WhatsApp (Carlos Auryn)

Fiesta de disfraces

Una suave brisa recorre mi espalda desnuda consiguiendo que me desvele, me giro en la cama y un rayo de luz me da directamente en los ojos, los intento tapar con mi brazo pero una fuerza ajena a mí lo aparta de mi cara. Gruño y me tumbo boca abajo, enterrando mi cara en la blanca almohada. Cuando estoy a punto de volver a dormirme una mano acaricia suavemente mi espalda.

Carlos: Despierta peque.

Un bostezo sale de mí boca e intento disimularlo poniendo la mano delante. Abro lentamente los ojos y lo primero que veo es a Carlos con una sonrisa enorme en la cara.

Yo: Buenos días gatito.

Acerca su cara a la mía y besa mis labios, al separarnos ambos ponemos una mueca de asco.

Yo: Sabes mal.

Carlos: Te huele el aliento a mierda.

Ambos nos miramos y nos empezamos a reír.

Yo: Nos acabamos de cargar un momento súper romántico.

Carlos: Que se le va a hacer... Todo el mundo se despierta con mal aliento. Por cierto tengo que contarte una cosa.

Me recuesto en la cama y me tapó con la sabana, cabe decir que sigo desnuda.

Yo: Dime.

Carlos: Uno de mis compañeros, Blas para ser exactos cumple años el 22 de octubre y ha decidido hacer una fiesta de halloween adelantada, y nos ha invitado, a los dos.¿Te apuntas?

Hace mucho tiempo que no me invitan a una fiesta de disfraces y la tentación es enorme.

Yo: Venga vale.

Carlos: Vistete y mientras desayunamos hablamos de los disfraces.

Sale de la habitación y enseguida lo oigo trastear en la cocina, ¡qué me va a hacer el desayuno y todo! Joo que mono.

Me dirijo a mi maleta y de ella saco una camiseta blanca y unos pantalones vaqueros cortos. Me pongo la ropa interior para después vestirme. Saco el cepillo del pelo del neceser y desenredo mi pelo, el cual está súper enredado. Tras varios tirones de pelo y varios gritos consigo que mi pelo vuelva a su suavidad normal. Me aparto el pelo de la cara y me miro al espejo, quiero hacerme algo distinto en el pelo, cambiármelo de color quizás.

Carlos: ¡Peque!

Me separo del espejo y me dirijo hacia la cocina donde un sonriente Carlos me espera sentado en un taburete.

Carlos: No hay mucho donde elegir, espero que te valga un colacao y tostadas.

Yo: Me vale tranquilo.

Dejo un beso en su mejilla y me siento a su lado, cojo una de las tostadas y le unto la mantequilla para después untarle la mermelada de fresa.

Carlos: ¿Te disfrazas a juego conmigo?

Yo: Obvio que si. ¿Que tienes pensado gatito?

Carlos: De Ladybug y Chat Noir, pero es que no da miedo.

Mi cabeza empieza a pensar en diferentes disfraces con los que podemos ir, desde Bob Esponja y Arenita hasta Batman y Catwoman, la primera opción sería guay, un poco rara pero molaría. Me río sola imaginándose a Carlos vestido de Bob Esponja y por poco me atraganto.

Yo: ¡De Bob Esponja y Arenita!

Me mira sin creerselo y yo me vuelvo a reír.

Carlos: ¡No por Dios!

Una bombilla se enciende en mi cabeza, estamos a principios de agosto, la película del Escuadrón Suicida está a punto de estrenarse. ¡Idea!

Yo: De Harley Quinn y el Joker.