Jueves

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“No poder llorar porque lo tienes frente a ti, esa es mi maldición”

Ay Dios mío…

Y allí frente a mí estaba la escoria del universo, aquel individuo que hizo de mi verano un verdadero mar de lágrimas en el cual pensé que iba a ahogarme. Estaba dándome la espalda pero aquel cuerpo podía identificarlo aquí y en Beijing, deseaba salir corriendo de aquel despacho, no volver hasta el otro día y mandar al carajo todo lo que tenía que hacer. Era increíble encontrarle por este lado del país, juré el verano pasado que no volvería verle pero con el destino no se juega.

-Señorita Reneau no se quede allí cual estatua, por favor tome asiento-dijo la subdirectora  y yo me limité a asentir levemente bastante tensionada por la presencia de- El joven Vasíliev me ha comentado que usted es la única persona a la que conoce en la Academia, por lo tanto será usted señorita Reneau la encargada de guiarlo mientras se acostumbra al ambiente.

-Sí, señora-respondo y le miro con una sonrisa bastante apagada

-De acuerdo, eso es todo, pueden retirarse a clases-dice  y vuelve a su trabajo de firmar papeles y quien sabrá qué otras cosas más, yo me levanto y no me tomo la molestia de mirarle ya que hay una posibilidad de que le vea al rostro y me desmorone en segundos.

Salgo  rápido del despacho y camino directo hacia la clase de Ciencias Políticas, mientras camino agarro con fuerza el anillo que de dejó Dré, que por cierto lo llevaba en el dedo anular de la mano derecha, justo como él solía llevarlo; tratando de mantener la compostura y no darle un merecido puñetazo en su perfecto rostro ruso.

-Oye Reneau ¿Vas a saludarme al menos?- dijo bloqueándome el paso y provocando que chocase contra su ejercitado cuerpo

Cerré los ojos por un segundo y suspiré frustrada- Hola Sasha- le miré con algo de odio-¿Es eso suficiente para ti o debo elogiarte para alimentar más tu estúpido ego?

Se puso la mano en su corazón y fingió estar herido- Tus frías palabras me lastiman ¿sabías?- yo solo rodé los ojos y lo corrí, con algo de dificultad, pero lo hice y continué caminando

Pareció haberse sorprendido bastante por mi actitud y demoró un poco en hablarme nuevamente-¿Y qué tal quedaron los diseños que estabas haciendo en el verano?-preguntó  y su voz pretendía dar a entender que sí estaba curioso sobre mi trabajo

-Pues te advierto que si pretendes robarlos como lo hiciste la última vez, no están terminados, por lo tanto deberás terminarlos tu- digo con un tono de voz bastante frío, me estaba volviendo algo miedoso ya, hasta a mí me espantaba verme actuar de esa forma

-Ya supéralo, fue cosa de dos diseños no más- dijo tranquilo y imaginé que hacía esa mueca de desespero de siempre

Me detuve y giré para verle a los ojos y de una vez por todas decirle lo hijo de su madre que había sido al hacerme semejante cosa- Superarlo, tengo la vida entera para hacerlo Sasha; pero volver a hacer lo que tú-puse mi dedo índice sobre su pecho- me quitaste de manera despreciable, eso no tiene perdón, al menos mí perdón así que vete armando la idea de que sólo pienso hablar lo estrictamente necesario con personas como tú.

Giré y me aseguré de que mi larga y negra cabellera le diera un buen golpe en el rostro, continué caminado  y esperaba no volver a escuchar sus exasperantes interrupciones.

-Aún no respondes a mi pregunta preciosa- dijo ¿Es que no le había quedado claro ya? y yo por no querer escucharle más estaba obligada a responderle o a sufrir por su instinto de continuar insistiendo en las cosas.

-Lo que hice no es nada del otro mundo-digo 

-¿Cómo que no es nada del otro mundo?-exclamó sorprendido Sasha- ¡Por favor!¡ Eres una diosa del diseño automotriz Reneau!-me tomó por los hombros y giró, obligándome a verle a los ojos-¿O acaso sucede algo?

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⏰ Last updated: Mar 18, 2015 ⏰

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