Doncaster, Reino Unido.

-Bienvenido a tu nueva casa- Dijo una Amy muy entusiasmada.

-¿Este cuchitril es nuestra nueva "casa"- hizo énfasis en esto último, haciendo comillas con sus dedos.

-Oh vamos Harry, no me hagas esto más difícil. Se que no es fácil para ti, pero dame un poco de apoyó- dijo Amy en tono suave y lastimero.

-Esta bien mamá, disculpa- Suspiro con resignación, y se decidió a adentrarse a la pequeña casa.

Se habían mudado de su ciudad natal, Homes Chaphel. Harry Styles es un chico de tez blanca, cabello rizado color chocolate, tenía dos enorme y perfectos hoyuelos en cada mejillas, y unos hermosos ojos verdes esmeraldas, era muy atractivo en realidad. Y a decir verdad no se sentía tan mal de mudarse de ciudad, el en realidad no tenia muchos amigos a quienes extrañar. Él era un poco extraño, bueno, hací es como la gente lo miraba. Jamás le había importado lo que dijeran de él, -"él era quien era y no podía hacer nada contra eso."- Se decía a si mismo. Pero aveces se sentía un poco solo, ya que no tenía con quien hablar realmente. No era de esos típicos chicos que confían y le cuentan todo a su mamá, era bastante cerrado y lo prefería así.

El motivo de su mudanza había sido, como en la mayoría de los casos, el empleo de su mamá. Ella era abogada en un pequeño bufete de Homel Chaphel, pero ahora había conseguido uno mejor trabajo, en un bufete muy reconocido, en Doncaster, la idea no había sido de su agrado, ya que estaba acostumbrado a la rutina de todos los días. Pero en realidad le preocupaba más el hecho de su padre Des, no era como si lo mirara mucho estando en la misma ciudad, ahora estando mucho más lejos iba a ser mucho mas difícil poder verlo. Des era todo para él, además, claro de su madre ella siempre estaba para el y siempre lo estaría eso lo sabia perfectamente. Pero su padre siempre lo hacia reír, en su infancia el había estado muy presente, lo llevaba a la escuela todos los días, le compraba dulces, y tonterías que el quería lo llevaba a comer helado y al parque, Des había sido un buen padre, a pesar de haberse separado de Amy, cuando Harry apenas tenia tres añitos, el siempre busco la forma de no separarse de su pequeña adoración, lamentablemente no podía estar tan cerca como antes ya que si trabajo lo atrapaba por completo, el siempre le daba a Amy una manutención mensual, para lo gastos del joven. Extrañaba los abrazos amorosos de su padre, las historias que le leía por las, las "luchas" que tenían, en las cuales Des siempre se dejaba ganar, extrañaba tanto su infancia. Ahora era un adolescente, de 16 años sinceramente detestaba la adolescencia. "¿Cómo es que en la televisión, la adolescencia parecía tan genial?", Se preguntaba.

-Harry, vamos cariño, ayudame con esta caja- Llamo su madre, sacándolo de sus pensamientos y el corrió a ayudarla.

-Valla si que esta pesada, ¿Qué metiste aquí?, ¿piedras?- Bromeó y su madre río.

-Deja de quejarte y apresurate, que hay mucho que desempacar y no eres muñeco de sala. Así que vamos- bromeó su madre, y el bufo.


-



-Esta es la última- Dijo su madre en un tono agotado, poniendo una caja sobre una pequeña mesita, y sentándose después un el sofá de cuero café.

-Gracias al cielo- murmuró Harry, desde el otro extremo del sofá

-Muy bien ahora ve a darte una ducha, ordenare una pizza, para cenar y después tienes que ir a dormir. Mañana tienes tu primer día de clases en la nueva escuela- dijo mientras caminaba hacia el teléfono que estaba pegado en la pared, por la escaleras, él sólo asintió y camino hacia arriba donde se encontraba el baño.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 25, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El Sucumbió Del Amor. [L.S]Where stories live. Discover now