Capítulo 2

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¿Habrá solución?

¿Podré salir de aquí?

A Dios le ruego que salve mi alma.

Lo único que me queda es la fe.

Sentía como lentamente Ayato absorbía mi sangre, lanzaba pequeños gemidos de dolor. Sus colmillos dolían más que dos afiladas agujas que se hunden en la piel.

-Ayato...-Dije en medio de un par de gemidos.-Sueltame, por favor.-Clavó sus colmillos con más fuerza.

Luego de un rato por fin me soltó.

-Me voy a conformar con eso-Sonreí.-Por ahora.

Se acercó a mi cara con la mirada amenazante y una pícara sonrisa.Cerré los ojos y me fui corriendo.

Por fin a salvo en mi habitación me coloqué mi ropa. Mientras me vestía, mi mirada se desvió a mi pequeña mesa, en la cual se encontraba el alcohol y el algodón. Bajé la mirada y suspire.

Al terminar de colocarme mis ropas, tomé la botella de alcohol en mis manos y la abrí. Tome el algodón y derramé un poco de alcohol en el. Dirigí el algodón hacia la reciente mordida de Ayato. Cerré los ojos y apreté los dientes para canalizar un poco el dolor, no servía de mucho, pero algo es algo ¿No?

Las lágrimas salían de manera involuntaria de mis ojos, a pesar de todo el tiempo al que me he visto en esta situación, no me lograba acostumbrar al dolor.

Por fin, después de una largo tiempo, pude dignarme a ir a desayunar.

Caminaba algo relajada por los pasillos esbozando una sonrisa de mis labios. Hace mucho que no me encontraba en esta situación de calma.

De la nada, una sensación de cansancio se apoderó de mi, mi vista se empezó a nublar por un par de manchas de colores borrosos. No veía nada, mis piernas no eran lo suficientemente fuertes para soportar mi peso, esto es malo...

Suavemente abrí los ojos. Me había desmayado y actualmente me encontraba tendida en uno de los sofás,a los pies de este estaba Subaru, mirando a la nada.

-¿Subaru?-Dije con un hilo de voz, él volteó para verme.

-Veo que ya has despertado-Eso era algo demasiado obvio.

-¿Fuiste tu quién me trajo hasta aquí?

-No, fue Teddy.-Reí levemente.

-Bueno, gracias Subaru.-Desvió su mirada.

-Como sea, será mejor que comas algo si no quieres desmayarte nuevamente.-Sonreí.

De alguna manera, Subaru era muy amable conmigo lo que hacía estar más tranquila respecto a vivir en la mansión, el único problema es que cuando lo desea puede lastimarme enormemente.

Tomé el rumbo hacia la cocina en busca de alguna cosa para comer cuando mi vista se hace consciente de algo que hay sobre una de las encimeras de la cocina...

¿Eso es una daga? Pero... ¿Qué hace una daga allí?

Tal vez esa sea la solución

Morir.

Te librarás de tus problemas...

¿Por qué no intentar?

The Tears Of Yui Donde viven las historias. Descúbrelo ahora