Capítulo 2

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- ¡Lily! - Grito con todas mis fuerzas, veo como alguien empuja su cuerpo al piso evitando que el auto colisione con ella, Leah llora en mi hombro y sé que es por miedo pero no puedo calmarla cuando yo siento que mis peores pesadillas pasan frente a mi, corro hasta llegar a una llorosa Lily que se encuentra abrazando a un hombre que no logro ver bien ya que me tiro al piso con cuidado de no golpear a Leah y agarro a Lily con un brazo, reviso su cuerpo y al ver que no tiene nada grave la abrazo con todas mis fuerzas.

- Ya linda, no pasa nada, tranquila, shh - le susurro al oído mientras me meso ligeramente, también le hablo a Leah y después de unos minutos logró calmarlas a ambas, levanto la vista al hombre que sigue sentado al frente de nosotras, el que salvó a Lily, y nos ve fijamente con una pequeña sonrisa, es guapo, para que negarlo, rubio ojos azules, notó que tiene un traje que a simple vista luce muy caro, niño rico.

- ¿Están bien? - pregunta cuando nota mi mirada, lo veo como suelo hacerlo a alguien que no sea mis niñas, con el rostro inexpresivo.

- Si, muchas gracias - él me mira unos momentos, me pongo de pie con dificultad cargando a ambas niñas, conociendo a Lily después de pasar este gran susto no querrá separarse de mi, y Leah ni sabe caminar, llevo las bolsas en el antebrazo en donde cargo a Leah.

- Déjame y te ayudo - dice, asiento porque de verdad lo necesito y agarrando mi codo y poniendo su otra mano en mi espalda me ayuda a ponerme de pie, suelto un suspiro al sentir tanto peso y saber que falta tanto para llegar.

- Gracias, otra vez ¿no te hiciste daño? - le pregunto al recordar la caída que sufrió al salvar a Lily.

- No es nada, estoy bien - asiento en su dirección y comienzo mi camino a casa con ambas niñas escondidas en cada lado de mi cuello, dejó un beso en la coronilla de cada una.

(**)

- Lo siento Am, no me había dado cuenta que te habías quedado atrás - dice cabizbaja Lily, al llegar a casa no tarde en dejar a una Leah dormida en la cama y reñir a Lily.

- Al sentir que ya no te tomaba la mano debiste frenarte, pudo pasar algo peor si ese chico no te hubiese salvado, tienes que poner más atención a tu entorno - cruzó mis brazos y frunzo el ceño ligeramente.

- Lo siento - susurra, veo como sus manos se aprietan en su regazo y suelta unas pequeñas lágrimas, suelto un suspiro y me pongo de cuclillas frente a ella, la tomó de los hombros y la acercó a mi para abrazarla, dejó un beso en su coronilla.

- No lo vuelvas hacer - ella asiente y me abraza con mayor fuerza, nos quedamos así un rato hasta que siento como su agarre se afloja y su respiración se calma, la dejo al lado de la cama y voy a hacerles la comida, pronto se hará de noche. Escucho el sonido de la pequeña chatarra que tengo por teléfono al terminar de cocinar, seco mis manos y contestó.

- ¿¡En donde estás, pequeña mierda!? - la ronca voz de mi anterior jefe se escucha al otro lado de la línea, se encuentra furioso.

- Usted me despidió ayer, Señor - digo con calma, no es primera vez que pasa esto con él.

- ¡Me importa una mierda! ¡Te quiero aquí a más tardar una hora! Y te descontare las horas que no trabajaste, pequeña basura - cuelga, con un suspiro escribo una nota para Lily que explique el porque no estaré en casa si despierta antes de que llegue y que deje la comida de ambas en la cocina, dejó un beso en la frente de cada una y salgo de casa, camino a paso rápido.

Al llegar al bar de mala muerte para el que soy mesera escucho los insultos dirigidos a mi de parte de mi jefe y las risitas de las otras chicas que trabajan aquí, nunca fui muy querida en este lugar,  ya que soy la única que no le hace "trabajos especiales" al jefe, y dado que las primeras semanas él me prestaba especial atención, las chicas se molestaron y comenzaron a molestarme, cosa que me dio igual, se podría decir que estoy acostumbrada a esto, y necesito el dinero como para darme el lujo de renunciar por ese motivo.

Después de veinte minutos de gritos en mi cara me pongo el uniforme que consiste en una mini falda negra y un delantal blanco que tapa mis senos, nada más, unos tacones negros que me quedan apretados y me lastiman, pero es preferible aguantar el dolor callada que preguntar si hay otros, lo aprendí a las malas.

Salgo con una bandeja y con una gran y falsa sonrisa, me acerco a los hombres sin tragos en la mano y les pregunto amablemente sus ordenes, algunas son propuestas indecentes y muy asquerosas, pero suelto risitas ridículas y finjo avergonzarme mientras vuelvo a preguntar, algunos intentar tocarme pero les doy palmadas "coquetas" en sus manos para que no toquen, así paso la tarde y sigo atendiendo a los hombres que llegan e intento ser amable y atenta para recibir sus propinas, siento las miradas de odio de las chicas pero ya es algo con lo que sé convivir, luego de unas horas entra un chico que parece ebrio y perdido, lo ayudó a sentarse y le doy un vaso de agua, él mira mis ojos.

- ¿Tu eres mi ángel guardián? - pregunta con un gesto ridículo, le doy una de las sonrisas amables que les doy a todos mis clientes y niego.

- No, pero parece que estas perdido - va vestido casual, pero lleva un reloj de plata en su muñeca que luce muy costoso, también logró ver un gran bulto en el bolsillo delantero de sus jeans que parece ser uno de esos teléfonos grandes y costosos, sin duda cualquiera puede robarle hasta la identidad y él no se daría cuenta.

- Tienes razón, pequeño ángel, estoy perdido - arrastra las palabras, asiento y señaló el bolsillo de su pantalón.

- Llama a alguien que venga por ti, métete en el baño de personal, que no vean tu celular, y por favor, no confíes en nadie - le paso una servilleta con la dirección - Aquí estamos, dile a la persona que venga pronto - hago un gesto con la cabeza indicando que me siga, tambaleante, se pone de pie y caminamos hacia el baño, muevo las caderas y tomó su mano para que nadie sospeche que lo estoy salvando, es preferible que parezca que tendré sexo con él, no sería primera vez que pasa en este lugar, las chicas normalmente hacen trabajitos por dinero.

Unos cinco minutos después él se encuentra sentado esperando por la persona que vendrán por él y yo lo mantengo vigilado para que nadie le haga daño, le sirvo a alguien y cuando volteo a ver al niño otra persona está sentado frente a él dándome la espalda, camino hacia ellos con un trago en la bandeja.

- ¿Desean ordenar algo? - primero me fijo que el chico se encuentra bien, veo a su acompañante y veo que es el mismo que salvó a Lily, él también luce asombrado, solo que yo no lo demuestro.

- Pequeño ángel, él es mi hermano, gracias por todo - me habla el chico, asiento en su dirección.

- Les aconsejo salir ya, si uno llamaba la atención ahora con dos ya deben estar planeando cuanto dinero pedir por sus vidas, en lugar de ir a sus casas directamente deberían dar un par de vueltas, nunca está de más estar prevenidos - con una pequeña sonrisa sincera me alejo del lugar y me acerco hacia uno de los mafiosos más influyentes que suelen venir aquí, me inclino para hacer notar mi escote y me muestro coqueta, por el rabillo del ojo veo como los chicos salen, me enderezó nuevamente y una de las meseras pasa detrás mía empujándome y haciendo que derrame la bebida en el rostro del mafioso, todo queda en silencio, siento como todo el color abandona mi rostro y cierro los ojos al saber lo que viene, mi jefe agarra fuertemente mi brazo.

- Lo siento mucho señor, la castigare fuertemente - no le deja responder y me saca del lugar por la puerta trasera, me lanza al piso, caigo sentada y suelto un pequeño quejido, empieza a gritarme, me agarra por el cuello y me empuja causando que golpee mi espalda fuertemente contra la esquina de un basurero, no puedo evitar soltar un grito de dolor, me agarra del cabello y me pone de pie, me acorrala entre su cuerpo y la pared, no deja de gritar en ningún momento.

Golpea fuertemente el muro a un lado de mi cabeza para después golpearme tan fuerte que me manda al suelo y rompe un poco mi boca, escucho unos gritos de otros hombres y luego mi jefe es apartado de frente mío con un gran golpe, me ayudan a ponerme de pie y pasan mi brazo sobre los hombros de alguien, veo a la persona y me doy cuenta que es el chico que ayude en el bar y la persona que golpea a mi jefe es su hermano.

(**)
Hola Ternuras♡♡
Espero les guste, voten y comenten, es algo que aprecio infinitamente
Nos leemos luego♡♡

Lily y LeahWhere stories live. Discover now