El secreto de las tacones de aguja. (One Direction) [#1 Mentiras]

Capitulo 17. (2/3 Maratón)

Narra Daisy:

Llegue a mi casa todavía riendome de la risa por la broma que le gastamos a Louis y por su reacción.

Dice que no nos hablara en una semana y que nos la devolvera con creces.

Lo segundo estoy segura que lo hara, lo primero... mañana ya nos estará hablando, estoy un 100% segura de que lo hara.

Mi risa se apagó y todo rastro de felicidad desapareció de mi cara cuando lo vi.

“¿De que te reías?” pregunto mi padre.

“P-papá” dije casi sin voz. “¿Qué haces aquí?” pregunté, pero no hizo falta que respondiera.

“¿Papá? ¿Quién es ella?” dijo un niño con un marcado acento francés apareciendo detrás de él.

El niño tenía el pelo castaño, como mi padre, y unos ojos azules como el cielo, que no se de donde los saco.

“Es tu hermana, Alain” dijo mi padre.

Mire al niño, debería de tener unos cinco años.

“¿Cuántos años tiene?” pregunte.

“Tiene cinco años” dijo mi padre sonriedo, creyendo que lo pregunte porque me interesaba.

“¿Eso es lo que tardaste en olvidarme? ¿Eso es lo que tardaste en olvidar a tu hija? ¡¿UN AÑO?! ¡¿UN MISERO AÑO?!” grité.

Alain se escondió detrás de mi padre asustado y enseguida me arrepenti, el no tenía la culpa de nada.

Fulmine a mi padre con la mirada, que se había quedado mudo, y me acerque a Alain.

“No te asustes pequeño, tu no has hecho nada. Es solo que estoy enfadada con papá” dije sonriendole.

“¿Qué te hizo papá? El es bueno” dijo el niño saliendo de detrás de mi padre y acercandose a mi.

“Rompió una promesa” dije y después de volver a fulminar con la mirada a mi padre empece a subir las escaleras.

“Hubiera sido mejor que te quedaras con tu nueva familia en Francia, papá” dije antes de perderlo de vista.

Entre en mi cuarto y me eche en mi cama.

Rick entro en mi cuarto.

“No podías obligar a papá a ser infeliz junto a mamá toda su vida”

“No, pero al menos podría habernos llamado, al menos, podría no habernos olvidado”

Narra Valerie:

Entre en mi casa, solitaria, como siempre.

Subi las escaleras de mi enorme mansión y entre en mi cuarto.

Estaba sola en casa siete noche, siete días a la semana, doce meses al año. Mis padres practicamente no se pasaban por aquí, y si no fuera por las fotos, ni siquiera sabría como son.

Escuche jaleo fuera y me asome a la ventana.

Un grupo de moteros paso por dalente de mi casa y se pararon una casa más allá. Las chaquetas me sonaban, ¿pero de que?

¡Zayn!

Una vez vi a Zayn en la calle con esa chaqueta.

Sali de casa a la vez que mi vecina también salía.

“¡Natalia!” grité.

Ella se giro a verme y los moteros también, eran bastante jovenes, no deberían de tener más de veintitres los más mayores.