Una Fría Confesión.

425 32 18
                                    

WhatsApp:

En línea.


Hola Tsukki! Que bien
Que regresaste de tu
Viaje a Korea-

-Te traje el llavero
Como acordamos.
Hace poco me dijeron
Que tuviste un
Accidente
¿ocurre algo?

No, Tsukki, ¿sabes?
hoy compré unas
entradas para el parque
de atracciones y quería
gastarlas contigo.-

-No me interesa. Solo
Responde.

Pues si no quieres-
haz el esfuerzo de
venir a la puerta del
parque a rechazarlas
¿si?

-Vale. Iré.








Al día siguiente.






Un día soleado como ese era un ambiente perfecto para dar una vuelta en un... ¿parque de atracciones abandonado? Sin embargo, ahí estaba Yamaguchi Tadashi, con su sonrisa de oreja a oreja exclusiva para Tsukkishima Kei.

El novato notó la oscura aura de enfado del rubio, no obstante, no se asustó. Estaba más que acostumbrado a verla.

Lo saludó agitando la mano sobre su cabeza gritando su nombre.

Tsukishima no se apresuró a llegar. Iba a su paso contemplando las enredaderas sobre las oxidadas máquinas, la suciedad de la noria con la vegetación en la mayoría de las atracciones, como marcando su territorio.

Lo único que no parecía sentirse solo o abandonado era su amigo.

A punto de llegar a su destino, el bloqueador pensó aquello de Yamahuchi y sin querer le sonrió.

La sonrisa del mayor hizo que la del moreno desapareciera y el leve movimiento de su extremidad derecha se detuviera para abrir paso a una postura algo deprimente.

-Tsukkisima...

-¿eh?

-¡Ah! Nada, nada.

-Explícame el motivo de esto.- señalo con furia el parque en ruinas.

-Lo hice a posta.- el joven giño un ojo y puso sus dedos con el símbolo "2" (levanta el dedo índice y corazón) - quería confesarte algo.

-Mas vale que merezca la pena. Esta situación me esta resultando incomoda.

-Tsukki, me voy a suicidar. Por eso quería hacer esto.- Sin dejar posibilidad de reacción a el de lentes, Yamaguchi agarró su brazo empujándole hacia abajo para colocarlo a su altura y así, poder besarle.

Tsukishima abrió los ojos tanto como era posible.

"Tiene pecas en la frente" - fue lo que pensó el mayor.

Una vez separados, el pequeño Tadashi le dedicó una amplia sonrisa con un destacado rubor que imnotizó a Kei.

Aún con los ojos abiertos como platos, preguntó.- ¿Vas ha hacer que?

-Sucidio.- Me sonrió con la cara más sincera del mundo.

El rubio, algo atemorizado, abofeteo a el moreno con delicadeza.

-¿au?- se burló Yamaguchi.

-¿Acaso eres idiota? No digas eso tan a la ligera. Que absurdo. ¿por qué alguien como tu querría quitarse la vida?

Yamaguchi perdió la mirada entre los matorrales. Repentinamente, abrazo a Tsukishima fuertemente, asustando y estremeciendo a este.

Una risa seca y tétrica salio de los labios del jugador 12.- ¿y por qué no?

Kei, definitavemente enfadado, empujó a el chico.

-Bien, pues ve y suicidate solo, dudo que me necesites para algo tan ridiculo e individual. Me voy.- El chico dio la vuelta molesto, dejando atrás a Tadashi, creyendo con su corazón que era una broma de mal gusto.

-¡Claro que me haces falta! ¡por eso te lo he dicho!

-olvídado, no me interesa.

-Pero, Tsukki, no he terminado. Yo__.

-Ve y muerte en silencio.

-¡TSUKISHIMA KEI, ME GUSTAS! ¡QUIERO PASAR MI ÚLTIMO DÍA CON LA PERSONA QUE AMO! ASÍ QUE POR FAVOR, SAL CONMIGO SOLO POR HOY. ¡¡TE LO RUEGO!!

El nombrado se detuvo completamente atónito. El pensó que su amigo jamás diría algo por el estilo, y estaba asustado. Ese no era Yamaguchi. No era su Yamaguchi.

El chico le estiró la mano como intentando que Tsukki le diera algo.

-Oye, Tsukki... ¿Me dejaras amarte?

-Veras... A mi no me gustan los hombres... Aunque tampoco me disgustan. Pero...

-Empiezo de nuevo. Tengamos una cita. Hoy. Antes de irme. Te lo ruego. No haremos nada más que pasarlo bien. Mira, traje un picnic para más tarde y dentro de esta cesta de aquí, hay una tarta de fresas, como a ti te gustan. Hecha por mi. Ja, ja, ja.

Tsukishima quería gritar. Era imposible que Yamaguchi fuera en serio. Pero, definitivamente no era una broma... Además, él nunca se interesó por su amigo. Nunca se fijó en nadie. Pero tener una cita con él era algo que normalmente hacían ellos. Salir ha divertirse juntos. Eso es todo. Pero ahora la situación cambiaba. Uno de los dos estaba enamorado. ¿Habría diferencia o sería lo mismo?

El chico se acercó a Yamaguchi.

-Antes, dime cuanto tiempo llevas enamorado de mi.

Tadashi se pegó directamente al cuerpo de Tsukki y le susurró pegando su frente con la suya mientras una mano acariciaba el lado derecho de el rostro del rubio y la otra acercaba las caderas al cuerpo de el mayor disimuladamente - No creo que haya que ser tiempo o cantidad. Es solo que mi dependencia a crecido por momentos hasta llegar a un punto de que te conviertas en mi oxígeno. Eres definitivamente fundamental para mi. Por eso... Antes de morir, quisiera tener sexo contigo.

-¡EH, EH! PARA EL CARRO. TU NO ME... No me gustas... Temo que tu último deseo no se haga realidad...

-Era broma, se que nunca podre hacer algo por el estilo, me vasta con tenerte a mi lado... Tsukki... Vamos, que el camino nos espera. Lo tengo todo pensado.

-Espera, ¿cómo que lo habías planeado? ¿Acaso sabías que o accedería?

-Ja, ja, ja, de alguna forma lo supe.

-¿y si lo rechazo aquí y ahora?

El chico se giró y prosiguió su camino dando saltitos como "Heidi "para luego detenerse en seco.

-Se que no seras capaz de hacer eso, Tsukki.- Giró levemente la cabeza para mirarle con los ojos que decían. -"No seras capaz de abandonarme a mi suerte ¿cierto?"- y el rubio estremeció.

Yamaguchi entrelazó su mano con Tsukishima y se adentraron en el abandonado parque.







Él... ¿se va a suicidar? Mo... ¿Morirá? Eso significa que... No le podré ver nunca más... Pero, ¿por qué me duele tanto perderle?




















Continuará...

Estaba Pensando En Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora