En Corea, pero aún en Japón

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-Adiós.- Le dijo el rubio a su mejor y único mejor amigo.

¿Acaso soy idiota? Nunca Aprenderé... Mi hermano me dijo que debería ser respetuoso con él. Pero soy respetuoso. Solo soy algo frío... Eso no es malo. Además, me lo dice el que tiene la culpa.

-¡Kei, mete tus maletas en el coche, rápido! ¡Papá ya se va a ir!

-¿Me repites el motivo de porqué no vienes con nosotros?

-Mamá esta enferma, hijo mío - le dijo acariciándole el cabello a el menor- y dentro de poco me hacen una operación... Papá pensó que si os llevaban a ti y a Akiteru de vacaciones, descansaríais un poco de todo este barullo mío. Kei, cuando regreséis de Korea, mamá estará bien. No te preocupes, ¿si?

-Vale...

-Nos vamos ya chicos, el avión embarcará en 4 horas. No tenenemos mucho tiempo.

-Pero Yamaguchi aún no me ha llamado...

-¿Por qué no le llamas tú por una vez?- Cuestionó con una amplia sonrisa Akiteru.

-¿por qué? Si él no me ha llamado aún, es porque apenas le importo. Que llame él si me equivoco.

-Ah... pobre chico... siempre tan frío... ¿por que te querrá tanto?

Ambos ya estaban el la puerta de la casa, apunto de subir al taxi.

-¿Qué intentas decir?

-Nada, nada... ja, ja, ja...

***

Cuando llegaron a Korea, Tsukkishima se pasó una semana algo preocupado por esa llamada sin recibir.

El hermano mayor de él le recomendó que le enviara una carta a su casa y lo hizo. Sin embargo, cuando llegó la respuesta, el que escribió fue su madre, no él, por la letra. En ella ponía escrito que Yamaguchi no estaba en casa. Que había tenido un accidente y que no podia comunicarse.

No dijo nada. Al fin y al cabo, tenía que haberse roto la pierna o algo. Seguramente nada importante. Tsukki no se quedó tan tranquilo como le hubiera gustado. Bajo la carta de la familia Yamaguchi, se encontraba una carta de su madre para su padre, que no se encontraba en el apartamento en ese momento.

Para cuando Kei la encontró, su hermano se había ido a su habitación a ver algún anime.

Se quedó solo en el salón principal con un ambiente pertubarbor a su alrededor que le incitó a abrir la carta.

-A mamá la operan en 2 dias. Tiene miedo. No nos quiere abandonar dice. No quiere... morir. Mamá ama a papá y por eso no quiere morir... entonces no te operes, sigue sufriendo, pero al menos sigues viviendo- protestaba Tsukiyama - y ahora se disculpa... por causar problemas...

"Dile a Akiteru y a mi pequeño cuervito que les amo"

Kei leia la carta. Él podia notar su cara inexpresiva, pero en la realidad era completamente distinto.

"No quiero perderos. Sois todo por lo que he luchado en mi vida."

No quiero perderos dice.

"No te olvides de ir a los partidos de Kei. Akiteru tiene que centrarse en los estudios de la universidad, pero tampoco dejes de animarle en el voleibol. Nuestros hijos tienen que crecer sanos y fuertes. Recuerda que tu tambien eras así."

Apoyarme en algo que realmente o me importa.

"Ya sabes lo que tienes que decirle a Kei de Yamaguchi. Dile que lo tiene que cuidar. Es su único amigo. No quiero ver a mi cuervito solo como solía estar antes Akiteru. dile que deje de ser tan frío con todo el mundo. Invitales a jugar voleibol contigo. Los tres juntos. Como cuando Akiteru tenia 14 años. Te digo esto por si me llegara a pasar algo. Regresaré."

Regresará dice.

Kei estaba realmente triste. Necesita un apoyo moral. Estaba en Korea y solo podia pensar en regresar a Japón a ver como va todo. Su mejor amigo había tenido un accidente y su madre estaba a punto de debatirse entre la vida y la muerte.

-...quiero volver... contigo Yama...- Kei pensó en lo que estaba a punto de decir. Queria regresar junto con su amigo a pesar que era su madre la que estaba peligro.

-Él me dijo que le trajera un llavero de Korea y aún si quiera he pisado una tienda de Souvenirs...

-Pero no te apures, aún nos queda un mes y un cuarto del siguiente. - Dijo de pronto el hermano mayor del rubio.

-Pero ese llavero tiene que ser especial. Tiene que ser para Yamaguchi.

-En ese caso, vamos a la tienda y empezamos a ver.

Así fue como Tsukkishima Kei fue a la primera de las 18 tiendas de recuerdos que pudo encontrar en Seúl (Capital de Korea del sur) ese llavero tan desedo para su único amigo al que debía mantener por gloria de su enfermiza madre con cáncer.

Tsukkishima le envió numerosos regalos a su madre después de saber que su operación había resultado existosa.

Sin embargo, dos semanas después, la señora Tsukkishima falleció por un error médico. Aunque hubieron médicos que afirmaron que fue ella misma quien se quitó la vida por el dolor que sentía.


En Japón dos meses después.

-Tsukki, Me voy ha suicidar.- dijo con una sonrisa Yamaguchi.

Otro gilipollas que piensa abandonar el mundo porque sí, ¿eh?

Estaba Pensando En Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora