Capítulo 7

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Le miré a los ojos y en su expresión solo podía descifrar la confusión que sentía.

-¿Por... Por qué me has besado Malú?

-Bueno... pues... no sé, porque llevo tiempo queriendo hacerlo y pensé que tú te sentirías como yo-dije desviando mi mirada al suelo.

-Yo... yo lo siento, no tenía que haber preguntado eso. Es que últimamente lo único que recibo son decepciones y pensaba que lo hacías por pena-dijo desviando su mirada también.

Reí ante la situación que me estaba tocando vivir. Reí porque éramos dos seres a los que habían roto y que habían perdido la confianza en las personas. Éramos dos chicas que habíamos perdido la confianza en nosotras mismas.

-Vaya dos hemos ido a juntarnos-dije sonriéndole.

Me sujetó de la mano y me miró a los ojos. Lentamente se acercó a mi y me besó lentamente. Cerré los ojos, apoyé mi mano en su nuca y profundicé el beso. Hacía tiempo que no me sentía tan bien. Nuestros lenguas jugaban compenetradas, parecía que ya se conocían de antes.

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Como cada día laboral el despertador me sonó demasiado pronto. Aquella noche no dormí tan apenas pensando en lo que acababa de vivir. Besé a una mujer y ella me había correspondido. Caminamos hasta mi casa agarradas de la mano, hablando y riendo como si nos conociésemos de toda la vida. 

Me levanté y miré el móvil

*Ya estas tardando en contarme qué tal te fue anoche -Vero*

Sonreí al recordarlo y le contesté.

*Esta noche peli en mi casa y te cuento*

Me preparé un café bien cargado, le di un beso a mi gata y me fui corriendo a la comisaría.

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Entré a la comisaría y ahí estaba, mirando papeles con el café en la mano, tan guapa como siempre.

-Buenos días agente Martín ¿ha dormido bien?

-Muy buenos días agente Sánchez, la verdad que no he dormido muy bien y por ello voy a estar extremadamente irritante con usted- me contestó sonriendo.

-Solo espero que no sea muy dura conmigo señora-le guiñé el ojo.

Me iba a contestar cuando de repente su semblante cambió por completo. Me giré y ahí estaban sus "padres" otra vez buscándola con la mirada. 

-Vámonos-dijo Vanesa- tenemos que ir a vigilar un las entradas y salidas de mercancía de un bar.

-Vanesa espera- la sujeté del brazo- quizá deberías hablar con ellos, ver lo que tienen que decirte, y entonces si así lo decides dejar de hablarles para siempre, pero desahogarte y decirles todo lo que tengas guardado desde que te marchaste.

-Eso es lo que pasa Malú, que no tengo nada que decirles.

Tras su respuesta se encaminó al coche y yo la seguí.

En silencio fuimos hasta el lugar en el que tendríamos que pasar el dìa, una vez allí nos colocamos de tal forma que pareciésemos simples civiles.

-¿Te apetece que quedemos a comer esta tarde?-preguntó rompiendo el silencio.

-Sí claro, me encantaría. Si quieres vamos a mi casa que no habrá nadie.

-Claro- sonrió- Malú atenta ¿ves a ese hombre entrando al bar? es a quien buscamos ¡ Vamos! y recuerda SIempre por detrás de mi.

Asentí con la cabeza y corriendo salimos del coche. Ya me había acostumbrado demasiado a esto, vigilábamos, encontrábamos a quien teníamos que encontrar y lo deteníamos. Y tal como todos los días pasó ese día, nada interesante la verdad. 

Nunca me gustó la rutina y esto era demasiado rutinario para mi. Necesitaba romper con ello.

-Así que vives con tus padres-dijo cuando entró a casa.

-Y con mi hermana pequeña-asentí.

-¡Un gato!- gritó de repente y fue corriendo hasta ella y como era de esperar el gato salió corriendo.

Volvió a la cocina con cara de pena por no poder haber cogido al gato a lo que yo me empecé a reír.

-Tu gato no me quiere-dijo acercándose a mi por la espalda mientras yo preparaba una ensalada- menos mal que tú sí.

Me rodeó la cintura y me abrazó colocando su cabeza encima de mi hombro. Me giré para estar cara a cara, me enganché a su cuello y le besé suavemente. Me separé para mirarla a la cara y me sorprendió su sonrisa que instantáneamente me hizo sonreír. Le besé una y otra vez hasta que nuestras respiraciones se dificultaron y nuestro ritmo cardiaco fue demasiado alto. Solo entonces Vanesa se separó.

-Creo que debería dejarte acabar esa ensalada-dijo sonriendo.

Puse cara de pena pero continué con lo que estaba haciendo. 

-¿Tienes algo de música para poner?

La llevé a mi habitación y le enseñé todos los discos que tenía para que eligiese el que ella quisiera. No me esperaba que cogiese "Amnesiac" de Radiohead, aunque me encantó su elección. 

-Me encanta tu habitación.

La verdad que yo también la adoraba, tenía ese toque de cuando la dejé siendo adolescente, llena de fotos y de recuerdos por todos sitios, libros y discos de música. Mis peluches, mi todo. 

Cuando volvíamos al comedor escuché otro grito

-¡No me habías dicho que tenías una guitarra!- gritó emocionada.

Parecía una niña de cinco años.

-No es mía, es de mi hermana, pero vamos que la puedes coger. 

Tan deprisa como pudo cogió la guitarra, corriendo se sentó en el sofá y empezó a tantearla. Embobada en su sonrisa me sorprendió cuando comenzó a cantar. 

Qué fácil fue
llamar mi atención
dejarme llevar
desde mi rincón.

Qué fácil fue
rendirme a sus pies
con que suavidad
me vino a perder. 

Cayendo en la trampa
aun sabiendo que engañaba
no viendo. 

Qué fácil fue
con cuanta quietud
hablamos de tres
sin ser multitud. 

Pero mi cuerpo, mi mente y mi alma
quedaron marcados
me siento incompleta
porqué.

Me quedo en silencio
revolviendo entre mi ropa
para no echarme a la cara
tu sonrisa loca
y seguir imaginándome su voz

Aquí y ahora
si pudiera te besaba
ay aquí y ahora
fundidos en abrazos ante el público
viéndonos
perdiéndonos
del mundo .


Tal y como ella quería decidí hacerle caso y la besé allí y entonces. Retiré la guitarra y me senté en sus piernas para poder besarla mejor. Con una mano le retiré el pelo de la cara mientras que la otra la tenía situada en su cintura. Suavemente la fui recostando en el sofá hasta que quedamos tumbadas la una encima de la otra, encajando como si hubiésemos sido hechas a medida. Sus manos ascendían desde mis glúteos hasta la parte baja de mi espalda que acariciaba suavemente mientras yo jugaba en su cuello. 

Cada vez teníamos más dificultades para respirar y cada vez nuestro corazón iba más rápido hasta que alguien llamó al timbre de casa y mi corazón se paró por completo. 



Bueno ya estoy de vuelta, ¿qué tal ha ido el verano?. Voy a intentar subir con frecuencia aunque no sé cuanto tiempo voy a teneer para dedicar a esto, porque lo creáis o no, esto lleva su tiempo pero bueno. Me alegro mucho de estar de vuelta y espero que lo disfrutéis :)

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⏰ Ultimo aggiornamento: Aug 17, 2016 ⏰

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