CAPÍTULO 1

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Era una fresca mañana del primero de Febrero en la casa de los Cox, un hermoso día para celebrar.

-¡Ya levantate Harry! ¡Llegarás tarde!

La mujer en la cocina le gritó al jóven que permanecía en su habitación.

-¡Ya voy mamá! -él chico gritó adormilado.

-¡Harry Cox! ¡No contestes así!

-¡Pero si no dije nada malo mamá!

-¡Levanta! ¡Rápido! -dijo ella por última vez y despues hubo silencio.

El jovencito de rulos extravagantes se puso ropa cómoda y bajó corriendo las escaleras.

-Listo mamá -sonrió dulcemente como siempre- ¿Ya me puedo ir?

-¿Irte? ¡¿Irte?! -dijo ella sorprendida.

-Si, irme, ¿porque te sorprende?

-Jóven Harry Cox, no puede irse sin desayunar.

-Porfavor mamá -replicó.

-No, te tengo una sorpresa, aguarda aqui.

Su madre sacó algo de la nevera, estaba dentro de una caja.

-Feliz Cumpleaños hijo.

Abrió la caja y dentro de ella había un pastel de un color azul marino, con una vela del número 18.

-Ya eres un hombrecito.

-¡Gracias mamá! Eres la mejor.

-De nada, sabía que te gustaría ese color.

La agradable mujer sonrió y acaricio el cabello de su hijo.

-Te quiero Harry.

-Yo también te quiero mamá.

-Apaga la vela, vamos -sonrió.

Con emoción, acercó aquella tarta un poco más al chico.

-Pediré un deseo...

Harry pensó muy bien lo que quería, cerró los ojos y apago la vela de un soplido.

-¡Bravo! Se te cumplirá ese deseo, ya lo verás.

-Eso creo, debo irme ahora mamá.

-¿Sin desayunar?

-Sin desayunar.

-Como quieras, tu estómago, tu vida.

-Si mamá -sonrió y unos hoyuelos aparecieron en su rostro- Adiós.

Le dio un beso en la mejilla a su madre y corrió a la puerta para salir tan rápido como pudo.

No podía con la emoción.

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Para cuando llegó a la escuela, aún era temprano, su casa quedaba cerca pero quería llegar lo antes posible para ver a sus amigos y ponerse a celebrar su cumpleaños con ellos.
De verdad que le encantaban sus cumpleaños, eran sus mejores días.

-¡Harry!

El gritó de alguien lo sacó de sus pensamientos y buscó al dueño de aquella voz conocida.

-¡Niall!

Su mejor amigo corrió hacia él y lo estrechó en un fuerte y cálido abrazo.

-Feliz cumpleaños Hazz.

-Gracias, ya tengo 18 -el rizado habló con un tono superior provocando una risa de parte de su rubio amigo.

-Lo se, lo se.

The Boy Of Exchange | [L.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora