Señorita Kim

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- Por última vez JongAh, necesito que tengas mejores calificaciones o de ninguna manera te pagaré ese tonto concierto del cual no paras de hablar, ni salidas, ni viajes, ni una puta madre ¿entendido?

La chica frente a ese hombre ceñudo asiente desinteresada, volviendo a cruzar los brazos sobre su pecho mientras la burbuja de chicle volvía a inflarse y explotar. Los dos estaban enojados, se notaba, pero estaba claro que tenían sus propias razones.

- Odio el inglés, es peor que las matemáticas.

- Pues empieza a amarlo -dijo él- o en todo caso te irás despidiendo de todas y cada una de tus tarjetas de crédito.

- No lo harías.

- Sí lo haría.

- ¡Papá!

- Ten buenas calificaciones y no lo haré, no es mucho lo que te pido Kim JongAh, por Jesús Cristo, eres una niña muy mimada.

- Es tan difícil, no lo entiendo ¿cómo quieres que ame algo que no entiendo?

- Yo te amo a ti, toma eso como ejemplo. -El hombre se había dado la vuelta, tomando el saco del perchero para salir por la enorme puerta de esa casa.

La chica de piel ligeramente morena hace una pequeña rabieta, golpeando sus pies contra el suelo con bastante enojo por las últimas palabras de su papá. Era verdad, necesitaba mejorar sus notas en inglés.

Kim JongAh es una chica de preparatoria aun, ella tiene diecisiete años y es realmente bonita, ojos y labios grandes, cabello largo, piernas largas y cintura de modelo. Tiene todo lo que alguna chica pueda desear a esa edad, pero ciertamente la responsabilidad no se lleva muy bien con ella, sus notas en la escuela lo reflejan. Ha pensando también una y mil formas en las que pueda hacer que esas malditas calificaciones salgan mejor, pero el idioma no le interesa en lo absoluto, aunque, si su padre lo ponía así, debía haber alguna última oportunidad para sacar un perfecto cien.

Horas más tarde JongAh se encontraba en la cafetería de la escuela, aun pensaba bastante las palabras de su padre, la verdad no tenía cabeza para otra cosa, debía aprobar los siguientes exámenes. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando su mejor amiga se sentó a su lado, la chica había movido su cabello a un costado mientras robaba de la comida de JongAh que le dio un golpe en la mano.

- ¿Por qué tan pensativa, Jonggie? Tu ensalada se hará parte de la decoración del jardín.

- No fastidies Hun -dijo exasperada la morena soltando un suspiro- Estoy pensando en lo que me dijo papá esta mañana. ¿Puedes creerlo? Quiere que mejore mis calificaciones en inglés o me quitará todo.

- ¿Y qué es lo malo?

- ¿Qué es? -JongAh deja sus ojos en blanco haciendo reír a su amiga- Que no tengo ni una maldita idea de cómo aprender inglés en un mes. Los exámenes finales vienen en cuatro semanas, si no aprendo ni un poquito me tendrá encerrada de por vida.

- Vamos no seas tontita, hay cursos de inglés especializados ¿Por qué no tomas uno?

- ¿Y gastar dinero que bien puedo ocupar en mi boleto para el concierto de SHINee? ¡Ni loca!

- Entonces quédate neófita, encerrada y sin conocer a TaeMin de por vida.

Esa chica MinHun es muy diabólica si se lo propone. JongAh jadea por no tener otra opción más la que le ha dado la tonta e inexpresiva de su amiga.

***

Así que ahí está, exactamente en el lugar que había investigado por internet frente a un edificio de tres pisos que le quedaba un poco grande, en la marquesina, el nombre de la institución. JongAh se preparó mentalmente para lo que fuera que estuviera a punto de enfrentar.

Oh Yes! »KaiXingWhere stories live. Discover now