Déjate cazar (Cancelada)

Capítulo 1

-¿De verdad que vas a estar bien sola cariño?-Era la quinta vez que me lo repetía antes de irse, al fin podía vivir sola, claro que iba a estar bien.

-Si mama.-Su mirada seguía siendo de preocupación.-De verdad que si necesito algo te llamare, tampoco estamos tan lejos, vives a cuatro minutos de mi casa y ademas, si papa pudo vivir solo un tiempo y sobrevivió no puede ser tan duro.

Con esto me había ganado la sonrisa de mi madre, ella sabe que siempre e sido suficiente autónoma para hacer las cosas, pero se que no es por eso, tiene miedo de que me pase algo, tantos cazadores sueltos es peligroso ¿Quien no quiere darme caza? Siempre a sido todo peligroso desde mi nacimiento, no es tan fantástico nacer especial.

Yo no nací como otros hombres lobo, a mi no me hizo falta esperar hasta mis diecisiete años, no me hizo falta hacer un ritual de iniciación. Cuando nací ya podía transformame, eso causo que no pudiera unirme a una escuela con todos ¿Que pensarían los humanos al ver a una niña pequeña convertirse? Somos un secreto para ellos, muy pocos saben de nuestra existencia. Tuve que esperar a ser mas mayor para poder ir como cualquier persona normal, tenia que aprender a controlarme.

Con todo esto de la niña milagro llame mucha la atención de otras manadas, todos querían ser el esposo de la hija del Alfa, por si fuera poco con mis transformaciones también tengo que añadir que mi padre es el líder de esta manada, eso hace llamar aun mas la atención... Tampoco seria tan malo eso, con solo rechazarlos ya esta bien, pero fui tan famosa en tan poco tiempo que también llame la atención de los cazadores, tantos años ocultos para salir ahora, nos han vuelto a dar caza y lo peor de todo, mi cabeza tiene recompensa.

Pero hay un lado positivo a todo esto, los cazadores no saben como es mi rostro, van a ciegas con eso. Ademas de que unos simples humanos no pueden saber quien es un lobo y quien no, no pueden olernos, esa es nuestra ventaja. Pero son bastante listos, de alguna forma o de otra a muchos de nosotros nos acaban identificando, nuestra suposición es que han hecho algo imprudente algo fuera de si que les haya podido delatar, pero eso sigue siendo un misterio.

-Vale Iryna, ten cuidado...-No tardo mucho en darme un abrazo, le iba a ser duro no tenerme en casa molestando-la con papa.-Nos tenemos que ir ya, se nos hace tarde para la reunión...

-Lo se mama, date prisa.-Mire a mi padre, llevaba mucho rato callado, no se le daban muy bien las despedidas y mucho menos la de su pequeña. Fui a darle un abrazo a el también para despedirlo, un abrazo que el enseguida correspondió.-Adiós papa... No molestes tanto a mama.-Dije con una sonrisa, a lo que el puso cara de extrañado.

-¿Molestar? Yo no molesto.-Respondió aguantándose la risa.-Bueno pequeña, nos vamos, cuídate.-Y acto seguido de decir eso salieron por la puerta. Al fin sola en mi casa, ahora puedo hacer las cosas que siempre e querido hacer sin ser controlada por ellos, al fin libertad.

Fui camino al comedor, quería relajarme un poco en mi cómodo sofá, pero antes de llegar a este mi móvil sonó. Salí corriendo hasta mi habitación donde este se encontraba y me tire encima de la cama, agarre el móvil que estaba situado en mi almohada y lo descolgué sin mirar quien era.

-IRYNA.-Me grito la persona al otro lado del teléfono, esa voz era fácil de reconocer, era de mi mejor amiga Beth, no había nadie mas gritona que ella.-Adivina quien tiene dos entradas para ver boxear a dos tíos que posiblemente estén buenos esta noche.

-¿La vecina del sexto?-Conteste riéndome. Me acomode mejor en la cama, se que una conversación con ella no es cosa de dos segundos.

-Muy graciosa, quizás tenga que replantearme en si llevar a otra persona que no seas tu.-Y aquí estaba ella haciéndose la difícil, no le quedaba bien ese papel, era una persona que no aguantaba mucho seria, enseguida acababa riendo.