➳ Capitulo 33 - Facetas.

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☾ * ☽

Camila estaba espaldas a ellas.

Riendo.

Y el hombre frente a ella también lo hacía.

Lauren apretó los labios, tragándose las maldiciones que quería soltar al verle tan risueño con su Alpha. Cerró los ojos ante la desagradable sensación que sentía en la mordida, y su mano hizo presión en la zona para tranquilizarse. Inhalaba y exhalaba, acompasando su respiración. Serenando su mente.

Estaba anocheciendo. Debía calmarse, estaba justo en la zona donde las nuevas viviendas se estaban construyendo, y muchos de la antigua manada Cold Moon ayudaban con el trabajo, pero no contaba con ver a ese gran y robusto mastodonte en pleno acto de conquista, colocando un mechón del cabello de Camila detrás de su oreja.

-¿Lauren? -escuchó su voz, preocupada.

Abrió los ojos, y esta vez la mirada de ambos y algunos más, estaban puestas en ella.

Suspiró, boqueando sin palabras como todo un pez fuera del agua. La misma incomodidad y vulnerabilidad, fue la que llevo a Camila acercarse a su mate, sosteniendo su pálido rostro entre sus manos con delicadeza, como si fuese lo más frágil y perfecto que pudiese tocar. Su piel era cálida y reconfortante, incluso los fríos anillos dorados que adornaban sus dedos no le molestaban en lo absoluto en ese momento.

-¿Que ocurre? ¿Estás bien?

Notaba su olor natural desprender de la Alpha, llenando sus pulmones con cada respiración, empapando cada poro de su piel. Preocupada y protectora. A pesar de todo. Y enserio que estaba sorprendida sobre el autocontrol que tenía como para no lanzarse a lamer su marca.

- -respondió en tono bajo con dificultad, mirando de reojo como el anterior hombre ahora estaba cruzado de brazos, con esa pose estoica y burlona hacía ella.

Camila de inmediato obtuvo su atención, se acercó un paso más a ella, y la miraba como sí intentase descifrar que es lo que pensaba, o lo que le inquietaba a su Luna. En cambio, Lauren comenzaba a sentirse mareada, incapaz de mantener su molestia y celos para sí misma.

-Sólo... quería venir y... ha-hablar contigo -murmuró. Parpadeó despacio, apartando los ojos de la Alpha avergonzada-. Quería decirte que... yo... ah...

-Lauren. ¿Crees que esté es el momento correcto para discutir sobre eso? ¿Justo aquí?

Su tono había sido bajo y ronco, molesto pero racional. Los ojos se le cerraron con sus palabras, aunque no lo había dicho con la intención de iniciar una nueva pelea, Camila no quería exponer sus problemas personales frente a la manada. Ellos no debían verla titubear o verse vulnerable, y con Lauren justo frente a ella con esa mirada era imposible no mostrarse así.

-Ve a casa -mandó, suavizando más su voz.

Quería volver a hablar de nuevo, intentar explicarse mejor, hacerle saber lo que en verdad pasó y prometerle que nunca volvería a esconderle algo de su vida, pero era como sí algo le obstruyese la garganta. Así que mejor cerró la boca, y asintió levemente.

Camila realmente no la quería ahí.

-D-De acuerdo -al fin cedió, dirigiéndole una última mirada al hombre, antes de volverse en sus talones y regresar por donde llegó.

Quisiera haber sentido la mano de Camila detenerla, y se sentía humillada por no ser así. Apresuró su paso, sin miramientos, sin contacto visual con nadie, con zancadas largas y firmes, dirigiéndose a su habitación para olvidarse por un tiempo sobre lo que la rodeaba, solo desaparecer del presente, estar consigo misma. Borrar cualquier pensamiento cabal en su cabeza, y centrarse en lo que venía.

Al poner apenas un pie de vuelta en la casa, un bulto en el suelo logró que perdiese el equilibrio sin remedio, logrando poner sus manos al frente al hacer contacto con el suelo. Gruñó fastidiada, y resopló al levantarse. Pero un escalofrío le recorrió el cuerpo al ver que se trataba de dos guardias inconscientes en el suelo. Uno de ellos identificándolo como Keaton.

El silenció era ensordecedor, comenzaba a sentir la boca seca, respiraba hondo; premeditadamente, y el propio miedo se encargaba de cerrarle la garganta.

Un peso impactó contra ella, provocando que ambos cayesen al piso con un golpe sordo proviniendo de la cabeza de Lauren, causando que todo comenzara a dar vueltas, y su visión se nublara un poco. Un calor le recorrió la nuca, y sabía que había comenzado a perder la consciencia cuando las manos del hombre cernido sobre ella la tomaron por la cabeza y volvieron a hacer que ésta hiciera contacto con el suelo, manchándolo a la vez con sangre.

A través de las constantes agresiones, no lograba ver su rostro. Su agresor llevaba alguna clase de mascara oscura encima. Los golpes se repetían, y repetían, llenándola de desesperación y rabia por no tener la suficiente fuerza para quitárselo de encima. Y el dolor era como fuego que le atravesaba la cabeza y los sentidos.

Él enserio no pensaba parar hasta matarla.

Se convenció a sí misma de algo, ese mismo pensamiento la llevó a levantar su rodilla con la suficiente fuerza contra la entrepierna del hombre. A pesar de sentir cada extremidad de su cuerpo más pesada, y esos destellos de colores en la sala de estar. Lo único que parecían real eran los aullidos que sonaban de fondo, fuera de la residencia.

-¡Mierda! -gruñó. Y la voz resultó ser escalofriantemente familiar. Lo peor era que sabía a la perfección de quién se trataba.

Sus manos se apartaron de la cabeza de Lauren para cubrir a su lastimado amiguito, cayendo a su lado en el suelo con gemidos de dolor.

Quería equivocarse.

No quería ver su rostro cuando quitara esa estúpida mascara.

Pero sus suplicas no fueron escuchadas al hacerlo, y verlo a él.

-Chris... -lo nombró con sorna. Asqueada.

-¿L-Lauren? ¡¿Pero qué mierda?! -jadeó el chico, haciendo muecas sin dejarse de sujetar la entrepierna-. ¡Me dijeron que estabas muerta!

Su cara se desfiguró al ver como la Alpha entró abruptamente con una expresión furiosa, ese brillo grisáceo en los ojos dirigido al cazador que irrumpió en su territorio.

Venía acompañada de más guardias, quienes retenían a un par de cazadores más. Los cuales Lauren inmediato identificó como sus mejores amigos de la Comunidad. June y James.

-¡No, Camila! -gritó aterrada.

La Alpha no parecía escuchar, y no encontró más remedio que usarse a sí misma como una barrera entre ella y el idiota de su hermano. Las piernas le temblaban, y con cada esfuerzo para ponerse de pie, la habitación daba vueltas a su alrededor. Pero eso no la detuvo. Lauren se encogió sobre sí misma. Jamás había visto a Camila tan enojada, en una faceta letal.

-¡VOY A MATARLO! ¡QUIERO ARRANCARLE LAS MANOS POR TOCAR A MI LUNA! -vociferó rabiosa, usando esa voz de Alpha que provocaba que todos bajaran la cabeza sumisos. Poderosa y penetrante. Dejó salir un gruñido amenazante, grave y profundo.

Tragó saliva, intimidada.

-Por favor, Camz. No lo mates -suplicó con un hilo de voz, pero sonaba firme. Podía sentir la confusa mirada de Chris a sus espaldas-. Él... es mi hermano.

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Quiero agradecer mucho a las que se toman su tiempo en ponerme mensajes así bien bonis. A los que votan y comentan. (También ustedes fantasmitas los veoooo) Me alegra que les guste mi historia y forma de escribir. Por ahora me tardo en subir con esto de iniciar mi último año escolar antes de entrar a la universidad, así que apreciaría que fueran algo pacientes (ya sé que siempre lo son conmigo xd). Por eso los amooooo.

Lov ya' su peyoyo

➳ LUNA ➳ CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora