Sensaciones

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Llegó la tarde y llamaron al timbre, abrió Eduardo y vio que era Eleonor.

- Hola, está preparada Aria? - dijo Eleonor toda simpatía.

- Está terminando de hacer la maleta arriba, pasa por favor.

- Gracias - dijo Eleonor entrando a la casa observando todo a su alrededor.

- Quiere algo de tomar? - dijo Eduardo.

- Un té, gracias.

Mientras tanto arriba...

- Ya está todo en la maleta? - dijo Aria.

- Sí mi amor, ya está todo - dijo Nicolás cerrándola - no te preocupes pequeña estarás bien.

Aria asintió, no le quedaba de otra. Nicolás se hacía el fuerte pero por dentro se estaba muriendo de tener que dejar a su pequeña en ese sitio.

- Toma - dijo él dándola una de sus camisetas - para que duermas con ella y no me olvides.

- Crees que voy a olvidarte? - dijo abrazándole - además nos vamos a ver todos los días, no?

- Claro, es por si tienes pesadillas, te abrazas a ella y es como si me abrazaras a mí - dijo Nicolás abrazándola fuerte y dándola pequeños mordisquitos en el cuello.

- Me estás haciendo cosquillas - dijo Aria riendo - Nicolás...

- Ummm.... - dijo él ocupado con su cuello yendo hacia atrás.

- Nicolás.... - intentaba hablar Aria.

Nicolás la besó en la boca con ganas mientras seguía andando hacia atrás, tanto que cayeron en la cama dándose un cabezazo.

- Au , Au - dijo Aria masajeandose la frente - ya sabía yo que nos íbamos a caer.

- Y porque no avisas? - dijo él sonriendo y encantado de tenerla en esa posición.

- Veamos, cuando querías que lo hiciera? Cuando me mordias o cuando me besabas?

- No importa, me gusta como hemos quedado - dijo Nicolás acariciando su espalda.

Aria se lo quedó mirando acariciándole la cara con mucha ternura.

- Que pasa, tengo algo?

- Sí, a mí encima - dijo ella divertida.

- No quiero soltarte! - dijo Nicolás cómo niño chico.

Aria sonrió acariciando su nariz con la suya.

- Como puedo quererte tanto?

- Porque soy adorable? - dijo él todo sonrisas.

- Me lo estás preguntando?

- No crees que lo sea? - dijo él haciendo pucheros.

- Ummm.... - fingió pensarlo.

- Te lo estás pensando? - dijo Nicolás fingiendo enfadarse y levantarlos de la cama.

Aria se subió a la cama y empezó a saltar encima.

- Que poco sentido del humor, mi amor.

- Pues pienso que no te quiero - dijo Nicolás cruzándose de brazos y mordiéndose la lengua por esa mentira tan grande.

Aria dejó de saltar y sentándose en la cama se tapó la cara lloriqueando.

- Oh joder! Es mentira Aria, una de las grandes. Yo te quiero, te amo, eres mi vida pequeña! - dijo Nicolás quitándole las manos de la cara.

En ese momento Aria se lanzó hacia él haciéndolos caer al suelo.

- Ya sabía que era mentira tontorrón!! - dijo ella dándole besos.

- Entonces has fingido llorar? - dijo él rodeándola la cintura.

- Tú me has dicho que no me quieres! - dijo Aria con un puchero.

- Que poco sentido del humor, mi amor!- dijo devolviéndola sus propias palabras.- Además tú has dicho que no soy adorable.

- Porque no lo eres - dijo ella y cuando vio que Nicolás iba a decir algo le besó - no eres adorable - otro beso - eres el amor de mi vida - otro beso - y voy a estar a tu lado siempre - le besó con más intensidad.

Nicolás los dió la vuelta y ahora él estaba encima.

- Siempre estarás conmigo, te lo prometo. No te voy a dejar ir nunca pase lo que pase, no podría vivir sin ti.

- Cállate y bésame - dijo ella.

- Lo que ordene mi pequeña - dijo él sonriendo.

Acercó su cara a la de Aria besándola la mejilla y luego la otra, la besó en la boca intensamente sensual; después pasó al cuello mordiéndola suavemente. Aria le acarició la espalda disfrutando de esas sensaciones que le provocaba, fue subiendo la camiseta recorriendo su espalda con las uñas suavemente.

- Por dios, no hagas eso Aria! - dijo con voz ronca.

Nicolás intensificó más el beso, adoraba besarla sobre todo en el cuello que olía a fresas y chocolate.

- chicosss!!!! Ya podéis bajar!! - se oyó a Eduardo.

Nicolás paró al oír a su padre y apoyó su frente con la de Aria agitado.

- Seguro que ya a venido Eleonor - dijo ella con los ojos cerrados suspirando.

- Todo saldrá bien, te lo prometo, antes de que te des cuenta estaremos juntos - dijo Nicolás besándola una última vez.

Se levantó con resignación dándola la mano, cuando se la cogió tiró fuerte haciéndola chocar contra él.

- Me está costando la vida dejarte ir - dijo Nicolás abrazándola.

- Mi amor, pase lo que pase siempre estaremos juntos - dijo ella devolviéndole el abrazo.

Nicolás cerró fuerte los ojos pensando en que se pudiera acordar de esa frase cuando supiera que era un hombre lobo. Cogió la maleta y los dos bajaron por las escaleras.

- Hola Aria! Hola Nicolás! - dijo Eleonor " sonriendo ".

- Hola! - dijeron los dos.

- Preparada? - dijo Eleonor.

Aria asintió, se despidió de Grace, Eduardo y Sara; cuando llegó a Nicolás lo abrazó más fuerte.

- Estarás bien pequeña!- le dijo susurrando.

- Tranquila Aria, me ocuparé de que te traten como te mereces! - dijo Eleonor apoyando su mano en la espalda dándola un empujoncito para que saliera, no sin antes mirar a Grace y Sara detenidamente y sonreír.

Cuando se fueron Nicolás estaba inquieto.

- Nicolás, ella estará protegida allí, ningún rogue la encontrará - dijo Eduardo.- En cuanto atrapemos a esa bruja y matemos a esos rogues todas las mujeres estarán a salvo.

Nicolás asintió aunque tenía que controlarse muchísimo para no salir corriendo, coger a Aria y llevarla de vuelta a la habitación con él que es donde debería estar.

Eternos Where stories live. Discover now