Seis

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Maleta lista, accesorios también, mis libros que jamás pueden faltar en un viaje, mi libro de dibujo y de escritura.

Deje mi maleta a un lado y camine hasta el baño, tome mi cepillo de dientes y lo metí en mi maleta.

¿Que falta? Mire a mi alrededor y vi los regalos de Rydel y hermanas en una esquina. Caminé hasta ellos los tome y los coloque con cuidado en mi tercer maleta.

—¡H...!.-James dejo la frase en el aire al ver mis maletas—¿Todo eso llevas? ¿Acaso te vas a quedar?.

—No—Me senté en el sofá y acomode mis botas.—Creó.—Susurre esto para mi.—¿Tu qué llevas?.

—Solo esto.—Señaló una malesta.—No es mucho ya que no pienso quedarme mucho.

— ¿Por que no?—Tome mi celular.—Los Angeles es totalmente hermoso.—Sonreí, el fruncio el ceño.

-—Hazel.—Tomo mi barbilla—Te amo pero no quiero estar toda mi vida allí.—Asenti.—Te amo.—beso mis labios.

Tomamos nuestras malestas, James me ayudó con unas. Llegamos al aeropuerto justo a tiempo.
Subimos al avión ¡Agradezco por que no nos tocó los asientos a la par!. Me enoja que James se así. Me puse mis audífonos y puse algo de Green Day. Poco a poco cerré mis ojos hasta quedar profundamente dormida.

—Hola.—Sentí que movían levemente mi hombro.—Disculpa por levantarte.—La chica sonrió apenada.—Que mala persona soy—Rei incorporándome en mi asiento.—Pero el vuelo ya aterrizó y no te puedo dejar aquí.—Sonrió.—Camille Blake.—Me extendió su mano, la tome con una sonrisa.

— Hazel Wesley. Descuida, linda.—-Mire el reloj.—Te agradezco, si no no llegó con mi familia.

-—¿Eres hija del señor Jason Wesley?

Asiento levantándome junto a ella.

—Así es.

—Realmente amo el trabajo de tu padre, además que es un hombre muy respetado.

—Ese es mi padre.

Reímos.

—Un gusto conocerte Hazel.

—El gusto es mío.

Camille me cayo realmente bien, ame su actitud intercambiamos números y tal vez otro día salir a tomar algo.

—Hasta qué te encuentro—James venía con todas las maletas.—Pensé que te habías quedado en el avión.

—Si me había quedado dormida.—-Tome mis malestas.—Que gran novio eres ¡Gracias por despertarme!.—Camine hacia la salida del aeropuerto, al salir tome un respiro, que bien se siente.

James detuvo un taxi y subimos, le dije la dirección y el chófer con una sonrisa nos llevó hasta mi antigua casa.

Y mis personas favoritas estaban afuera.

—¡Hazel!.—Mis padres estaban sentados en el jardín.—¡Cariño! Pensé que mañana vendrías.

Yo sonrió abrazandola.

Me gustas, Ross.  ➸Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora