—¿Qué diablos pasó anoche? —Pregunta Ash, frunciendo el ceño y haciendo bailar las pecas de su rostro— ¿Hay alguna noticia de algo?

—No.

Fénix responde de forma tajante, sin apartar los ojos de los adoquines del suelo. Por más horrible que suene, parece que no le interesa mucho este tema.

—No van a salir a decir nada —gruñe Marshall—. Estoy seguro de que lo mantendrán en secreto.

—Casi todo el Gremio lo ha visto —responde Jota—, lo mejor sería que nos contaran lo que sepan. Los ignisios se merecen saber qué sucedió. Después de todo, nosotros somos los que vivimos aquí.

Tiene razón. Estoy durmiendo aquí, y no es nada reconfortante saber que alguien puede venir y hacerte semejante cosa por la noche. Yo también quiero, necesito, saber qué sucedió. Que me den certeza de que se solucionará y estaremos a salvo.

No sé ni qué pensar de la tanda de novatos que ha ingresado al Gremio. ¿Cómo piensan calmar la tensión, tratar de generar confianza? Apenas han pasado algunas noches aquí, ya asustados de sí mismos o por el cambio que se ha dado en sus vidas, ¿y además ya tienen que presenciar algo como esto?

—No es una muerte que nos incumba —suelta Fénix.

Lo miro sin poder evitar abrir los ojos con ligereza. El pobre ignisio que murió, uno de nuestros compañeros, en el mismo sitio donde pasamos nuestros días... ¿no es asunto nuestro?

Fénix levanta la mirada, decidida y concentrada, y despega la espalda de la columna. Mira a cada uno del grupo y se dispone a decir lo único que estaba atrayendo su atención.

—Oigan, hace poco he estado con Audrey... buscando información —anuncia, llamando la atención de los otros tres—. Información sobre quién pudo haber acabado con nuestros padres. Sé que no es su pelea, pero... —vacila un segundo y alterna la mirada en cada uno de nosotros— he encontrado una pista en la que quisiera adentrarme más. Es lo único en lo que he estado pensando, y mientras más lo hago, más cuenta me doy de que no puedo averiguarlo solo. Eso... —añade, y entonces suspira como si en realidad sí le doliera admitirlo— eso es algo que sí me incumbe ahora mismo.

Ante la repentina aclaración, se hace el silencio en el grupo. Aunque Marshall lo mira con normalidad, noto cierta emoción en Jota y Ashley. Ellos han sido sus amigos desde hace tiempo, y supongo que deben saber lo importante que es para Fénix encontrar esta información.

Jota es el más conmocionado.

—¿De verdad? —pregunta, como si nunca hubiera creído que se daría el tiempo suficiente para encontrar algo que sirviera a su descubrimiento— ¿Qué pista?

—Más bien —contesta Fénix, un poco avergonzado—, es una posible señal. No es certera todavía... por eso quiero involucrarme más en ella.

—Un nombre —digo yo, llamando la atención del grupo—. Se mencionaba un nombre con constancia en lo poco que pudimos recabar de información —agradezco y aprovecho que no pregunten en dónde lo hemos encontrado—. Un tal Xander.

No pensaba que Marshall iría a sumarse con nosotros.

—¿Y cómo piensas hallarlo? —pregunta.

—Eso... es lo que debemos comenzar a investigar —murmura Fénix.

Ashley se lleva una mano a la comisura para rascársela. Todo esto debe resultarles muy pronto e inesperado. Además, ¿comenzar a inspeccionar a partir de una pista tan vaga como un simple nombre? Ni siquiera Fénix y yo estuvimos muy seguros del asunto cuando surgió el tema.

Hawa: Debemos salir a flote | #2 |Where stories live. Discover now