Tú Eres el Primero

33 "Es Real"

Abro mis ojos de manera lenta, el cansancio se vuelve a sentir y caigo nuevamente en un sueño profundo, aquello se repite varias veces, no sé en qué lugar estoy, ni siquiera tengo conocimiento de cuánto tiempo ha pasado desde que me desmayé en el Colegio, cada vez que intento mantenerme despierto, un peso cae en mis ojos y los vuelvo a cerrar.

Un ruido extraño me hace despertar, escucho un par de voces pero no tengo la fuerza para abrir los ojos.

– ¿Le dijiste alguna vez que lo sentías? – pregunta una voz femenina algo conocida.

– Solo una vez – responde – no debí portarme tan mal al comienzo, soy un asco de persona.

– Claro que no James, tú puedes... – aquella conversación se queda en silencio para ser cambiada por otras voces.

– Por supuesto que lo recuerdo – agrega una voz masculina algo adulta – estaba al fondo de todos aquellos chicos pequeños, con un libro viejo y un par de audífonos color rojo.

– Ahí supe que aquel chico tenía que ser nuestro hijo, sin importar su edad – no sé cuánto tiempo pasa entre las conversaciones, puesto que es obvio que no son las mismas, me gustaría poder abrir los ojos y ver quienes están a mi lado.

– Lo siento – susurra una voz que no puedo olvidar, debe ser un sueño, todo lo relacionado a él es un sueño – Esto es mi culpa, exageré la situación, lo siento... lo siento – Abro los ojos muy despacio, veo la silueta de una persona que está al frente de mi cama, con los brazos apoyados en mis sabanas. No puedo verle el rostro, pero no lo necesito, sé que es él.

Olvidando todo lo que recuerdo, la oscuridad se hace densa y siento que caigo en ella, cuando mis pies tocan el suelo, abro los ojos de golpe y veo a una enfermera al lado de mi cama.

– Hey – dice ella con un tono de voz suave y cálida – ¿Cómo te sientes?

– Emm... donde... ¿Dónde estoy? – pregunto con dificultad al hablar.

– En la habitación del hospital, tus Padres están afuera, esperaré que termine el efecto de la medicina y los dejaré entrar, ¿Quieres verlos? – yo asiento ante todo lo que dice.

– Yo... ¿Qué ocurrió? – tengo muchas preguntas, y solo está ella para responderme.

– Dejaré que tus Padres hablen contigo, ¿De acuerdo? – vuelvo a asentir ante su comentario. Ahora que estoy algo más despierto, veo como la enfermera de cabello castaño, abandona la habitación. Me quedo allí esperando junto con los raros y molestos sonidos de las maquinas que están a mí al redor

La perilla de la puerta se abre despacio, mis Padres entran a la habitación, toman asiento al frente de mí mientras me sonríen.

– Finalmente – suspira Alberto.

– ¡Ryd! ¿Cómo estás? Estaba muy asustada, eran días que no despertabas – agrega Laura.

– ¿Días? Pero... ¿Qué ocurrió? – pregunto ansioso, Alberto se muerde su labio inferior mientras Laura me toma de las manos.

– Nada malo – me sonríe – Los doctores dijeron que tal vez te estabas sobre exigiendo en tus cosas, eso te llevó a caer en el estrés.

– ¿Estrés? Pero... pero...

– No tienes que preocuparte, solo necesitas dormir tus ocho horas diarias, comer bien y todo estará como antes, podemos vivir con esto – Alberto me sonríe, entonces la puerta de la habitación se abre de golpe, de la misma forma se cierra y veo como un agitado James llega.

– ¡James! – Lo regaña Laura – Sabes bien que dijeron los doctores que solo dos personas pueden entrar al mismo tiempo.

– Pero Mamá el tiempo de visita se está por acabar y ustedes dos no salían nunca de aquí – responde James, él se acerca a mí y me saluda – ¿Cómo estás? – Ya no sé cuántas veces me han preguntado esto.