Capítulo 05

1.8K 81 9
                                    

Zelda estaba un poco más tranquila y se podía decir que también estaba contenta. Habían pasado ya tres días desde que la había secuestrado y ambos jóvenes pasaban más tiempo juntos.

Recordemos que Zelda le pidió a Link ayuda para ver el mundo que Link ve.
Zelda ve el mundo de una manera distinta, no ve la realidad, piensa que todos son felices, que nadie pasa hambre, que todos son unidos, que los ladrones son atrapados y que las leyes ahí se respetan por que se respetan.

En realidad es todo muy diferente.

El mundo que Link ve, es la misma realidad. Todos sufren de algo, unos sufren de hambre, otros mueren por no poder pagar un servicio con el doctor Lee, otros no tienen ni un lugar donde dormir, un trabajo estable.

Link le enseñaría todo lo que ella como futura reina debe de saber, le enseñaría la historia detrás de varios lugares del Reino y además la llevaría a que viera con sus propios ojos que ha sido de su reino desde que sus padres fallecieron.

Por otro lado, Serena se ha recuperado poco a poco, se ve más animada, ya camina por la casa e incluso cocina para Link y para Zelda.
Cuando se entero de lo que hizo Link, hubo una pelea tan fuerte que Zelda terminó llorando para separarlos, no estaba de acuerdo pero... Lo hecho, hecho esta. ¿No?.

—Me alegra ver que estas mejor Serena — los tres estaban almorzando juntos en la misma mesa, si como leyeron, en la misma mesa, Secuestrador y secuestrado conviviendo como si fuera amigos. — me preocupe cuando te vi tirada el primer día que estuve aquí.

Serena soltó una risita.

—Te vez contenta a pesar de estar secuestrada — su ánimo había regresado — solo te pido que no te enamores de este Secuestrador — ella estalló de risa mientras tanto Link se estaba ahogando y Zelda le daba palmadas en la espalda para ayudarlo.

—¡Serena! No digas esas cosas — se paso una servilleta por los labios — casi muero por tu culpa.

—Serena, no digas ese tipo de cosas — estaba sonrojada y jugaba con sus dedos.

—Levanten la mesa y limpien los trastes — una vez que se levantó de la silla se fue directo escalera arriba — aún me siento cansada, iré a dormir un poco más.

Dicho aquello desapareció por el pasillo de la planta alta, se escucho como cerro la puerta de un golpaso.

—¿Ella está bien? — el asintió

— Le gana la locura en ocasiones — ella se acercó al fregadero y empezó a lavar unos cuantos trastes — Una princesa no debería de estar lavando unos sucios trastes — le sonrió.

—Saboreo por primera y última vez la libertad de ser una persona cualquiera — el asintió y paso a recoger todo lo que estaba en la mesa, platos, vasos, el tortillero y demás. Entre ambos estaban haciendo los labores del hogar.

—Esto es muy divertido — saco sus dedos del agua y se los mostró — ¡Mira! Mis dedos parecen pasas.

Link sonrió, le gustaba verla así de animada, verla disfrutar algo nuevo y de experimentar.

—¿Acaso nunca has lavado un plato? ¿Nunca?

—Para tu información, una princesa tiene prohíbido muchas cosas y entre ellas estan hacer el quehacer. — sonrió — pero ahora todo es diferente, soy libre por ahora y quiero disfrutar al máximo.

—Aveces me preguntaba que es lo que hacía la princesa en su estancia de cuatro paredes.

—Una princesa no puede quejarse, presumir, sudar, dejar de sonreír ni contradecir — explicó — siempre debo de estar bien y dar el 100 en todo.

—Si quieres puedes limpiar toda la cada, claro que su majestad desea. — ella lo golpeó y siguió lavando — me gusta tu nueva actitud, es agradable.

—Tengo demasiado por aprender y tu serás mi maestro en esto, me lo debes por haberme raptado.

Siguieron haciendo sus deberes, limpiando la casa que tenía un buen de desorden por la llegada de ambos. Zelda reía al ver los chistes malos de Link y estaba emocionada al ver que ella era útil en algo y que podía ayudar a los demás.
Quiere demostrar que puede ser más que una princesa que vive en un lujoso castillo y con mil comodidades. Quiere ser alguien mejor.

Tocaron a la puerta y Link fue a abrir pero no contaba que ese visitante era el doctor Lee que venía a checar a Serena como había prometido. No contaba con su visita y claro el los descubrió cuando vio a Zelda detrás del joven con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Princesa Zelda! ¿Qué hace aquí? —Zelda se escondió detrás de Link — ¡Tú! ¡¿Acaso tu la Secuestraste?!.

—Doctor Lee hay mucho por explicar y con gusto le explícare, si me da chance.

—¡No puedo creer esto, Link! Yo te defendí cuando te acusaron de Secuestrador y mira nomas. ¡Termino siendo verdad!.

Tanto Zelda y Link terminaron intercambiando miradas y ella esta vez tomo la palabra en esto.

—Doctor Lee, se que esta muy enojado con Link pero de alguna u otra manera — suspiro — estoy agradecida con el.

—¿Agradecida? Alteza este muchacho la aparto del Reino y de su coronación. ¿Cómo puede estar agradecida?.

—¿Usted sabía acaso de la situación terrible en la que está el reino? La gente se muere de hambre y de otras cosas, yo no lo sabía hasta que Link me lo contó.

El doctor asintió, el no estaba de acuerdo de como el consejo y la misma Impa tenían a la princesa lejos de todos y de la misma realidad.

—El me prometió regresarme y confío en el, para mí es importante conocer mi reino, como Link me dijo — lo tomo de la mano y le sonrió — de nada me servirá ser reina si no conozco a mi reino y no estamos conectados.

El doctor suspiro, la tomó de las manos y asintió.

—Le prometo que no diré nada de lo que mis ojos acaban de ver. Pero con una condición — ella asintió — vendré a visitarla para ver su evolución.

Zelda sonrió, estaba muy agradecía por haber conocido a Link, aunque era un delincuente, por ahora, le había ayudado mucho y estaba muy agradecida.
Ese día el doctor se quedó en la casa de Link para explicarle a la princesa como estaban las cosas realmente.
Por fin la tomaban en cuenta para algo y Link no dejaba de verla con otra mirada. ¿Amor? Puede que sea aunque cadezca de sentido.

Enamorada De Mi Secuestrador. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora