CAPITULO 1

822 51 1
                                    

DOCE AÑOS DESPUÉS

SIDDY

Otro día de instituto más. Otro día de instituto aburrido más.

Resoplando, me levanté de la cama para estirar mi cuerpo. ¿Por qué tuvo que existir el instituto?

Caminé hacia el baño para echarme agua en la cara y asearme. ¿Por qué tengo que levantarme temprano?

-¡Sid, Sid, Sid! -Ay, no. Lo que me faltaba. -¡Sid, Sid, Sid!

-¿Qué quieres ahora, Adam?

-¡Nada! -Volvió a gritar para salir de la misma manera que había entrado a mi cuarto.

Ese era mi hermano menor Adam. Papá y mamá lo habían adoptado cuando yo tenía diez años, por lo que nos llevábamos siete años de diferencia.

Terminé de vestirme después de cerrar la puerta y metí algunas cosas dentro de la maleta para luego bajar a desayunar.

-Buenos días.

-Buenos días, hija. -Respondió mamá dejando unas tostadas sobre mi plato. -¿Zumo o leche?

-Zumo. -Asintió antes de echarme zumo de naranja en un vaso.

-¿Y tú hermano?

-Joe no sé y Adam estaba por ahí molestando. -Especifiqué ya que no sabia a cual de los dos se refería.

-Oye, Sid. -Me regañó y yo rodé los ojos riendo por lo bajo.

-Lo siento, mamá, pero es que Adam es un revoltoso.

-Lo sé, pero tampoco lo digas así.

-Vale... -Terminé murmurando para empezar a desayunar. -¿Y papá?

-Creo que terminando de vestirse. Ahora baja...

-¿Hablando de mi? -Cómo por arte de magia, Lonny apareció en la cocina dejando un beso en mi cabeza para luego ir a saludar a su esposa con un beso en los labios.

-¿Por qué hacen eso delante de mi?

-Que nunca hayas besado a alguien, no significan que los demás no puedan. -Lo fulminé con la mirada mientras lo veía sentarse a mi lado. -Por cierto, buenos días.

-No le digas esas cosas a tú hermana, Joe. -Lo regañó papá y yo sonreí victoriosa.

-¡Adam! ¡Adam, baja a desayunar!

-¡Estoy aquí! -Gritó de vuelta entrando a la cocina. -¡Quiero desayunar!

-Rápido, que tenemos que ir a la escuela.

-Genial... -Murmuramos Joe y yo por lo bajo para sonreírnos cómplices.

●●●

-¿Por qué no vamos esta noche a la fiesta?

-Es lunes.

-¿Y qué?

-No seas loca, Oli. No me dejarán.

-A mi tampoco. -Respondió Anna suspirando. -¿Por qué no el fin de semana?

-Porque no hay ninguna el fin de semana.

-Seguro que hay una de aquí allá. ¡Lory! -Dije en cuanto ví a mi prima entrando al campus con la bandeja en la mano.

The Distance Love Where stories live. Discover now