POR LA NOCHE
NARRADOR OMNISCIENTE
-¿Te gusta?
-Si, me encanta ver las estrellas. -Jude sonrió orgulloso para apretarla más contra él.
-Por cierto... Me dijo un pajarillo que te gustan los libros de Federico Moccia...
-¡Si! Adoro tres metros sobre el cielo... ¿Sabes qué ya salió la tercera parte?-¿Es que tiene tercera parte?
-¡Si! Es el desenlace final, y la verdad es que estoy muy intrigada por saber que pasará.
-Si, se nota que estás emocionada... -Dijo sin evitar sonreír. Su plan sería perfecto.
-¿Chicos? ¿Qué hacen todavía aquí? -Ambos saltaron al oír la dura voz de Damian a sus espaldas. -Si tu madre te ve a estas horas aquí te mata, Jude.
-Ya nos íbamos, señ... Damian. -Contestó Sidney poniéndose de pie. -Buenas noches.
Y sin ni siquiera acercarse a su novio para darle un beso, esquivó a Damian para irse directamente hacia el cuarto de Cielo.
-Genial, papá. Ni siquiera se despidió como era debido.
-¿Y cómo se suponía que debía despedirse? -Dijo divertido mientras que esperaba que su hijo entrara para cerrar la puerta del jardín trasero.
-Ya sabes como, papá. -Damian rió divertido para comenzar a subir las escaleras con su hijo.
Sidney abrió la puerta de la habitación de Cielo para ver a la joven boca arriba tapándose la cara.
El resto de su familia había alquilado una habitación de hotel menos ella. Y a pesar de que la habitación de huésped ya estaba libre, prefirió seguir durmiendo junto a su futura cuñada.
Se metió bajo las sábanas para cerrar los ojos e intentar dormir hasta que algo le hizo cosquillas en el brazo.
Enseguida abrió los ojos creyéndo que podría ser algún mosquito o cualquier otro bicho que entrara por la ventana.
-¿Pero no estabas dormida?
-Tengo que contarte algo. -Dijo Cielo mirándola desde las alturas.
-¿Qué pasa?
-¿Con cuantos años diste tu primer beso? -Sidney casi se atraganta con su propia saliva al oír eso.
-Mmm... Emm... Pues con la que tengo ahora... -Dijo algo avergonzada. -Fue con tu hermano...
-¡Y yo con el tuyo! -Gritó de repente haciendo que Sidney se sentara como un rayo en la cama.
-¿Qué? Pero... ¿Qué dices?
-¡Si! Pasó esta tarde en la pastelería ¡y fue genial! En serio, nunca me había sentido tan bien. -Dijo sonriendo de oreja a oreja mientras que apoyaba la espalda en el colchón.
-Pero él no puede... Tiene...
-Lo sé, me dijo que se había peleado con su "novia" antes de venir.
-Que fuerte... -Murmuró Sidney aun sin creerse lo que Cielo le acababa de decir. -No puedes ilusionarte con él, Cielo. No está bien lo que hicieron, sobre todo él teniendo a alguien...
-¡Pero ese alguien no está aquí!
-Lo sé, pero está mal. Ya hablaré yo mañana con mi hermano.
-¿Te enfadaste?
-Contigo no. -Dijo secamente para volver a apoyar la cabeza en la almohada y cerrar los ojos. -Buenas noches, Cielo.
-Buenas noches... -Murmuró la joven para darle la espalda a Sidney sin dejar de sonreír.
Lo habría conocido el día anterior, pero para ella ya era el mejor chico del mundo. Incluso mejor que Fabio.
●●●
-¿No estás nervioso?
-¿Nervioso yo? Nunca estoy nervioso, princesa. -Mintió haciéndose el fuerte.
-¡Pues yo si! Aún no me creo que ya solo queden días para nuestra boda... -Kysha sonrió para sentarse sobre la barriga de su novio. -Aún recuerdo cuando Jude era un bebé y miralo ahora... ¡Con novia y todo!
-Pues si...
-Mi pequeño angelito está creciendo demasiado rápido.
-No iba a quedarse siendo bebé toda su vida. -Kysha lo miró mal para golpearlo en el pecho. -Además, vas a tener que asimilar que pronto también se irá de casa.
-¡Mi bebé! -Gritó dando un pequeño salto sin darse cuenta que eso perjudicaba a su futuro marido. -¿Crees que decida trabajar en la empresa de California?
-Por supuesto, Kysha. Derek eligió la de Nueva York porque tiene su vida hecha allí y estoy seguro de que Jude no perderá la oportunidad de estar junto a Sidney.
-Tienes razón... -Murmuró Kysha algo apenada. -Lo echaré mucho de menos...
-Si, pero la vida es así, Kysha. -Dijo acariciandole una de las mejillas. -Pero cambiemos de tema ya, no quiero verte triste.
-Si... -Sidney le sonrió para inclinarse y besarlo. -Oye, debes de prometerme que en tu fiesta no habrá ninguna chica.
-Yo puedo prometertelo, Frank no sé...
-¿Qué? Promete que no habrá ninguna chica, Damian. Como yo me entere de que...
-Eh, eh, tranquila.
-Juro que me lo cargo.
-Pero que agresividad. -Murmuró Damian divertido. -Me gusta que seas posesiva.
-Y a mi que no me engañes. -Dijo aun sabiendo que él podría enfadarse.
Y era verdad, habrían pasado demasiados años desde que Kysha se había enterado de que Damian estaba casado, y a pesar de que luego lo perdonara, eso no le impedía que muchas veces recordara esa temporada pasada en su vida.
-Sabes muy bien que solo tengo ojos para ti, Kysha. Siempre los he tenido... -Sin esperarlo, vió como una lágrima rodó por su mejilla y pronto se sentó aun con ella encima para abrazarla. -Hemos hablado muchas veces de esto, amor. No entiendo porqué sigues volviendo al pasado...
-Lo sé, y tienes razón, pero... Creo que el que Cielo esté aquí me recuerda más las cosas. Sé que ella no tiene la culpa de nada y sabes perfectamente que la quiero tanto como quiero a Derek, pero...
-Le diré a Frank que no lleve ninguna chica, lo prometo, o al menos para mi. -Dijo pasando los pulgares por sus mejillas. -Pero tú debes de prometer lo mismo.
-En mi fiesta no iba a ver chicos. Siempre lo he pensado y siempre lo pensaré. No me hace falta ningún otro chico porque te tengo a ti.
-Así me gusta. -Y sonriendole, acortó el espacio que los separaba para besarla intensamente como solo él sabia hacerlo.
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The Distance Love
RandomTras pasar cinco años en un centro donde la ayudarían a superar todos los traumas del pasado, Sidney regresa a casa con su familia. Doce años habían pasado ya de eso. Doce años en los que Sidney y Lonny habían visto a sus hijos crecer, aprender, jug...