-¡Oh por dios no!

Exclame llevándome una mano a la frente, con la respiración agitada.

Me apoye contra el árbol buscando calmar el mareo que de repente surgió en mi cabeza.

Después todo se fundió a negro y escuche como Xiumin gritaba mi nombre…

Desperté tomando una gran bocanada de aire después de permanecer inconsciente. Lo primero que vi a mi derecha fue a David, mirándome confuso.

-¿Por qué dormiste tanto, _____?

Me levante aun débil y abrace a mi hermano.

-¡David! No me sentía bien…

-Lo se, Xiumin te trajo en brazos a la sala.

Recordé todo lo sucedido y volví a sentir mareos.

-¡Hija!- Escuche gritar a mi madre. -¿Te encuentras bien?

-Estoy mareada.

Respondí tocando mi cabeza.

-No te preocupes, pasara pronto. Te bajo la presión y desmayaste.

Sonrió.

-¿Dónde esta Xiumin?

Era lo único que me importaba.

-Esta en el pasillo ¿quieres que lo llame?

¿Pasillo?

Mire a mí alrededor y note que estaba en la suite.

-Si, por favor llámalo.

Pedí.

-Ya vuelvo.

Anuncio y salió de la suite junto a David.

A los pocos minutos Xiumin ingreso a la sala.

-¿Estas bien?

Pregunto en cuanto me vio.

-No, no lo estoy. ¿Quién era el, Xiumin? Y dime la verdad.

Inquirí.

El se dejo caer en la silla que estaba a mi lado y evito mi mirada.

-Era tu padre, y esta aquí por ti. Quiere que vayas a Italia.

Sentí como mis ojos se humedecieron e instantáneamente lagrimas comenzaron a recorrer mis mejillas.

Xiumin levanto su vista y puso su mano sobre mi cachete, limpiando las pequeñas gotas de dolor que se deslizaban rápidamente.

-Amor… no estés así. Según tengo entendido el se fue para protegerlas a tu madre y a ti, pretendió estar en un manícomio pero en realidad estaba con Setter, y ahora quiere que vayas con el…

-¡No! ¡El no quiere que vaya con el, quiere que vaya a entrenarme porque necesita de mi para matarte!

Exclame angustiada.

El me miro serio unos segundos.

-No creo, aquella noche en la que eras una bebe y yo subí para…- Trago saliva evitando decir que iba a matarme. –El en verdad se desespero, el quería protegerte.

-¡¿Por qué lo defiendes?!

Me queje.

-Porque soy honesto y quiero que a la hora de elegir lo hagas bien.

Lo mire confundida.

-¿Elegir?

El miro hacia la ventana.

-Si, hable con el, le plantee que tu no querías hacer eso y también que yo no quería hacerte daño. No me creyó mi parte, pero al menos dejo que tú decidieras lo que quieres.

Acoto.

Nos quedamos en silencio unos segundos.

-Eso esta bien.- Sonreí. –Yo decidiré.

¡Eso sonaba genial! Yo decidiría por Xiumin, me quedaría con el y no seria una caza-vampiros… si todo era así de genial ¿Por qué Xiumin aun se veía triste?

-Decidirás.- Continuo Xiumin. –Después de volver de Italia.

Deje que mi boca se entreabriera.

-¡¿Qué?! ¡Pero es obvio a quien voy a elegir si voy a Italia!

Las lágrimas volvieron a aparecer, pero esta vez no era yo sola.

Xiumin me miro con sus ojos aguados.

-Es lo único que pude lograr, _____, lo siento mucho.

-¡Esto es espectacular!

Escuche decir a mi madre mientras llevaba las valijas a nuestra sala.

Me miro con una sonrisa.

-¡No puedo creer que los del campamento italiano te hayan dejado entrar esta semana!

Anuncio entusiasmada.

-Ajam.

Atine a contestar.

Mire el coche de mi madre que estaba parado en la puerta siendo golpeado por miles de gotas de lluvia, el cual me iba a llevar al aeropuerto con destino a Italia.

Aguante las ganas de llorar y tome el bolso para salir afuera. Lo puse en el baúl mientras David ingresaba el auto.

-¡Hora de partir! ¡Rápido nos estamos mojando!

Subí al asiento trasero junto a mi hermano y me sobe los brazos para quitarme un poco el frió.

Recordé el último beso que me había dado Xiumin hacia dos días, cuando habíamos llegado de Inglaterra. Fue tan fresco, dulce, largo… perfecto, que solo se podía significar una despedida.

Me arrodille en el asiente y me acerque al vidrio trasero. Limpie la empañadura que el frió había provocado con la manga de mi campera y mire hacia arriba… le eche un ultimo vistazo (el ultimo antes de volver y convertirme en su peor enemiga hasta el punto de querer matarlo, no había nada que hacer contra eso. Los dos sabíamos que iba a ser así.)

El estaba allí, en la famosa ventana de la historia, detrás del vidrio, mirándome mientras algunas lágrimas bajaban por sus mejillas. Verlo llorar hizo que yo también comenzara a hacerlo.

Nuestras húmedas miradas se cruzaron a través de los vidrios. Puse mi mano sobre el del auto y el hizo lo mismo con la ventana, como si aquel frio material fueran nuestras palmas juntándose. El ruido del motor se escucho y de repente la figura de Xiumin comenzó a alejarse. Note como dejo caer deslizándose su mano resignada sobre el vidrio.

Solté un sollozo ahogado…

Adiós Xiumin, adiós para siempre.
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Ay TnT
Pobre Xiumin TnT

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Evelyn 🐼

Mi vecino es un vampiro - Xiumin y tu -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora