera borrado totalmente los recuerdos de Sophie de la mente de Aiden. O al menos eso fue... hasta la parrillada de los Cooper.

Los Cooper cada domingo organizaban un parrillada en su casa e invitaban a todos sus vecinos.

Aiden, su madre y Drew, asistieron encantados. Aiden al entrar a la imponente casa, recordó a la chica del ático. Espero a que se distrajeran los invitados y los anfitriones, y se coló al ático sin gran dificultad.

******

Sophie no sabía cuánto había pasado desde la visita de "Aiden" así que se acurrucó en el suelo. Miro con detenimiento sus manos huesudas y dio un grito de desesperación.

Entonces se abrió la puerta del suelo.
-¿Tienes hambre?- susurro una inconfundible voz.
-Solo un poco- dijo quedándose quieta al ver acercase al pelinegro.
-Traje un poco de chuleta- le dijo tendiéndole el plato.
-¿Chuleta?
-Si, ya sabes, lo que sale del cerdo- dijo Aiden compasivamente. Ella tomó la chuleta y empezó a darle mordiscos desesperada. Amaba el sabor de la chuleta.

-Creo que debería irme- dijo Aiden pasado un rato.
-¡No!-mascullo Sophie- Tener... miedo a.... la ... soledad.

Los ojos de Aiden se abrieron completamente, sorprendido. La chica tenía miedo de estar sola en ese oscuro y viejo ático.

Querida Sophie...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora