Helina:

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Como odio los malditos lunes por la mañana, como siempre me levante de mala gana, desayuné y me metí al baño a ducharme para poder ir al instituto, por Dios, como lo odiaba, todos ahí me criticaban por cualquier cosa que hacía, como vestía, como actuaba y como trataba a los demás, no es que me importara, pero ya tenía varios problemas con el director y estaba sentenciada, si hacia otra cosa me expulsarían, lo bueno era que se limitaban solo a hablar de mi entre ellos, y aveces una que otra estúpida, inmadura e infantil broma, en fin, salí del baño y me puse mi ropa (multimedia), como siempre solo delinee mis ojos y puse un poco de mascara, prepare mi mochila, me puse mi snapback y mis orejeras a todo volumen para finalmente tomar mi longboard y marcharme al instituto, iba sumergida en mis pensamientos cuando un auto casi me arrolla por ir a alta velocidad, me desconcertó un poco pues, en esta zona nadie, nadie, maneja así por más prisa que lleve, este barrio es muy tranquilo, aparte no había ni una sola persona, mucho menos autos, solo se veían dos ancianos a lo lejos, muy a lo lejos,mejor para mi, más tranquilidad, continúe con mi camino y al llegar al instituto me lleve la sorpresa de verlo cerrado y como todas las calles, completamente vacío, observe a mi alrededor para ver si venía algún otro desafortunado, mire mi reloj, aun faltaban 10 minutos para que empezará la primer clase, pero normalmente siempre había chicos y chicas afuera platicando o besándose y esas cosas, me senté en la acera a esperar a alguien, pero al cabo de unos minutos, al ver que nadie aparecía, me levante para hechar un vistazo por la ventana, pero al recargarme la puerta se abrió un poco, algo no andaba bien, mire a todos lados de nuevo y entre sigilosamente, cerré la puerta con cuidado y al darme la vuelta lo que vi fue completamente impresionante.

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