Capítulo 4

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A Marilyn no le paraba la boca de hablar sobre lo que le había sucedido ayer después de irse y Lizzy permanecía callada, mirando a lo lejos la espalda del profesor Jeison. "Has estado muy callada...¡¿que sucede?"

"me voy a Italia" 

"¿Qué? ¿Cuándo?" preguntó Marilyn a gritos. 

"Shh, ¡calla!" le dijo Lizzy en voz baja.

 "¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Para qué?...este... ¿por qué?"

 "no es como si yo me quisiera ir...mis padres me obligaron a irme a Italia...porque se están divorciando: se supone que me voy porque 'tengo más probabilidades de ser mejor en el futuro si estudio en el extranjero' pero yo se que la verdadera razón es que se están divorciando y no quieren que yo lo sepa, me quieren lejos...hasta que se resuelva el asunto" dijo Lizzy sin apartar su vista del profesor. 

"pero tú tienes una vida aquí, ¿ya les dijiste eso a tus padres?"

 "ellos dicen que no es la gran cosa, que Italia será mejor"

 "¿y qué harás con el asunto del profesor?"

 "ya perdí las esperanzas...no creo que tenga ganas de volver a intentarlo" 

" ¡wow!, de que me perdí... ¿volver a intentarlo?, osea ¿ya paso algo?"

 "si... algo así" 

"¿y cuándo planeabas decírmelo?...cuéntamelo todo" 

"nos besamos, me toco el culo y luego me llevo a casa" dijo Lizzy.

"¿eso es todo?" preguntó Marilyn 

"en resumen" 

"bueno...algo es algo, si te toco el culo de seguro le gustas" 

"¿podríamos dejar de hablar de esto?" 

"está bien...pero eso no quita que te toco el culo" bromeó Marilyn y Lizzy suspiro. "y... ¿Cuándo te vas?" pregunto Marilyn. 

"mañana" dijo Lizzy. 

"¿es enserio?" 

"si" 

"insisto en que se le digas...piénsalo de este modo, si tu le gustas él te detendrá o ara una de esas locuras que hace la gente que se enamora" 

"¿acaso tú harías una locura por amor?" 

"¿yo?, ¡no!, yo no soy idiota y mucho menos una rogona, pero los hombres sí lo son, por eso te digo que lo hagas" 

... Lizzy abrió la puerta de la oficina del profesor Jeison con muchas discreción y luego entro. El profesor estaba de espaldas a la puerta fumándose un cigarro, mirando el portón del colegio, el portón por el cual miraba llegar a Lizzy todos los días. 

"¿Qué sucede?" le preguntó el profesor sin moverse o apartar la mirada del portón.

Lizzy se acercó a él y dijo mientras ponía una nota en su escritorio, una nota que tenía la información sobre su vuelo, su destino y la hora de su partida "mañana me voy a Italia y posiblemente no vuelva"

 "¿eso es todo?"Dijo mientras exhalaba el humo del cigarrillo. Luego lo apaga. 

Lizzy sintió impotencia y se giró para salir corriendo pero el profesor la detuvo con la mano sostenido la muñeca, "espera" dijo el profesor. 

Ese momento no fue planeado, el profesor que ya se había enterado de la partida mucho antes pensaba dejarla ir pero al momento de que ella se había girado sintió que la perdería, que perdería una 'Joya' que había encontrado en el 'lodo' , según él.

¿Qué puedo hacer?, ya no queda nada que hacer, se dijo, no puedo retenerla. Pensó rápido y dijo "¿trajiste los zapatos que te preste?, Apareció su dueño". 

No falta decir la decepción, la ira y la impotencia que sintió Lizzy, quien salió corriendo para ir a su casillero y sacar los zapatos para después regresar corriendo y lanzarlos sobre el escritorio.

 "ahí están"

 "gracias" contestó él, lo que hizo que ella estallara en ira e hiciera algo muy infantil. Tomó las libretas del profesor Izak, pensando que pertenecían al profesor Jeison, y las aventó al suelo.

"yo no las voy a levantar" dijo ella, pero Lizzy no era buena haciendo maldades, siempre se sentía culpable después de hacer alguna mala acción,  por lo que hizo algo que se esperaba: levantó las carpetas y las regresó a su lugar con lágrimas en los ojos para luego salir corriendo azotando la puerta, que como consecuente quebró el vidrio de la ventanita.

 Ya todo estaba listo para el viaje y Marilyn estaba ahí para despedirla junto con el profesor Izak, quien había ido por exigencia de Marilyn. Marilyn la abrazó y le deseó buen viaje, Lizzy miro el reloj, ya era hora de partir. Con la mirada caída siguió su camino.

El profesor Jeison estaba mirando como los aviones despegaban con rumbo incierto por la gran ventana, había llegado diez minutos tarde, pues su reloj estaba atrasado. Había perdido la oportunidad y lo sabía. 

Marilyn caminaba por los pasillos mientras se aferraba al brazo del profesor Izak, de pronto este se detuvo, Marilyn le pregunto porque se detenía e Izak contestó: "vamos por otro camino" 

"no, yo quiero ir por ese camino... ¿Qué diablos te pasa?" 

"nada...todo bien" 

Marilyn echó una mirada y se dio cuenta de la presencia del profesor Jeison, alzó una ceja y dijo "yo quiero ir por aquí" 

"ahí está Jeison" 

"no me interesa, yo quiero pasar por aquí" 

Marilyn se llevó al profesor a jalones por el pasillo y justo cuando pasaron cerca del profesor Jeison, este dijo "pensé que no eras tan estúpido como para dejarte ver" 

El profesor Izak estaba a punto de contestar pero Marilyn habló primero "llegaste tarde, que desperdicio" 

"¿tarde para qué? Yo solo vine a despedir a alguien" contesto Jeison. 

"pues mejor reza para que ese alguien regrese" dijo Marilyn y jalo al profesor Izak, sin dejar que abriese la boca, mientras que el profesor Jeison siguió de pie frente al espejo mirando a los aviones despegar. 

VARIOS AÑOS DESPUÉS. 

El profesor Jeison miraba el portón del colegio desde la ventana de su oficina, como solía hacerlo desde que conoció a Lizzy, todos los días sin falta miraba el portón, el portón por el cual la miraba llegar todos los días antes de su partida. 

No esperaba nada, pero esperaba. 

De pronto, escucho como se abría la puerta de la oficina, pero no se giró para ver quién era ya que pensó que podría ser Izak, la puerta se cerró y las pisadas de mujer, una mujer con tacones muy altos, comenzaron a hacer eco en la oficina pero el profesor siguió sin darse la vuelta, pensó que sería una de esas profesoras que andaba tras de él y efectivamente era una profesora. 

Cerró los ojos y se recargo más en la silla hasta que una sensación perturbó su meditación, sintió que algo viscoso se pasaba por su oreja, una lengua que pasó por toda la orilla de su oreja y posteriormente unas manos que poco a poco tocaban sus hombros, el profesor se exalto un poco ante tal invitación de aquella profesora desconocida y se dio la vuelta con la silla, pero antes de que se levantase, la mujer lo aventó de vuelta, recargo su rodilla en la entrepierna del profesor Jeison y puso sus manos en las posaderas de la silla, acercó su rostro al de él y dijo con una voz seductora, "profesor, no sabe lo mal que me porte en Italia, ¿debería castigarme?..." se acercó más a él, todo indicaba que ella le daría un beso pero solo rozó su mejilla con la de él y cuando su boca estaba cerca de su oreja, ella le dijo al oído con una voz jadeante "no sabes cuánto te extrañe" y pasó su lengua por la mejilla de Jeison.  

Querido profesor. +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora