Ella ha cambiado y lo sabe, lo siente.
Ya nada es como antes.
Cuerpo, mente, alma, vida.
Todo cambió.
¿Quieres saber la causa?
Acompáñala.
Ella es Pathy.
~Capítulos cortos~
AVISO: Historia con hechos y situaciones REALES. Todo comentario ofensivo o...
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Pathy toma todos los días la medicación para tratar su hipotiroidismo. Lo primero que hizo Pathy al saber lo que la aquejaba, fue buscar información. Ella se preparó, para luchar. Al principio no le fue fácil y se sentía igual, pero entonces habló con su endocrinólogo y él la orientó. Desde entonces, come más saludable aún, añadiendo más fibra y alimentos ricos en yodo, magnesio, potasio y selenio a su dieta. Ella también hace ejercicios con moderación y su actitud positiva se renueva día tras día; aunque como todos, ella aún tiene sus días buenos y malos. En los buenos disfruta al máximo y en los malos, respira profundo y deja que todo fluya.
Ella ha sentido los cambios en su cuerpo: ya no está tan angustiada, ni tan triste; ya no está de tan mal humor, sus uñas están creciendo, aunque todavía recurre a la goma de mascar para evitar la tentación de morderlas. Ella duerme toda la noche y al peinarse, los cabellos en su cepillo, son menos.
Ella volvió a leer, ahora le gusta escribir; su familia la apoya, tiene nuevos amigos, un nuevo trabajo, un nuevo amor y es posible que no pueda tener hijos, pero ella está conforme con lo que la vida le ha dado hasta el momento. Pathy salió del abismo, pero sigue luchando. En pocas palabras: ella volvió a vivir, a soñar y a respirar.
Pathy ya no es una chica como otra cualquiera.
Ella es especial.
Una guerrera.
Y aunque su salud no sea óptima, ella quiere vivir, ella quiere cumplir sus sueños y metas.
