La satisfacción de matar (Pausada)

IV

C. S. Cross

Me dolía la cabeza la luz estaba muy fuerte, poco a poco me iba acostumbrando a la luz, cuando por fin pude ver me di cuenta de que no me encontraba en mi habitación, esta estaba toda de color crema, había una estantería donde se encontraban libros de diferentes tamaños, grosor y estilo, junto a la estantería se encontraba un tocador cerca de la cama había un closet enorme, y en un rincón había un escritorio y una hermosa guitarra eléctrica con su amplificador; alguien toco la puerta y la abrió, en la puerta se encontraba una mujer no más grande de 23 era bonita, entro al cuarto y dejo un lindo vestido azul junto a unos zapatos de piso que combinaban, en el tocador dejo una cinta, unos aretes y un collar, después dijo:
- el señor quiere que se arregle y baje en 15 minutos al comedor
Yo no tenia hambre y tampoco quería ponerme un vestido ya que no me gustaba usar vestidos
- diga le al señor que no tengo hambre y que no me pienso poner ese vestido
La señora asintió me no muy seguirá de querer ir a decirle eso, minutos después alguien abrió la puerta bruscamente y se dejó ver al joven que me secuestro y que había matado a esa chica en el bosque, se veía molesto, se acerco a mi con pasos decididos, con tan solo ver sus ojos me arrepentí de haber dicho eso a la señora.
Me tomo del brazo bruscamente y me puso contra la pared
- Arregla te y quiero que bajes al comedor
- no quiero* y recibí una bofetada por parte suya
- no te estoy diciendo si quieres es que lo vas a hacer* y me pego de nuevo, se alejó de mi y antes de irse me miro con esos ojos enojados - te espero en 15 minutos y no me hagas venir por ti* se marchó azotando la puerta
Me encontraba sola en el cuarto y como sus ojos me dieron miedo me dedique a bañarme, me puse el vestido muy a mi pesar aunque no era feo me puse los aretes y el collar, me recogí el cabello en una coleta alta y la cinta alrededor de esta con un moño, ya estaba vestida pero no quería bajar, en eso entró otra muchacha
- dice el señor que debe bajar ya, no le gustaría venir por usted - cree me no quiere que suba por usted
Yo la mire pero no me moví de mi lugar, en las escaleras se escuchaban sus pasos y me dio miedo pero seguí sin moverme, él apareció en la puerta y se veía más enojado, entonces me aterre y di un paso hacia atrás, él entro y me jalo del brazo arrastrándome fuera del cuarto, yo me quejaba pero él no me soltó hasta que llegamos al comedor y me izo sentarme en la silla, el se fue a sentar en el extremo de la mesa quedando enfrente de mi, yo baje la mirada porque sus ojos me daban escalofríos y sabía muy bien que me miraba con enojo.
Entró otra muchacha dejando dos platos uno para él y uno para mi, entro de nuevo y dejo un plato de ensalada junto a los platos y dos copas de vino tinto al lado y después se retiró, yo me dedique a comer ya que no quería que me pegara o me matara como a esa niña, termine de comer, él me tomo del brazo y me llevo a una habitación, supongo era su despacho porque había un escritorio y al lado de este unos sillones, me sentó en frente del escritorio y el se puso delante de mi, me miro fríamente con sus hermosos ojos grises
- debes entender que esta es mi casa
- entonces porque me trajo aquí* me miro mal por interrumpirlo pero prosiguió con lo que estaba diciendo
- y tu no eres nadie aquí, y me debes obedecer porque ahora estas en mi casa
- yo ni siquiera quiero estar aquí* me dio otra cachetada ahora se veía más enojado
- y si no obedeces tendrás un castigo y cree me no quieres que te castigue, soy una persona muy buena pero si me haces enojar sacaras lo peor de mi
* si así es bueno me imagino que matar es su lado malo.