Las palabras amables son las llaves que abren cualquier puerta, las palabras hirientes son como cerrojos acerados impenetrables, por ello mejor practiquemos la cortesia, con las cuales comprometemos a las personas para que accedan a nuestras peticiones,
Aprendamos a pedir las cosas con mucha amabilidad acompañada de una sonrisa
La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.
Proverbios 15:1Robin Alexander.
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El Gran Alfarero. 06
RandomEstudia como si fueras a vivir para siempre, pero disfruta la vida, como si fueras a morir mañana.