Fragile

1. Golden Gate.

"Recuerdo que dolía...
Estar sin ella dolía".

-Hace un año-

-¡Pero siempre hay otra solución!-le grite al pelirrojo frente a mi.

-¡No lo entiendes, nadie lo entiende! Además, ni siquiera me conoces, ¿¡porque no me dejas tirarme y ya?!-me gritó el chico.

Son las once de la noche. Estamos en el Golden Gate. El chico pelirrojo que aun no me dice su nombre esta justo en el borde y lo que quiere es, obviamente, tirarse.

-¡Porque ustedes no piensan en como se sentirán los demás!-le digo.

-¿Ustedes?-me dice confundido a la vez que yo suspiro.

-Hace dos años, mi mejor amiga estaba de vacaciones con su familia aquí, me mando un mensaje despidiéndose y sí, alerte a sus padres automáticamente...pero ya era muy tarde. Aquí fue donde la encontraron-le digo mientras recuerdo lo sucedido- vengo todos los años desde entonces.

-Aun no entiendo algo, ¿Porque dices que es tu culpa?-dice el chico alejándose un poquito de la orilla.

-No vi el mensaje hasta varias horas después. Siempre trato de ver los mensajes rápido pero, ese día, justo ese día, salí con mi novio. Si yo hubiese respondido rápido ella quizá seguiría aquí...junto a mi-termine llorando, como cada vez que pensaba en mi estúpido error.

-Oye, no es tu culpa -dice el chico poniéndose a mi lado- no tienes porque llorar, es que estamos hartos de todos los problemas y cansa mucho ser optimista todo el tiempo.

-¡Pero si es un problema tiene solución! Sino no seria un problema. Solo...me hubiese gustado decirle cuanto la amo y lo importante que es en mi vida. Ella era todo para mi, era de estas personas que nunca olvidas. No importa cuanto tiempo pasara, su imagen seguiría en tu mente hasta el mismísimo momento de tu muerte-le digo mientras me secó las lágrimas-.

-Se como te sientes, perder a alguien nunca es fácil-dice mirando hacia el mar.

-¿Porque te quieres tirar?-dije obviando su extraño comportamiento.

Suspiró, se sentó en el suelo y con un gesto me invito a hacer lo mismo. Es apuesto y no debe tener mas de veintidós años.

-Mi novia, bueno, ex-novia, es de estas chicas tímidas, con sonrisa hermosa y unos preciosos ojos o al menos así son para mi. Pero, ella no solo era mi novia, también era mi amiga desde que tengo memoria, le contaba todo lo que me pasaba y ella siempre me escuchaba, me abrazaba y me daba uno de esos consejos que dices, "rayos, ¿es psicóloga?". Después de un hermoso año de relación, con sus buenos y, por supuesto, malos momentos, me entere de que se veía a escondidas con uno de mis amigos. Cuando la enfrenté me dijo que era cierto, que solo fui una apuesta con una de sus amigas. Siempre dicen que los hombres son los que engañan, que no hay hombres fieles, que solo servimos para usar a las chicas y romperles el corazón. Pero, yo soy el que esta roto ahora y tengo el corazón tan frágil como el cristal.

No sabia que decir. Simplemente, no lo sabia. Tenia este pelirrojo frente a mi que quitaba las lágrimas de su cara disimuladamente, ¿que hago ahora?.

-Se que es triste, acordarse de ciertas cosas y saber que no volverán a pasar es triste. Pero si ella hizo eso, no te merece. ¿Que tal esto? Te invito una malteada.-dije tratando de calmar el ambiente.

El sonrió de lado. Y podría jurar que nunca había visto sonrisa tan bonita.

-Claro. ¿A las once y cuarenta y cinco comeremos helado?-dijo irónico mientras observaba su reloj y limpiaba su cara.

-Cierto. Pues...-saque un marcador de mi bolso y anote mi número en su mano- ¿mañana a las tres?.

-Si sigo vivo si-me dice.

-Mas te vale estar vivo, no conozco mucho la ciudad y necesitare un guía-le sonrió.

-Por cierto, mi nombre es Alan, Alan Ashby.-dijo y me tendió la mano.

-Y yo soy Louise.-estreche nuestras manos en un cálido apretón- Louise Quinn.

_____________________________________

Espero que te guste la historia. Estaré haciendo un esfuerzo para tratar de hacer esto bien.
18/09/2016
-Ash