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Después de una larga semana de mucho trabajo, por fin podía decir que me encontraba más tranquila.

Estaba en el aeropuerto esperando a que Lizz llegara. Me había dicho que llegaría a las 6 pero vine media hora antes por si se adelantaba su vuelo.

A las 6 pm en punto, la vi salir por la puerta número 7. Ella miró a todos lados y cuando me vió corrió a abrazarme.

-No puedo creer que estés aquí-le dije.

-Tampoco puedo creer estar aquí-dijo apartándose-Estas distinta ¿oscureciste tu cabello?

-Sólo un tono-dije-¿Tú lo tienes más corto?

-Igual que siempre-se encogió de hombros-¿Dónde está mi ahijada?

-Está en teatro. No sabía que vendrías así qué será una sorpresa para ella el verte-me sonrió.

Caminamos hacia donde estaba mi auto intercambiando algunas palabras.

Ella me dijo que el camión con el resto de sus cosas llegaría en una semana pero que traía toda su ropa y cosas necesarias en su maleta. Lizbeth se quedaría en mi casa por un tiempo hasta que consiguiera un trabajo y pudiera pagarse algun lugar decente.

Además yo le había insistido en que se quedara en mi casa.

Conducimos hasta mi residencia para que ella pudiera desempacar algo de ropa y una hora después fuimos a buscar a Rebecca.

Cuando ella vió a Lizbeth, gritó y hasta se puso a llorar.Habían pasado casi 4 años desde que no la veíamos.

Ni ella ni nosotras podíamos viajar a visitarnos y así pasaban los años.

Lo bueno es que ahora podríamos recuperar esos años que habíamos perdido.

En la noche estuvimos hablando bastante tiempo después de la cena.

Nos manteníamos en contacto antes pero habían cosas de las que no hablamos y era bueno desahogarse.

Sobre todo para mí. Habían cosas que no se las podía contar a nadie y las pocas personas que tenía en mi vida no eran tan cercanas para contarselas y a Rebecca no podía decirle.

Durante el fin de semana, nos dedicamos a mostrarle la ciudad a Lizz y ella no paraba de entrar a cada una de las tiendas y salir con alguna bolsa en sus manos

El lunes llegué tarde a mi trabajo ya que la noche anterior fui a dormir alrededor de las 2 de la mañana.

Tuve una reunión temprano con una nueva pareja y alrededor de las 10:30 am apareció Rachele. Como siempre. La única diferencia es que esta vez venía sola.

Estuvimos hablando acerca de unos cambios de colores que quería hacer de los manteles y también del centro de mesa ya que no estaba satisfecha con el que ya habíamos seleccionado.

-¿Qué te parece éste?-le mostré la pantalla de mi computadora.

-Ese está bien-dijo casi sin ganas. Se la veía cansada y habían bolsas debajo de sus ojos lo cual es extraño en ella.

-No dormí en toda la noche-se encogió de hombros.

-¿Por Harry?-dije moviendo mis cejas pero ella negó con su cabeza.

-Es por su culpa pero no por lo que creo que piensas-dijo y se quedó unos segundos en silencio-Creo que me engaña.

La miré sorprendida.

-No lo sé, lo noto distante. De todas formas no sería la primera vez-alcé mis cejas pero no dije nada.

-¿Hace cuánto tiempo se conocen?-quise saber.

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