Capítulo 14

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Cuando bebes o le dices a alguien que planeas hacerlo,siempre hay dos tipos de advertencias. Uno es que no te exedas hasta el punto de desnudarte y acostarte con el primero que veas,y Dos es que tendrás que asumir la peor de las consecuencias en estos casos...la resaca.

Anoche no tome hasta emborracharme pero aún así, siento como si la cabeza me fuera a estallar en mil pedazos. Abro poco a poco los ojos,porque parece que pesaran una tonelada,y veo que toda la habitación esta llena de luz que entra por la ventana. Me levanto hasta quedar sentada en mi cama y veo...que me encuentro completamente sola. ¿Y las demás donde están?

Tomo mi celular de la cómoda y casi me da un infarto al ver que son nada menos que las dos de la tarde ¡¿Enserio Dormí tanto?! No lo puedo creer. Con gran parte de mi cuerpo aún dormido me levanto y saco ropa de salir de la cómoda. Ya que las demás no están, también tengo derecho a darme una escapada,aunque la verdad no se a donde ir exactamente.

Cuando ya estoy  bañada y vestida con unos pantalones entallados y una hermosa blusa que mamá me regalo  el año pasado para navidad consulto los mapas digitales online en mi teléfono y veo que hay un IHOP  a un par de minutos de la academia;sólo tendría que caminar un par de metros hasta la parada de autobús y este me dejara justo enfrente.

El día esta muy bonito,así que decido que después de desayunar buscaré algún parque o quizá vaya al cine. En la parada del autobús me siento al lado de un señora mayor que extrañamente huele a repollo y espero por al menos quince minutos hasta que llega el autobús y me siento al lado de la misma anciana.

Cuando llego al IHOP el delicioso olor a dulce que impregna todo el lugar me invade y yo doy un largo respiro para tratar de olerlo todo. Me siento en una mesa cercana a una puerta y espero a que me vengan a atender. Pasados unos minutos una chica pelirroja vestida con un uniforme a blanco y rosado se me acerca.

-Buenas tardes-Me dice sonriente y veo por su carnet de identificación que se llama Leila- ¿Puedo tomar su orden?

-Claro-Le sonrío de vuelta y tomo el menú de la mesa mientras lo reviso-Quiero un servicio numero tres,pero con miel de rosa,no de maple y con fresas en lugar de duraznos ¡Ah! Y agreguele también arandanos.

-Muy bien-Sin dejar de sonreír anota mi pedido en su pequeña libreta y luego me mira-¿Y de tomar?

-Una Banana Loca por favor-Digo siguiendo con mi dedo las letras de la sección de bebidas del menú.

-Muy bien ya le traigo su orden-Mete su libreta en el bolsillo delantero de su delantal y se marcha.

La campana de la puerta suena y yo me volteo para ver quien a entrado; casi tengo que agarrar mi corazón para que no salte fuera de mi pecho cuando veo que es el profesor de música al que ayer vi semi desnudo quien a entrado. Lleva una camisa blanca,una chaqueta de cuero negro y unos pantalones que se ajustan a la perfección a sus piernas,comparado con los demás Looks que le he visto lucir,este es el más adulto. El profesor mira por todo el lugar hasta que encuentra una mesa desocupada alarmantemente cerca de la mía y se sienta. Cuando voltea en mi dirección yo aparto la mirada y me cubro la  cara con el menú, se que el no tiene manera de saber que fui yo quien pintó la pared de su habitación, pero la culpa me tiene los nervios de punta,además se que, si lo sigo mirando,mi subconsciente traerá de nuevo la imagen de él en boxers,y quizá hasta lo imagine más allá de eso...sin nada puesto.

Cuando la camarera me trae mi orden le entrego mi tarjeta de crédito y mientras ella se cobra lo que le debo,yo me como a toda prisa los panqueques que están realmente buenos. Cuando me han devuelto mi tarjeta salgo prácticamente corriendo hacia la entrada. Pero...

Hasta Que Te Encontré(Shawmila)  Where stories live. Discover now