Quizás es hora de olvidar [JiHanCheol]

Tarde o temprano [extra Cheolsoo]

No dijo nada, no respondió, tampoco se negó, pero su mirada lo dijo todo.

Comenzó como un suave y temeroso roce de labios, temblaban de pies a cabeza y sus corazones bombeaban con fuerza dentro de sus pechos. Jisoo apretó sus ojos cuando una mano se posó sobre su mejilla de forma delicada y se tensó de forma inmediata, dejando salir un leve quejido. Se alejaron y se miraron a los ojos, asustados, nerviosos. Jisoo tragó saliva.

- ¿No estamos engañando a Jeonghan, cierto? – preguntó con voz temblorosa y Seungcheol, con mejillas y labios rojos, negó con su cabeza rápidamente.

- En teoría... Nosotros también somos pareja ahora – dijo apretando sus labios y Jisoo asintió, sin mirarlo a los ojos.

- Entonces... - murmuró, mirándolo finalmente, y sin continuar sus palabras acercó su rostro al del otro, posando sus labios con suavidad en los contrarios para continuar el beso que habían interrumpido.

Seungcheol envolvió su rostro con ambas manos, comenzando a profundizar el beso más y más. Jisoo se dejó empujar con suavidad hacia atrás en el sofá, sintiendo el peso tibio sobre su cuerpo presionándolo contra el respaldo. Temeroso abrió su boca y Seungcheol tomó la oportunidad de inmediato, profundizando el beso aún más, dejando el simple roce de labios atrás. La boca de Jisoo era suave, tibia, sintió su lengua y sus dientes y su aliento, sus suspiros chocando contra su propia boca. Los dedos largos del chico de cabello rosado se enredaban en el cabello del otro quien, lentamente, se movía cada vez más hasta quedar sobre su cuerpo, entre sus piernas, con una mano sujetando su rostro ardiendo y la otra lentamente acariciando su cuello, deslizándose sobre su camiseta, temblorosa. La tela era muy delgada, la yema de sus dedos podía sentir absolutamente todo debajo de ella, y cuando sus dedos se deslizaron sobre uno de sus pezones Jisoo pegó un salto, aferrándose con fuerza a su cuello con ambos brazos, profundizando el beso aún más y chocando sus caderas con las de Seungcheol. Este sonrió.

- ¿Te gusta eso? – susurró entre sus labios quitando la mano que acariciaba su mejilla para llevarla a la misma altura de la otra, lentamente comenzó a acariciar su pecho sobre la camiseta y Jisoo echó su cabeza hacia atrás con fuerza, apretando sus ojos y dejando el rojo cubrir su rostro aún más.

- Esto es tan raro – rio Jisoo con suavidad, sintiendo su cuerpo palpitar de pies a cabeza – Es... la primera vez que hago esto con alguien más – dijo con una sonrisa nerviosa – Digo, una vez fue con alguien, pero yo... - siguió hablando, notoriamente nervioso, Seungcheol lo calló con un beso. Se miraron otra vez luego de romper el beso y Jisoo apretó su boca – Lo siento, estoy nervioso.

- Yo también lo estoy – confesó Cheol y, con una sonrisa, regresó a besarlo con fuerza, deslizando ahora sus manos por sus caderas, metiéndose rápidamente por debajo de su camiseta y comenzando a acariciar la piel suave que ardía con fuerza.

Jisoo abrió más sus piernas rodeando las caderas del chico sobre él, apretándolas con fuerza, moviéndose para buscar contacto. Seungcheol le hizo el favor y se acercó a él, frotándose sin vergüenza, sintiendo su propia sangre arder más y más. Cuando un gemido más fuerte que el resto dejó la boca del chico de cabello rosado, Cheol se separó un poco de su cuerpo.

- ¿Estás... seguro de que quieres...? – preguntó entonces Seungcheol con ojos grandes, brillantes. Jisoo mordió su labio inferior con timidez y asintió repetidas veces.

- Quiero hacerlo, sí quiero...

Sólo eso bastó para que Seungcheol se enderezara levantando a Jisoo con él. Este no alcanzó a decir nada cuando el rubio lo tomó con fuerza en brazos, obligándolo a rodear su cintura con sus piernas y su cuello con sus brazos. Su pecho latía con tanta fuerza que se estaba preguntando cómo no estaba en el suelo desmayado luego de tantas emociones juntas. Seungcheol lo sujetó con fuerza por su trasero con ambas manos, haciéndole reír un poco y esconder su rostro a un lado de su cabeza. Caminó con lentitud para no perder el equilibrio y caer ambos hasta llegar a la habitación que compartían Seungcheol, Jisoo y Jeonghan y lo dejó caer con suavidad sobre la cama, cayendo con él entre sus piernas. Siguieron besándose con una desesperación que ninguno de los dos sabía de dónde venía, quizás por ese tiempo aguantándose, quizás por la excitación de una primera vez, quizás por el deseo que sentían por el otro y que solo ahora estaba aflorando por completo. Jisoo estaba eufórico con los besos en su cuello, con las manos fuertes tomándolo por la cintura, por su aliento tibio chocando contra su boca desesperada. No entendía nada, su mente era una maraña de pensamientos y deseos uno sobre otro, su estómago era un nudo de mariposas revoloteando con fuerza chocando contra sus tripas, su cuerpo era gelatina temblorosa como una hoja débil colgando de una rama sacudiéndose al viento fuerte. Seungcheol era la ventisca y estaba a punto de cortarlo de raíz.