Only you { Jamie Campbell }

la playa.

entré a la tienda seguida por Jamie , me miraba con su típica sonrisa de saber en la incómoda situación en la que nos adentrabamos. 

- ¿puedo ayudarte en algo?- preguntó la dependienta, una chica de estatura media, pelirroja y de unos bonitos ojos azules. Sonrió exageradamente.

- Mmm hola, buscaba bañadores de piscina, estilo bikini... ¿sabes a lo que me refiero?

- ah sí, sígueme por aquí.- dijo con un movimiento de cabeza.

la chica me llevó hasta la zona que buscaba. Vi dos modelos, uno negro de la marca IVY PARK, con sus letras blancas en la parte delantera, y luego el segundo era dorado, con dos cortes a ambos costados, a cual más bonito.

- te probarás ¿no?- preguntó Jamie sentándose en uno de los sillones de la zona del probador.

-por supuesto, pero eso no significa que vayas a verme  con ellos puestos- dije guiñándole  un ojo.

al final me decanté por el negro de Ivy Park. al llegar a los mostradores para pagar, Jamie insistió en pagarlo él, pero no se lo permití. después de una estúpida discusión la cual gané yo.

Nos dirigimos a Manorbier Beach, solíamos ir allí de pequeños. Era una playa pública pero la gente prefería más esa playa como fin fotográfico o pic nic, nosotros siempre nos bañábamos allí.

- ¿Preparada?- preguntó Jamie quitándose la ropa.

Intenté quitar la mirada de su cuerpo mientras se despojaba de su ropa pero se me hizo imposible.

-¿se puede saber qué miras?- preguntó sacándome de mi empanamiento.

Dios, que vergÜenza, sentía el ardor en mis mejillas, ¿en serio Iris?

- yo.....mm, nada-  tartamudeé quitándome la ropa también. 

- Veo que has ganado facultades cabeza- dijo riéndose. Dios esos hoyuelos me mataban

- que gracioso, y no empieces a llamarme cabeza o lo lamentarás....

- ya claro.

Corrió al agua, tirándose rápidamente, comenzó a nadar hacia fuera zambulléndose varias veces en el agua. Comencé a andar hacia él.

- ¿No entras?- gritó sonriente

- está fría Jamie dame tiempo...-susurré intentando adentrarme un poco.

- ésta es tonta...- dijo entre dientes nadando hacia mi.

- ¡Ni se te ocurra! ¡Jamie!- grité desesperada cuando jaló de mi pie y me hundió en el agua.

-  ¿ te creías que te iba a dejar ahí fuera? no nena, ahora que has vuelto no voy a desperdiciar nuestro tiempo.

desde esa frase tan profunda para ambos, supe que se avecinaban muchos sentimientos...