WhatsApp (Carlos Auryn)

London

¿Que hay mejor que visitar Londres? Hacerlo junto a la persona que quieres. Carlos y yo andamos juntos, de la mano, por las abarrotadas calles de mi amado Londres.

Nos encontramos a dos calles de trafalgar square. Donde pararemos a hacernos muchas fotos, ¿lo típico no?
Carlos parece un niño pequeño el día de navidad. Está súper ilusionado con todo, y eso que ya lo había visto. A mi me pasa igual, vivo aquí desde que nací y aun me siguen impresionando cosas, sobretodo esta plaza.

Llegamos a nuestro destino y ambos corremos a ponernos a la cola para hacernos la foto en uno de los leones, cuando nos toca le pedimos a una persona que nos haga la foto. Con la ayuda de Carlos me subo al lomo del león y el se sube detrás mío, cogiéndome de la cintura, nos hacen la foto y bajamos para recoger el móvil. Carlos se pone en frente del león y le hago la foto para luego ser yo la que posa, dándole un beso en el hocico.

Nos sentamos en la fuente y empezamos a mirar las fotos riéndonos con todas las selfies que nos hemos hecho.

Carlos: ¿Ahora donde vamos bichito?

Yo: ¿Qué te parece Camden Town?

Carlos: Vamos para allá.

Nos dirigimos hacia la boca de metro más cercana, donde entramos y esperamos a que llegue nuestro tren.

Yo: Y este es el metro de Londres, es parecido al metro de Madrid, pero en Londres, es The Underground.

(Lo sé lo sé, os acabais de acordar del vídeodiario de Auryn en Londres)

Carlos: Que de líneas hay... ¿No os perdéis?

Yo: Siendo sincera... Sí. No será la primera vez que acabo en un lugar totalmente diferente al que quería ir.

Suelto una risita justo cuando el tren se acerca, Carlos me coge otra vez de la mano y después de que toda la gente que se quería bajar en esta parada se baje, subimos nosotros.

Diez minutos después llegamos a nuestro destino, el gran mercadillo de Londres, Camden Town. Carlos parece un niño pequeño en una juguetería, va de un lado a otro, mirando todas las tiendecitas que se encuentra.

Yo: Carlos echa el freno jajaja. Te vas a ahogar de tanto correr.

Carlos: Lo siento, es que siempre he querido venir.

A lo lejos veo una zapatería que me llama la atención. Llevo tiempo buscando unas zapatillas, pero es que todas las que encuentro son muy caras y puede que aquí pueda regatear y que me las bajen de precio.

Yo: ¿Podemos pasar por esa zapatería? Necesito mirar una cosa.

Carlos: Vale.

Echo a andar entre toda la gente arrastrando del brazo a Carlos para que no se pierda, cuando apenas quedan dos tiendas para llegar Carlos suelta mi mano y se para en el expositor de una de ellas. Le veo reírse a carcajadas, cogiéndose del estómago, me acerco a él.