Un chico me manipula; TBS y Tú

||CAP2||

Estuve leyendo unas dos horas cuando escucho la puerta abrirse.

-¿Mamá? -chillé desde mi cuarto.

-Hola, guapa -dijo mi madre desde abajo.

-Ahora bajo -anuncié terminando la página que estaba leyendo.

Cuando bajé vi a mi madre rebuscando en un cajón.

-¿Ha estado Ki aquí? -dijo sin apartar la vista del cajón.

-Si, hemos hecho un trabajo.

-Ya se ha vuelto a zampar mis patatas fritas.

-Pobrecita, -reí- ¿qué tal en el trabajo?

-Muy bien, ¿el insti?

-Perfecto -mentí, mi madre no sabía acerca de los "sucesos" de cada día-. Ya ha venído el profesor de Bio, ¡nos ha sentado cómo él ha querido, y me ha separado de Ki!

-Que bien, así te enterarás mejor de la clase.

Si tu supieras...

-Bueno, ¿te ayudo a hacer la cena?

-Ah, se me olvidaba. Han traído a una nueva compañera de mi oficina, la he invitado a cenar. Vendrá con su hijo, espero que hagáis buenas migas.

-¿Es chica?

-He dicho hijo.

-¿Es lector?

-Es jugador de fútbol.

-Guay...

-Ven, ayúdame.

Estuvimos una hora preparando una ensalada y unos filetes de pollo con almendras, después me fui a arreglar.

Me puse un vestido de tirantes, corto, con estampado de flores y me calzé con mis botines negros.
Me alisé el pelo y como me sobró tiempo me puse a leer.

Estuve una media hora leyendo cuando sonó el telefonillo, cogí mi libro y bajé con mi madre.

-____ , está es Tamara, y él es Thomas, su hijo -dijo mi madre señalándolos.

Dios me debe de odiar.

-Hola bonita -saludó Tamara-. Thomas, ¿por qué no vas con ____ arriba y os conoceís?

-Hola ____, buena clase de biológia eh.

-¿Él es tu compañero de bio? -dijo mi madre asombrada.

-¿Os conocéis? -preguntó Tamara de la misma forma que mi madre.

-Vamos juntos a clase -explicó Thomas.

-Pues mira, mejor, iros y a estudiar -bromeó mi madre-. Ya os avisaremos para cenar.

Thomas no bromeó y subió las escaleras. Entró a mi cuarto se giró a verme.

-Bonitos libros.

No contesté.

-¿Harry Potter, eh? Oh, si está El Corredor del Laberinto -dijo cogiendo La Cura Mortal.

-No toques mis libros.

-Perdón, juguete.

No contesté.

Él se acercó a mí y sus labios rozaron mi oído.

-¿Y la coleta? -susurró.

Un escalofrío corrió por mi cuerpo.

-Nuestras madres se llevan bien, hazlo por ellas -dijo sentandose en mi cama.

-Empieza tú.

-Vamos a jugar a algo -se volvió a levantar-. Yo por mi madre mato, ¿y tú?

-Sí, ¿y qué pasa?

-Será como un juego.

-Al grano.

-Mi madre dijo que vendríamos a cenar la mayoría de las noches, esas, no podemos chincharnos o insultar y demás. Quien lo incumpla, el otro decide que debe hacer el perdedor.

No es nada nuevo el no hacer lo que yo quiero.

-¿Qué dices? -dijo Thomas interrumpiendo mis pensamientos.

No me lo pensé dos veces, haría todo por mi madre.

-Acepto, prepárate para perder.

-Ya lo veremos -añadió con una sonrisa pícara.

-¡CHICOS A CENAR! -chilló mi madre.

Los dos bajamos y nos sentamos en la mesa separados.

-Ey, poneros más cerca -se quejó la madre de Thomas.

Thomas se cambió de silla y se puso a unos centímetros de mí.

-Así mucho mejor -dijo abrazándome.

Yo sonreí tontamente, no me hacía gracia que me tocara.

-Abrázame -sonó Thomas en mi cabeza.

Cómo siempre, mis impulsos tendieron a hacerle caso y le abracé, estaba tan cerca que casi podía esnifarme su colonia.

-Qué bonito -dijo mi madre.

-¿Ya habéis hecho buenas migas?- Dijo Tamara.

-Si, nos queremos tanto.- Dijo Thomas.

-Es super majo.- Me obligué a decir.

Las dos madres sonrieron y Tamara soltó la gracia.

-¿Sois pareja?- Dijo ella.

-No.- Dije seria.

-Somos cómo hermanos, ¿verdad?- Saltó Thomas partiendo un filete.

-¿Y Ki?- Dijo mi madre.

Me quedé sin respuesta, Thomas ya la había liado, estaba haciendo trampas.

-¿____?- Dijo Tamara.

-¿Ehm?- Solté sin querer.

-La comió la lengua el gato.- Dijo Thomas sonriendo.

<<Falso...>>- Pensé.

-Bueno comamos.- Dijo mi madre.

Estuvimos callados toda la cena, yo terminé pronto y puse la escusa de ir al baño para alejarme de Thomas.

Me metí en mi habitación y comencé a idear un plan, no podía perder contra el niñato de Thomas Brodie- Sangster.

Me aburrí de pensar en unos cinco minutos y me puse a leer nuevamente cuando escuché a mi madre hablar con Tamara y Thomas.

-Bueno, a esta se la habrá tragado el váter...- Dijo mi madre.

-Seguro que esta leyendo.- Dijo Thomas.

-Dejarla, pobrecita se aburrirá.- Dijo Tamara.- Bueno pues eso, ¿mañana nos vemos a la misma hora no?

-Sí, mañana le diré a ____ que sea más amable y a ver si podéis entablar una conversación normal.

-Tranquila, yo he sido el tímido, mañana me soltaré más.- Dijo Thomas.

<<¿¡MÁS!?>>-Pensé.

-Venga, vamos tímido mio.- Dijo Tamara.
Después escuché la puerta cerrarse. No podía más, demasiado por hoy.

Me puse mi pijama de perritos, me acosté y me quedé dormida.