Parte 11. Al descubierto

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- ¿Cómo vas con la sorpresa? – Dije entrando con Dalia a una habitación con vista al mar que tenía para mi novia

Dalia: Perfecta, aunque ya sabes puedes cancelar tu gran sorpresa, conmigo la pasarías mejor en esta habitación – Dijo acercándose a mí –

- Dalia ya basta ¿sí?, creo que lo mejor es terminar con esto de una vez, consigue alguien que te quiera o que se yo –

Dalia: tú no puedes dejarme, la tentación de verme siempre será más fuerte, que por cierto estoy trabajando horas extras ya que solo trabajaría hasta las 3

- De eso quería hablarte, siéntate – nos sentamos en una pequeña sala de la suite – creo que lo mejor es que te despida, te daré tiempo para que busques un lugar donde trabajar, a partir de hoy ya no trabajas conmigo –

Dalia: no puedes estar hablando en serio, de verdad te pasas, todo por la estúpida de tu novia, es una insípida, tonta, no te da lo que yo, jamás te lo dará, ¿también correrás y le dirás la verdad? – Se levantó furiosa y tomo su cartera –

- Pues eso había pensado – Dije bastante tranquila –

Dalia: Te odio, ya no falta nada más para tu tonta sorpresa – Me tiro la tarjeta que abría la habitación en la cara –

- Que falta de respeto – Le grite un poco debido a que ya se había ido y tirado la puerta –

La verdad es que, tenía un peso menos, lo cual conlleva a otro peso más, que era contarle, por lo menos ese día no seria, quería con todas mis fuerzas a Avril aunque no me merecía, yo iba a luchar contra todo para que me perdonara, Dalia había hecho un muy buen trabajo, todo había quedado hermoso, no habían pétalos en ningún sitio, en su lugar habían muchos globos, debido a la propuesta de ir a la Isla de Margarita, compre los boletos y los coloque debajo de uno de los globos. Pase por Avril y realmente estaba muy enamorada, como pude ser tan idiota, era perfecta hermosa, sonreía y tenía un universo a sus pies.

- La verdad usted cada día esta como más hermosa – Le abrí la puerta del copiloto y cuando iba a montarse se detuvo frente a mí –

Avril: y yo cada día te quiero como mas – tomo mi rostro y me dio un suave beso en los labios –

La culpa venía a mi nuevamente, esa culpa que se sentía como una cachetada con la mano cerrada, la quería todo era perfecto, pero la falta de atención era lo que nos afectaba, realmente en todo el camino ella solo estudiaba desde su teléfono, yo quería tiempo sin eso de por medio y era un abismo en nuestra relación

Avril: mi amor, ¿hay señal y energía a dónde vamos?

- Mucha de ambas, no te llevare al fin del mundo, ¿es todo lo que te preocupa?

Avril: Pues por ahora si

- Bueno, llegamos, esta es tu sorpresa, tiempo a solas conmigo, sin estudios, sin problemas de por medio –

Avril: podemos intentarlo

La lleve a la habitación y la abrace por la espalda y le di para que ella misma abriera, cuando la abrió de verdad se sorprendió, del techo colgaban globos de todos los colores posibles, con muchas notas que indicaban todo lo que me gustaba de ella, y ahí estaba el globo en el centro de todos con los boletos, que no son nada fácil conseguir en este país, creo que no quedaba mucho espacio para caminar, entro y leyó casi todo, casi en shock, y yo solo quería hacer las cosas bien, o tal vez disparar todo y contarle, pero no era el momento

- ¿Algo que decirme? – dije abrazándola –

Avril: Creo que no hay nada más perfecto en este mundo que tú, eres lo mejor que me ha podido pasar, y aun no entiendo como logras soportar todo lo que pasas junto a mí – Me abrazo, y yo aun con muchos pensamientos que no podía dejar a un lado, por más que quisiera-

Esa noche, fue la más increíble de toda mi vida, servicio a la habitación sin nadie a nuestro lado, besándonos, teniendo un momento que quería tener desde hace mucho, sexo increíble, detalles, anécdotas, esa noche, nos pusimos al día por completo, fue una noche totalmente perfecta, obvio, no más perfecta que ella, y por más que yo quisiera tapar el sol con un dedo en algún momento me iba a quemar. Desperté y ella no estaba a mi lado, estaba con mi teléfono revisando algo detalladamente

Avril: entonces, ¿tu secretaria te envía fotos en ropa interior? – Dijo realmente furiosa, llena de ira, y fue cuando mi engaño era descubierto –

PerdicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora