Un chico me manipula; TBS y Tú

||CAP7||

A/N: ¿Os gusta la nueva portada del libro? ♡
A los cinco comentarios sigo.

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En el esperado viernes, me levanté antes de que sonara mi queridísima alarma, cosa que me extrañó bastante.

Intenté volver a recuperar el sueño, pero se quedó en un intento. Lo que era de esperarse.

Así que, puesto a que me quedaba media hora para que ésta sonara, me puse a pensar en todo lo relacionado con los sucesos de ayer. Todo fue muy... raro.
Muchos recuerdos del día anterior rondaban por mi cabeza, algunos eran más fuertes que otros. Pero el que no se olvidaba, el que más me impactó: el abrazo de despedida.
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¿Realmente Thomas quería ser mi amigo?
Puede que todo fuera confuso, pero una cosa tenía clara: quería ser amiga suya.

Mi alarma, la cual llegó en el momento justo, comenzó a sonar. Leí su frase una y otra vez y, con una gran sonrisa, me duché y me vestí con unas mallas negras básicas junto a mi camisa a cuadros azul y gris, calzando mis pies con mis Vans azules.

Me recogí mi pelo, el cual hoy estaba cómo una Leonera, en una coleta y me maquillé lo justo: un poco de cacao labial y rimel.

Salí de mi casa y ya que Ki seguía mal, me fui caminando sola de nuevo. Por desgracia, no tenía mis auriculares, así que sin música que me salvara del mundo comencé el camino hacia el instituto.

(***)

En las tres primeras horas, el que se suponía que era mi nuevo "amigo", no apareció.

El trabajo de inglés lo presenté yo sola, súper genial, sarcasmo.

Las tres horas restantes, se pasaron bastante lentas: en plástica puesto a que Ki no estaba y yo había acabado el trabajo, me la pasé hablando con la profesora.

En naturales el Sr. Riesgo no apareció y adivinar que, estuve hablando con la profesora de guardia.

Y en la última hora, biología, nos hicieron un control sorpresa.

Para rematar el día, al salir del Instituto me caí, no sé cómo, PERO ME CAÍ. Por suerte, creo que poca gente lo presenció, creo.

Con una cojera, con la cual me parecía a Newt, llegué a casa. ¿Podía ser peor?

Y sí, lo podía ser, entré y lo primero que vi fue un Thomas durmiente en mi sofá con una excallola en su pie izquierdo.
Cuando mi madre me vio, me llevó a la cocina-: Esta mañana, él vino a buscarte, pero antes de llegar a nuestra calle, se tropezó y se partió el tobillo. Tamara ha tenido que salir de viaje de negocios, así que se quedará aquí durante el tiempo en el que ella esté fuera.

- ¿De cuanto tiempo estamos hablando?

- Se supone que era una semana o así, no me acuerdo.

En ese momento, yo ya no sabía si era gafe o el universo estaba en contra mía.

Me puse a comer lo único bueno del día: pizza, y cuando acabé, miré al bello durmiente, el cual ya estaba despierto. Y sin un porqué y sin un cómo, me acerqué a él para ver si estaba mejor.

- Ey -dije intentando ser amable, pero sinceramente, soné cómo una asesina en serie.

- Hola -gruñó mientras intentaba sentarse, le ayudé y éste me sonrió.- Gracias, siento invadir tu casa.

- No la invades.

- Oh, vamos. No mientas, sé que al menos, un poquito sí.

- Puede -sonreí cómo tonta. ¿Por qué le hice sonreír a él? ¡¿Por qué?!