El reencuentro

7.5K 395 17
                                    

Dos días después María había madrugado sin motivo aparente a pesar de haberse acostado tarde. Diego tenía turno de noche y no iba a volver hasta las 10 de la mañana. Dani se había levantado más pronto que María y había salido a correr y Adrián estaba en su despacho atendiendo unos asuntos de trabajo. Y María se sintió sola. Se lo estaba pasando muy bien, si, eso no podía negarlo. Estar ahí era lo que siempre había necesitado, esos tres hombres eran además de guapísimos, insaciables, tanto como María.  Muchas noches se había imaginado su vida si en vez de aquel día acostarse con Nacho y Rubén se hubiera acostado solo con un hombre. Ella sabía que aquello la había cambiado. Si nunca hubiera probado dos hombres seguramente se hubiera conformado con el sexo simple y rápido de un adolescente. Pero ahora su vida giraba entorno al placer, placer que solo hombres experimentados podían darle, placer que normalmente solo sentía cuando compartía cama con más de uno. Aunque más adelante se daría cuenta que todo iba más allá que el placer de ser compartida por más de un hombre.

Echaba mucho de menos a Pablo, pero sabía que él jamás entendería nada de esto. Cogió su móvil y lo llamó. Pablo dormía así que cogió el teléfono sin fijarse en quien hacía la llamada.

- ¿Si?- Dijo con voz ronca.

- Hola dormilón - Pablo respiró aliviado al escuchar la voz de su hermana.

- Hola enana. ¿Cómo estás?

- Muy bien, de verdad. Te echo de menos.

- ¿Quieres que vaya a buscarte? ¿A verte? Puedo ir este fin de semana contigo. ¿Te apetece? - A María le apetecía mucho pero no sabía si era buena idea.

- Me encantaría pero, tengo que hablarlo con los chicos.

- ¿Porque? Me voy a un Hotel y tu te vienes conmigo, echo de menos dormir contigo - María tenía muchas ganas de verlo pero a la vez no quería irse de esta casa.

- Pablo...

- ¿Que enana? ¿Ya no quieres verme?- Pablo estaba triste, sabía que su María estaba cambiando y le dolía no saber porqué.

- No! ¿Cómo puedes siquiera pensarlo? Pero... aquí estoy bien y... bueno que...Luego te llamo y te digo - Se despidieron y colgó. A Pablo se le quedó un regusto amargo en el corazón, pero aun así quería darle su espacio.

Pablo aquí con ella, le apetecía mucho, pero le asustaba la idea de que viera lo que aquí hacían y eso incluso le avergonzó. Más tarde María se metió en la piscina, desnuda como siempre. El agua estaba fresca y eso la ayudó a pensar.  ¿Cuanto tiempo pretendía quedarse ahí? El verano acabaría y debería empezar a buscar trabajo, aunque económicamente no lo necesitaba. Y lo más importante... ¿Cuánto tiempo ellos querrían seguir con esto? Al fin y al cabo, como ya le había explicado Dani, ellos solían hacer esto, y ella solo era una más. Una lástima, pensó. Le gustaba esta vida. Si, era complicada, pero le gustaba. Dani que llegaba de correr la vio y se metió con ella. Le vio preocupación en la cara y le preguntó qué le pasaba, María que quería ser sincera se lo explicó.

- Creo que es hora de que vuelva a casa. Hecho mucho de menos a mi hermano y a mi familia. Además... no puedo seguir viviendo aquí, esta no es mi casa - Dani que sin quererlo se había enamorado de esa chica ya no quería que se fuera.

- Puede serlo, hay habitaciones de sobra - Necesitaba que se quedara un poco más.

- Mi familia está en Barcelona, los echo de menos y me echan de menos - María no quería irse pero sabía que era lo mejor. Dani la veía ahí delante de ella, desnuda y mojada, tan tierna y bonita que no podía dejarla escapar.

- ¿Porque no los invitas aquí este fin de semana? Hay sitio de sobras y... así puedes quedarte más tiempo lejos de Nacho - María al oír su nombre le dio un pellizco en el corazón.

En la cama de María - Trilogía María parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora