Draco Malfoy y Harry Potter

Flitwick esta en fire

—Expelliarmus!—grito Flitwick.—Oh, sabes a la mierda! Avada Kedavra!
Y Quirrell se murió. Se cayó al suelo, y se murió. Voldemort y Quirrell gritaron un chillido.
—Profesor!
—Malfoy. Si estuvieras en mi casa serias expulsado. Y tú señorita. Riddle, también. Señorita. Granger, tú también estarías expulsada, pero no puedes, estás muerta. No nos queda otro remedio que mandarte con los demás fantasmas. Veremos qué haría el profesor Snape con vosotros dos. Al parecer Potter tenia razón, habíais pasado por aquí. Granger, Imperius? Me esperaba mucho más de vosotros tres. Sobretodo de Hermione y Lyra. Aún que siempre sospeché que serías un horror para el mundo, Lyra, pero me equivoco. Ahora darme vuestras mano, vamos a aparecer en Hogwarts.
—Pero profesor...
—No me queda otro remedio, Señorita. Granger.

 —No, si lo digo porque no se puede aparecer dentro de los terrenos de Hogwarts.

—El profesor Dumbledore me dio un conjuro para que yo pueda hacerlo. Antes era McGonnagall que podía aparecer en el castillo, pero ahora que está... muerta, lo hago yo.  Ahora, hagan el favor de darme vuestras manos, que ya han hecho suficiente caso—dijo con mucho sarcasmo en la última frase.

Los niños hicieron lo indicado y aparecieron en Hogwarts, en el despacho del profesor Snape, donde Dumbledore les esperaba junto a Snape.
—Profesor, espero que el director ya le haya contado todo lo que ha pasado?
—El ministerio viene para aquí, Filius. Saben que has producido uno de los conjuros imperdonables. Has matado a Voldemort y a Quirrell. No te meteran en azkaban, si conseguimos negociar. En cuanto a vosotros dos, bueno, tres, no estáis expulsados, pero no vais a conseguir puntos, sino vais a perder puntos. El año que viene, no vais a ganar ningún punto, todos los puntos que ganéis, se añadirán a lo que han perdido. Cuando consigan cada uno 200 puntos podréis volver a ganar puntos otra vez.
—Albus! Solo? Sabe lo que han hecho estos niños? Sabe—
—Si lo sé, pero, ellos querían salvarnos. En cuanto a ti, Profesor Snape, castigos cada día, le parece bien?
—Creo que irá bien... Castigos de cuántas horas? Tres, cuatro, cinco..?
—Con dos bastan. Cuando consigan 200 puntos, pararan de tener castigos. Ahora vayan a sus salas comunes. Excepto tú, Hermione, tú te vas con los demás fantasmas.
—Draco...
—Tu, no me gustas, Hermione— dijo Draco.
—Te odio, Malfoy.—respondió la chica, ofendida.—todo lo que he hecho por nada.

Cuando llegaron a la sala común, Harry les estaba esperando. Solo estaba el.
—Lyra, Draco.
—Lyra, déjanos un momento a solas—dijo Draco, mirando a Lyra y después a Harry.
—Claro—dijo la mencionada, sonriente.
—Porque la echas?—pregunto Harry, cuando se había ido.
—No se, Harry—dijo el, acercándose a Harry.
—No se lo que haces, Draco, pero—Draco le beso. Harry siguió el beso y se fue levantando, quitándole los pantalones a Draco.
—Vayamos al baño.—dijo Draco.

Lyra se quedo sentada en la cama. Oía los gritos de pasión de Draco y Harry, pero estaba concentrada, leyendo y releyendo la carta.
—No nos gustas. Eres diferente. Eres graciosa. Eres amable. Te gusta aprender. Te gusta Hogwarts. No nos gustas.
Sin amor, Bellatrix. 

Tu tampoco me gustas, estupida mujer. Por lo menos yo no estoy en Azkaban. Por lo menos yo tengo pelo, no como Voldemort. Por lo menos yo tengo un peine, y por lo menos yo tengo dientes. Por lo menos yo tengo familia. Y gente que me quiere. Yo te odio, Bellatrix. Tu nombre no te hace juego. Bella? Querrás decir fea. Featrix. Adiós.

Escribió Lyra.

—Oh, Harry, que bien lo haces. Dame un beso. Mmmm... sigamos.

Treinta minutos después, cuando ya habían parado, se quedaron sentados. Hablando.
—Porque no nos vamos de Hogwarts? Nos vamos a mi casa. Tenemos tanto espacio... Aun que puedes dormir conmigo...
—Me parece genial... Me meteré por las noches contigo... Le haremos confundus a tus padres? Para que crean que somos simples amigos... Aún que no... Hmm.
Y siguieron con lo suyo.
—Oh si, Harry... Más fuerte...