Doble Elección (Orígenes de la Selección)

Capítulo cinco. Más débil, más bonita.

¡Hola! Hoy os traigo un capítulo que he querido publicar desde el principio y que estoy segura os gustará mucho (o eso espero). Antes de que os pongáis a leer, hay una chica (su nombre de usuario es KathleenCobac, pero este ordenador no me deja etiquetar) que está escribiendo un fanfic de la Selección precioso llamado "La Única" (en serio, es genial, tenéis que leerlo fijo) y está intentando ganar un premio de los Wattys. Su twitter es igual (KathleenCobac) y si pudierais compartir su obra con el hashtag #mywattyschoice sería genial. Bueno, y hecho este spam (que conste que no me lo ha pedido ella, he querido ayudarla yo) demos paso al capítulo.

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"Who knows, maybe this will be the night that we kiss for the first time. Or is that just me and my imagination"

Las siguientes tres semanas pasaron con algo a lo que se le podría llamar rutina. Aunque cada día era diferente al anterior, único e irremediablemente rápido; todos seguían un patrón. Las mañanas de Violet se componían en: una charla lo más larga posible con sus doncellas, que comenzaban a incluir los gustos de Violet en sus vestidos; un desayuno, a veces con la familia real presente, lo que significaba sentir la mirada de, al menos, uno de los príncipes; dos horas de desperdicio que se pasaban en el Salón de las Mujeres, leyendo revistas o mirando por la ventana; o dos horas de diversión garantizada si Justin conseguía un par de arcos o, simplemente, escapar de sus deberes.

No necesitaban mucho para disfrutar de la presencia del otro. Aunque la excusa del tiro con arco servía de comodín en repetidas situaciones, no siempre la vida de Justin corría peligro delante de una flecha por un chiste equivocado. A veces únicamente paseaban por el castillo, echando a suertes qué lugar del palacio era el elegido aquella mañana. Justin había prometido concertar citas con otras chicas, lo dijo en directo en el primer Report, pero no cumplió su palabra. Si tenía un hueco en su "apretada" agenda, se lo dedicaba a Violet. Ella era la única con la que podía hablar de cualquier tema sin pensar antes qué iba a decir, ella no le iba a juzgar.

Sí es verdad que había comenzado a hablar con otras seleccionadas. Era común que por las tardes todos se reunieran en los jardines o en el salón de baile. Durante aquellas reuniones a las que se debía asistir obligatoriamente, Justin se había armado de valor (y estaba harto de los comentarios de Violet sobre sus compañeras, recriminándola por "acaparar" a Justin) y había empezado a introducirse en las conversaciones, a pasar ratos con algunas chicas que le parecían agradables, incluso a reírse de chistes que no tenían gracia.

Violet recordaba con cariño una de las noches de la segunda semana, en la que pudo disfrutar del talento especial de una de las seleccionadas.

>>Mientras los cuencos con bolas de helado se vaciaban poco a poco, la reina Grace se levantó, llamando la atención de todos. Se hizo el silencio cuando golpeó suavemente una cucharilla contra su copa de cristal.

—Esta noche, tenemos una sorpresa para todos vosotros—dijo incluyendo a sus hijos en el paquete. Hizo una pausa y carraspeó antes de continuar—. Lady Helen nos deleitará con un pequeño recital.

Por supuesto, el anunció les pilló por sorpresa. Se giraron hacia la muchacha y ella se sonrojó. Asintió tímidamente con la cabeza.

—¿En serio? ¡Me parece una idea brillante!—exclamó Noah, con la felicidad pura reflejada en sus ojos. Últimamente había quedado repetidas veces con la joven y ambos parecían disfrutar de la compañía del otro.

—Estoy deseando escucharte—añadió Sheila.

Después de la cena llegaron a uno de los salones utilizados para las fiestas y bienvenidas. En el centro de la habitación habían colocado un imponente piano de cola negro. Junto a él, una banqueta forrada de terciopelo de color sangre. Las luces de la sala se habían atenuado ligeramente en tonos ámbar. Las seleccionadas entraron tras los monarcas y se sentaron en las filas de sillas delante del instrumento.