Capitulo 9.

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Jim.

Levantarse temprano es costumbre, no tengo que esperar a que suene el despertador.

Entre al baño y me di una relajante ducha con agua tibia, al salir mire en mi armario y Jackson me había dejado unas cuantas playeras con estampados geniales.

Tome una playera blanca que decía Fuck you.

Tome unos jeans rasgados y unos tenis.

Mire mi reflejo en el espejo y me veía diferente, mi cabello había cambiado de color con todos los productos que Katia agrego ayer.

Decidi no peinarme ya que lucia bien, tome mi mochila y baje.

-Mamá ya me voy regreso mas tarde.- dije.

-Hey espera, tu desayuno.- dijo dándome una bolsa con un sándwich mirándome incrédula.- y ese estilo?.- pregunto de pronto.

-Mi nuevo yo.- sonreí.

-No megusta. Camisa por fuera, jeans rasgados, ese espantoso mensaje, y nunca dejo que salgas despeinado de casa.- dijo intentando arreglar mi cabello.

Aparte su mano suavemente.

-Hey, gracias por preocuparte, 'pero estoy creciendo y es hora de cambiar.- dije.

-Pero estas bien como eras.- dijo.

-Lo siento mama. Este es mi nuevo yo.- dije dándole un beso en la mejilla.- regreso luego.

Tome mi bicicleta y pase por Katia. Espere afuera intentando hacer una pose de chico malo a esperar que saliera.

Mire como la puerta se abria y vi a Katia con un pantalón negro, unas deportivas y una camiseta roja pegada al cuerpo y su melena castaña despeinada.

Me miro de arriba abajo y rio.

-Que? Que pasa?.- dije confundido.

-Si estas intentando hacer pose de chico malo, pareces mas bien una jirafa intentando agarrar su comida.- burlo.- o mas bien la peor parodia que haya visto de Elvis.

-Muy graciosa.- dije rodando los ojos y de pronto cai de culo al suelo.

Ella rio aun mas fuerte y ayudo a levantarme, oli su perfume a orquídeas y me levanto y quedamos totalmente pegados, mirándonos a los ojos, note que tenia unas pequeñas pecas en sus mejillas, y un leve rubor subió a su rostro, bajo la mirada y se separo rápidamente.

-Nos vamos?.- dijo rápidamente.

-Puedo preguntar algo?.- sonreí.

-Lo que quieras.- se encojio de hombros.

-Acabas de... sonrojarte?.- rei.

-No, creo que los químicos te afectaron el cerebro ayer Jim. Dijo.

-Si tu lo dices.- rei, pero estoy seguro de lo que vi.

Katia.

Joder.

Si viera mi rostro parecería tomate pinton.

Y lo peor. Se dio cuenta. Intenta parecer lo contrario pero se que se dio cuenta.

Es mas, por que me sonrojo.

Llevaba tiempo sin hacer eso.

>es porque te gusta<

Conciencia. No empieces.

Jamas me gustaría Jim, jamás pensaría mas alla de ser mejores amigos...

Las clases pasaron como siempre. Aburridas.

Hasta que siempre hay un chico que se encarga de poner caliente al salón, y no literalmente.

Me refiero al muy idiota que se levanto en plena clase de biología a colocar un encendedor en el interruptor de agua, cosa que provoco que todos nos diéramos una ducha, literalmente.

Luego de salir completamente empapada y con la ropa chorreando agua por doquier, el maestro suspendió el examen de hoy (el cual se me había olvidado estudiar) para la semana que viene. Al menos algo bueno salió de todo esto.

Me dirigi a la cafetería y saque mi sándwich mientras mis amigos me veian interrogantes.

-Que?.- dije con la boca llena.

-Entraste a clases de natación con todo y ropa puesta?.- rio Isaac.

-Algo asi, solo que en clase de biología.- rei.

-De nuevo les suspendieron el examen?.- pregunto Jim bajando sus gafas.

-Sip.

-Que ganan con todo eso?.- dijo.

-Que tengamos mas tiempo para estudiar.

-Tu? Estudiar?.- rio Jim.

-Si, que me guste la música y sea rebeldemente loca no quiere decir que no me guste estudiar.- dije.

-Dudo mucho que ese termino exista.- dijo.

-Holaaa y a ti que te paso?.- pregunto sonia acercándose con su bandeja llena de papas fritas y ensalada.

-Ducha en clase de biología.- sonreí.

Jim rodo los ojos.- Katia, impredecible.

-Que conste, yo no inicie el problema esta vez.- dije.- a demas, tengo que agradecerle a ese chico por provocar que suspendieran el examen para la semana que viene.

-Deberiamos hacer eso también en nuestra clase no Sonia?.- Isaac le guiño un ojo.

Los mire interrogantes. Entre estos dos hay algo mas que una amistad.

-Que acaso no pueden ser responsables y estudiar una vez en su vida?.- rio Jim.

-No.- constestamos los tres al uniono.

Luego nos dirigimos a deportes, al menos era la única clase que todos teníamos juntos hoy.

Nos cambiamode ropa por el uniforme que consistía en una camiseta blanca y unos shorts hasta las rodillas azul marino y unas zapatillas deportivas blancas.

Salimos al campo de futbol y no habían pasado ni cinco minutos cuando todos parecíamos salchichas asadas bajo ese sol.

El grupo de "insoportables" es decir, populares sin cerebro, estaba sentados en las gradas, los chicos sin camisa luciendo sus musculos ante las chicas y las chicas con shorts que parecían pantaletas a decir verdad.

Comenzamos con varios estiramientos según el profesor y luego 20 abdominales.

De pronto se me ocurrió mirar hacia la izquierda y vi a Leyla encima de la spalda de Alan mientras el la subia y bajaba con flexiones.

-Vaya, si asi de fácil fuera hacer ejercicio, yo también me montaria encima de cualquier chico y dejar que el pobre haga el trabajo duro por ella.- le dije a Sonia mientras ellos parecían tan divertidos. Ere inevitable no recordar el pasado y sentir una pequeña punzada de dolor en el pecho. – Jim!.- grite. – no te comas a Brittany con la vista por favor!!!.

El se sonrojo notablemente bajo el sol y parecía un pimenton.

-No me la estoy comiendo con la vista.- dijo dirigiéndose hacia mi.

-Bueno, quizás te la estes comiendo con otra cosa porque tu pantalón dice lo contrario.- susurre cerca de su oído.

Si, definitivamente, no era agradable lo que acababa de ver.

El se sonrojo aun mas y se sento en las gradas colocando su bolso encima de dicha... cosa.

-Al menos no esta completamente...

-Callate Katia.- interrumpió.

-Esas cosas ocurren.- rei.- y dime? Sueñas con ella?- dije a su oído.

-Katia basta.- rio.

-Y dime como la imaginas, en traje de baño o...

-Katia cierra la boca.- dijo aun mas sonrojado.

-Tranquilo, Casanova.

Cartas SilenciosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora