Capítulo 1

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Veía la mesa en donde estaba Ten, Jaehyun y Taeyong comiendo. Ten hacía alguna especie de aegyo, mientras Jaehyun intentaba ocultar su sonrisa con la pequeña cuchara y Taeyong seguía comiendo con una ligera mueca demostrando su desagrado.

— ¿Cómo es posible que sean amigos? — agache mi mirada a mi plato y revolví mi comida.

— Deje de hacerme esa pregunta hace tiempo mí querida Jinah...— Levanté la vista hacia Hyemi. Como siempre, su vista pegada en su celular. A veces me sentía traicionada cuando estaba con su mejor amigo Wi-Fi.

— Oh, cierto. Estuviste con ellos en primaria...

— Y secundaria. — Mi amiga por fin aparto la vista de su celular. — Es curioso, son tan diferentes, pero tan parecidos. El príncipe de hielo Taeyong, el sirenito Jaehyun y Ten Pan.

— No lo entiendo.

— No tienes por qué entenderlo ahora. — Hyemi volvió su vista hacia su celular.

— ¡Deja de leer novelas eróticas! — Susurré-grité. — Ni siquiera has comido algo. Come.

— No puedo, acaban de actualizar.

Mejor no insistí. Devolví mi vista hacia el frente contemplando la mesa de los tres mosqueteros. Un chico frío, un carismático y un comediante. Rara combinación, pero interesante.

Después volví mi vista a Hyemi. Me preguntaba dónde estaba lo interesante. Una lectora pervertida y, bueno, yo. La chica de las desgracias. ¿Cómo podemos ser amigas?

— ¡Ya! — Hyemi soltó un grito haciendo que la volteara a ver. — Puedo escucharte, ¿Pervertida?

Mierda. Lo pensé en voz alta. Le sonreí nerviosamente y levanté mis hombros. Hyemi rodó los ojos y volvió a enfocar su vista en su celular. Sola otra vez.

Una vez Hyemi comentó algo después de terminar de leer una de sus novelas. Los opuestos se atraen.

De nuevo volví mí vista hacia el frente, recargue mi codo en la mesa y lleve una cucharada de arroz a mi boca, lentamente hacía mi cabeza de lado hasta recargarla en mi mano.

Miré a Ten y recordé cuando lo conocí. Fue hace un año, cuando nos presentamos, Ten fue el primero en presentarse por haber llegado tarde. El maestro se paró detrás de él, nadie contaba con que Ten era extranjero. Cuando dijo su nombre fue demasiado rápido para procesarlo. Ten, al ver la cara de preocupación de todos, con una pequeña sonrisa terminó con un "Pero mis amigos me dicen Ten."

Jaehyun lo conocí en la biblioteca, en la sección infantil. Me descubrió tomando el libro de la Bella y la Bestia. El con una sonrisa me quitó el libro y me dijo que mejor leyera  La sirenita, me entrego el libro y se fue. Después de un año, sigo sin leer el libro. Lo tengo como si fuera el mejor premio. Después de eso, fui más seguido a la biblioteca y siempre lo veía. Cuando comenzó a salir con Minah, sus idas a la biblioteca disminuyeron, el lugar cerca de la ventana donde siempre se sentaba ya parecía tener telarañas.

Miré a Taeyong esperando el recuerdo, pero nunca llego. Fruncí el ceño. 

Ahora que lo pienso sólo conocí a Taeyong por Ten. Fue segundos antes de la hora del almuerzo, Ten me pidió prestado unos apuntes y antes de abrir la puerta para salir, esta se abrió de golpe mostrando a un Taeyong serio. Miro a Ten y después a mí, de nuevo a Ten, y Taeyong le hizo un gesto y se fue.

Eso me había dejado desconcertada, recuerdo haberme revisado en el espejo pensando que tenía algo en la cara.

Me cruce con los ojos de Taeyong, debió sentir mi mirada. Se veía serio como siempre, pero no enojado. Tranquilo. Deje de masticar el arroz y me enfoque en sólo mirarlo. Sus ojos eran grandes y sus iris de color café oscuro, muy oscuro. Sentí una tranquilidad en mi interior, sus ojos eran como hoyos negros y se llevará toda mi desgracia.

— ¡No! — el ruido del golpe en la mesa hizo que me despertará de mi tranquilidad. Miré a Hyemi con el ceño fruncido, tiro su celular en la mesa y se cruzó de brazos.

— ¿Paso algo? — agache mi mirada y de reojo vi a Taeyong, él estaba conversando con sus amigos.

— La escritora lo dejo en la mejor parte, se llevaban a la chica a la cama y ¡boom! Terminó. ¡¿Sabes cuánto tarda en actualizar esa mujer?!

— No, no lo sé. — dije en un hilo de voz. Me asustaba esta Hyemi.

— Cuatro meses. Cuatro miserables meses.

Toque su hombro en señal de compresión, aunque me daba igual, pero lo hacía para que se calmara.

~ ~ ~

— Estúpida Minah.

En todo el camino me la había pasado quejándome. Me había abandonado en último momento para tener una cita con Jaehyun. Es martes, los martes son días de helados y me traicionó.

Faltaba unos poco metros para llegar a mi casa. Pude notar un camión de mudanza tres casas antes de la mía. Realmente mamá no mencionó nada de nueva familia.

Al frente del camión había un auto, mientras caminaba pude ver a un niño sentado en la parte trasera. Note que el pequeño sostenía una pelota de fútbol. Me detuve y miré alrededor.

Este niño dudo que se aburra, en frente hay un gran parque bien cuidado por los dueños de las casas alrededor, y aparte en esta calle viven puros niños. Son como los kindergardianos, pero con un poco más de edad.

Seguí mi caminata mientras veía el parque, pero algo me hizo mirar hacia abajo. Moví mi pie y sentí algo espeso. No por favor, no por favor.

Levanté mi pie. No. No. No.

Había pisado excremento. ¡¿Por qué?!

Leap in the time | Taeyong [NCT]Where stories live. Discover now