Capitulo 32 | Lagrimas caídas

3.1K 131 1
                                    

5: 00 AM

Me observo en el espejo del baño de la pequeña tienda que había encontrado después de caminar kilómetros y kilómetros por la ciudad. Tenía un morado en el ojo, la ceja sangrando, un chupetón en el cuello y se me dificultaba la  respiración. y Con dos incómodas mochilas, una en mi hombro, y la otra en la mano. ¿saben que es para el colmo? La lluvia había caído y me había empapado completamente toda. Exacto, como un libro. Estaba mojada y congelada. Porque; cuando nos fuimos de San Diego  a Australia, Liam no me dejó empacar, y la ropa que tenía puesta cuando iba a la preparatoria, eran de las chicas que traían Harry o Liam cuando se quedaban a "dormir"  en la mansión.

Y lo peor de todo, me habían robado la tarjeta de crédito de Liam.

¿Algo me podría pasar peor?

FLASHBACK

3: 00 AM

Caminé con rapidez mientras la lluvia caía a mi alrededor. ¿Qué haría ahora? No tenía adónde ir.

Sentí una mano sucia debajo de mi cintura, chillé como loca, pero no había nadie por la calle, excepto algunos vagos, sin embargo, en las tiendas cercanas parecían no escucharme.

El hombre de pasamontañas me tapó la boca con la mano izquierda, y con la otra, apuntó
mi sien con la pistola. Sollocé.

Tenía miedo.

Tenía muchísimo miedo.

-Dame tu maldito dinero ahora, maldita zorra asquerosa. - Colocó su codo en mi cuello, jalándome hacía atrás, ahorcándome.

-¡S-Suéltame! ¡por favor! ¡No puedo respirar! - el chico me empujó, haciendo que me cayera en el suelo, ensuciándome entre  los charcos. Agarró mis muñecas con una mano, y con la otra, comenzó a meter y a sacar mi cabeza del charco. Me removía para poder liberarme, pero era imposible. Él era más fuerte que yo.

Escupí en su cara, al parecer eso lo hizo enojar, ya que
Me golpeó en el ojo, y después de eso, comenzó a chupar mi cuello; lamiéndolo, mordiéndolo. Arrancó mi camiseta, dejando a vista de todos mi Brasier.

Frío.

"No llores, no llores, Sky..."

Volví a sollozar. Las sirenas de los autos  de policiacos comenzaron a sonar por todo el lugar. El hombre sacó la tarjeta de crédito de Liam y ahí fue cuando reaccioné;

-¡N-no  p-por f-favor, n-no m-me q-queda n-nada, n-no tengo a-adónde ir, no t-tengo d-dinero!

El hombre pareció valerle mierda mi situación, ya que se fue corriendo, dejándome sola. Observé las sirenas de los autos policíacos desde lejos, y me pare rápidamente.

Si me descubrían, me llevarían donde Liam.

No puedo volver allí.

Corrí hacia una tienda y supliqué que me dejaran entrar al baño. Ellos me veían extrañados por mi aspecto, pero su mirada era de lástima, entonces entendí el porqué me dejaron pasar.

FIN FLASHBACK.

Temblé con frío. Tenía los labios morados. ¿Podré encontrar alguna muda de ropa en una  de estas mochilas?

Agarré la morada, y tras buscar y buscar, encontré una camisa que me quedaba gigante, un saco peludo, unos pantalones deportivos, unas medias gordas y unos tenis de Nike que eran de Kenzie.

Me coloqué la muda  rápidamente, y metí mi muda mojada en una bolsita que me había encontrado en la basura. (no sin antes lavarla, claro.)

después me recosté sobre la bañera donde estaban todos los instrumentos de aseo, y me puse la manta que me había traído, pegando la pequeña almohada en la pared. Mientras observaba la pulsera que Sam me había regalado, mis ojos comenzaron a cerrarse, soñando con el día de la muerte.

La hermana perdida de Liam PayneTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang