El Mejor Regalo

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                               “If you’re absent during my struggle, don’t expect to be present during my success"        

                                                                                                                                                             Will Smith

-¿Estás bien?-sus palabras quedaron resonando en mi mente por varios segundos mientras me quedé estática mirándole cual retrasada mental, cuando por fin pude volver a mover mis músculos, ya me encontraba de pie y él me retenía entre sus brazos

-Disculpa-dije apartándome velozmente de él la vergüenza invadía todo mi ser, vaya forma de conocer a alguien

Sonrió simpáticamente- No tienes de que preocuparte-sus ojos se posaron en mi-Le puede suceder a cualquiera

Hice un intento en vano de devolverle la sonrisa y le di las gracias por su acto heroico para después salir en busca de mi madre que se encontraba a escasos metros de distancia, sin haberse percatado de mi retraso, mi hermana se giro hacia mi sonriente, no cabía en su cuerpo tanta felicidad, bien por ella.

Se giró al parecer, me había sentido, y con una sonrisa de oreja a oreja habló

-Chloé-llamó mi madre-Ella es Elizabeth-dijo sonriente presentando a su amiga la cual me regaló cálidamente un abrazo fuerte, y la pequeña llamada Valerie se presentó por si misma con un dulce beso en la mejilla, era evidente que se la llevaría de lo mejor con Danielle

Cuando llegamos a la mesa que nos habían asignado se encontraba justo al lado de la ventana que daba a un hermoso jardín decorado con pequeñas lucecillas blancas que le otorgaban un toque romántico al lugar, tomamos asiento y las madres como buenas amigas comenzaron a des atrasarse de todo lo que había sucedido; suspiré algo desalentada y cansada, realmente no deseaba estar allí, tratando de distraerme un poco me puse a mirar al horizonte y a tan solo tres mesas de nosotros estaba aquel chico que me había salvado de caer cual costal de papas al suelo, se encontraba con amigos y algunas chicas, al lado tenia una rubia a la cual el tenia rodeada con su brazo, debía de ser su novia o algo, lo detallé un poco mas y ¡Demonios! Él era el mismo chico de esta tarde, así que mínimo debían de estar los del equipo de futbol americano allí o al menos algunos y tal vez algunas de las porristas eran las chicas que los acompañaban vaya noche para venir a cenar aquí; él de un momento a otro dirigió su mirada hacia mí y me guiñó un ojo, de la vergüenza quedé estática cual cabrito y en seguida traté de concentrarme en lo que sucedía en mi mesa, era despreciable que hiciera eso con la novia al lado o bueno con la rubia esa que le daba cariñitos, volví a la tierra y vi a un chico de tez bronceada, ojos oscuros, cabello castaño de porte casi griego que vestía elegantemente caminando hacia nuestra mesa, llegó y saludo cariñosamente a Elizabeth y a Valerie dando a entender que era el hijo restante.

-Annabelle te presento a mi hijo-dijo la señora a mi madre con una sonrisa de oreja a oreja-Matthew- y claro a él no le bastó un simple “Hola”, se acercó a mi madre y la saludo con los clásicos dos besos, mejilla y mejilla, después continuó con mi hermana la cual se presentó por si misma para ser yo la ultima, cuando llegó mi turno el corazón me latía a mil por hora ¿Sería nerviosismo?¿Timidez?

-Un gusto conocerte-susurró a mi oído lo mas disimulado posible haciendo que me estremeciera en la silla 

Por fin se sentó junto a su hermana quedando justo en frente mío, ya Danielle empezó a darme leves golpecitos como quien dice “Háblale” y yo solo la ignoré hasta que llegó el mesero a entregarnos la carta y preguntar si deseábamos algo para beber, cada uno hizo su respectivo pedido y se concentró en lo que ordenaría para cenar, el mesero se retiro para permitirnos ordenar como debía ser; me fui de inmediato a la zona de pastas así que no gasté mucho tiempo en mirar el menú, lo cerré y puse sobre la mesa; estaba algo desanimada y lo único que encontré para distraerme por al menos medio segundo fue beber agua de la elegante copa que tenia en frente, levanté la mirada y me encontré con los oscuros ojos de Matthew mirándome fijo, nuevamente quedé estática cual cabrito recién asustado, él se percató de que estaba tensa y esbozó una sonrisa llena de diversión, una casi malévola, le miré incrédula haciendo que riese aun más, dijo algo al oído de su hermana a la cual al instante se le brillaron los ojos de alegría y preguntó a Elizabeth si le permitía salir al jardín mientras llegaba el mesero por nuestras ordenes, Elizabeth se lo permitió y al tiempo convenció a mi madre de que dejase a Danielle. 

Not an Used American LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora