-Pero Adrián...
Marinette pensó en decírselo. Decirle que ya lo sabía. Ya sabía quién estaba detrás de esa máscara y ese disfraz de gatito. ¿Y qué perdía ella?
Ella también podría decirle que era Ladybug y vivir felices los dos, ¿no? Pues... no. Porque soy así de malvada, y porque Marinette se puso tan nerviosa que no pudo decir ni una palabra.
-¿Qué pasa, Marinette? -dijo Adrián, preocupado-, dímelo.
-N-no... No es nada. Haha. -La chica sonrió.
Marinette necesitaba pruebas. Pruebas de que Chat Noir era su novio. O de que su novio era Chat Noir... No podía decírselo así como así. Además, un beso no dice nada.
Entraron adentro y Marinette observó a Adrián. De arriba a abajo. De abajo a arriba. ¿Era él?
-¿Marinette? Estás muy rara hoy.
-Bueno... -Marinette estaba súper nerviosa.
Pero la voz, la tez, el pelo. Todo cuadraba. Tenía que serlo. Pero...
NO. No podía hacerlo sin pruebas.