Flores

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Clarisse se encontraba hecha una verdadera furia, en el campamento nadie se atrevía a verla por temor a ser atravesados por su espada o por cualquier cosa con potencial a un arma por lo que preferían pasar de largo y de esta manera evitar problemas con la hija más amenazante del dios de la guerra, aunque nadie sabía la razón de la frustración de Clarisse muchos tenían el presentimiento que aquel odio que desbordaba por todos sus poros era causa de su relación truncada con el hijo de Hermes y que el hecho que Chris se viera tan feliz y siempre cerca de una hija de Hebe no ayudaba a que los ánimos de mutilar a alguien disminuyeran en su ahora ex novia.

   La rutina de la hija de Ares consistía en descuartizar los muñecos de práctica del campamento para después permanecer encerrada en su cabaña. Aquel sentimiento que tenía atravesado a la mitad del pecho era mucho peor que unas costillas rotas, los recuerdos que compartía con el hijo de Hermes intensificaban aquel dolor hasta convertirlo en insoportable, pero eran de los recuerdos más agradables que tenía. La primera vez que lo vió llegar al campamento, aún eran unos niños pero ese día algo en ella se removió, su primer beso fue mágico, no por las circunstancias pero sí por los sentimientos y la magnitud de ellos aunque después de ello golpeó al chico dejándole un ojo morado. No importaba los intentos que hacía Chris para demostrar lo que su corazón albergaba para y por ella. Clarisse se burlaba o lo molía a golpes, no fue hasta que desapareció para unirse al ejército del Titán que se dió cuenta que necesitaba a ese chico de cabello negro y ojos marrones, no para golpearlo o burlarse de él. Lo necesitaba para que su día fuera un buen día aunque no estaba tan loca como para admitirlo en voz alta y mucho menos frente a sus hermanos.

   Pero ahora nada de eso importaba porque Chris había mandado todo al retrete. Todo había iniciado unas semanas atrás, cuando al semidiós se le empezó a ver muy acompañado de una semidiosa hija de Hebe, ella era bonita mucho más bonita que Clarisse sus ojos caramelos, los rasgos finos que poseía en conjunto con su cabello rojizo la hacía parecerse más a una hija de Afrodita en cambio la ahora exnovia de Chris tenía más una pinta de un luchador y sus ojos eran tan comunes que no había algo lindo en ellos a menos que te seas un aficionado a la guerra. Todo eso aunado a las largas horas que pasaba con Jane había provocado la peor escena de celos que había tenido la pareja logrando una inminente ruptura.

   —¡Abran la maldita puerta! —El estruendo fuera de la cabina cinco hizo que Clarisse modificara su rutina ya que ahora no descuartizaron a un muñeco pero si a una semidiosa

   — ¿Qué es lo que quieres Jane? —Cualquier otro semidiós o monstruo saldría corriendo en busca de su mamá tras la mirada asesina que poseía la capitana de la cabaña

   —Quiero que vayas y te disculpes con Chris. No me gusta que sufra por tu culpa.  —Jane estaba aterrorizada pero se lo debía a su amigo ya que gracias a su culpa su novia lo había terminado. Ver a Chris deprimido era algo poco común, desde que aquella descomunal pelea había dado pauta para la ruptura se negaba a salir de su litera a menos que tuviera que ir al comedor o a los baños, no importaba la insistencia que ella pusiera para alegrarle el día porque sabía de sobra que fingía estar felíz para no preocupar a sus hermanos y estos tomaran represalias con la dueña de sus pensamientos, así de dulce era Chris Rodríguez.

   —¿Por mi culpa? fue él quien provocó esto —Clarisse sentía que el corazón le era estrujado con ahínco 

   —¿Por qué?  por ayudar a una amiga que no sabe cómo decirle al mundo que le gusta una hija de hefesto —Aquella respuesta no estaba en las posibilidades de Clarisse, ahora se sentía como una completa tonta —No me gusta Chris pero sé de muchas que aprovecharán la oportunidad de oro que les has proporcionado —Dicho esto Jane salió a toda prisa de la cabaña de Ares

   Clarisse no sabía como recuperar a su Chris y no tenía a Silena para orientarla como en aquella ocasión por lo que decidida a dar lo mejor de sí en su relación tomó toda su fuerza de voluntad y se dirigió a la cabaña de Deméter para poder conseguir un bonito ramo de flores.

   Algo que sin duda esperaba era ver a varias campistas como buitres en busca de carne en la cabaña de Hermes quizás un tiempo atrás Chris no era tan estimado entre los campistas pero sin percatarse este fue adquiriendo popularidad entre las semidiosas debido a la forma en la que trataba a Clarisse. No importaba cuantos grandes insultos ella podría darle Chris Rodríguez siempre estaba ahí cuando su novia lo necesitara.

   —Aléjense de aquí y de MI novio —Al verla llegar varias campistas corrieron lejos de ella ya que irradiaba un aura tan poderosa que si no se encontrara en los límites del campamento atraería a todos los monstruos que se encontraran a un radio de diez kilómetros a la redonda

   La hija de Ares entró a la cabaña sin importarle en incumplir la norma de no estar dos semidioses de distinto sexo solos en una cabina, ver a Chris acostado en una posición fetal envuelto en una manta le provocó querer acostarse a su lado

  —Chicos de verdad que estoy bien, solo es una gripe

   —No te había dicho que no me puedes engañar —La voz de la única persona que Chris quería cerca por fin había llegado

    —Así que eres tú —Contestó con fingida molestia cuando él solo quería abrazarla, llenarla de besos y prometerle que nunca volverían a pelear a tal grado de romper lo que tenían

   —Estas molesto y lo entiendo pero —La voz de Clarisse se rompió sin pleno aviso, se sentía una escoria y dudaba que mereciera a alguien como él en su vida —Quería disculparme. Hice un drama por algo sin sentido pero me sentía tan insegura, no soy bonita y para nada femenina que al verte cerca de Jane algo en mí interior se removió. Entiendo si no quieres regresar conmigo, ahora —El monólogo de Clarisse fue interrumpido por unos labios cálidos, un beso que a pesar de solo durar unos segundos se sentían como siglos. Unos siglos fascinantes.

   —Tal vez no seas la chica más bella para mundo pero para mis ojos eres más que bella y fuerte y amable aunque te empeñes en demostrar lo contrario y tierna y leal un poco gruñona pero es parte de tu encanto

   —Eso quiere decir ¿Que me perdonas? —Preguntó Clarisse en el cuello de probablemente novio

   —Solo porque me has traído flores. Por qué son para mí ¿Verdad?

   —No hay alguien más al quien le llevaría flores —Susurró Clarisse perdida entre el aroma de su ahora sí novio. 




N/A: ¡Hola! lo prometido es deuda. Aquí está este one shot de Charisse, esta idea ha estado vagando por mi mente desde que en la escuela ví a una chica llevarle flores a su novio ¡A que no es tierno! Ese día casi muero de ternura.

Espero que les haya gustado ahora sí me iré a dormir que mañana me despierto a las 4:30 a.m ¡Que tengan un buen inicio de semana! Nos leemos pronto. Los quiere Andy G (No sé por qué me refiero a mi en tercera persona XD)

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⏰ Last updated: Aug 22, 2016 ⏰

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CharisseWhere stories live. Discover now