Capítulo 22 "Ser uno"

141K 5.7K 1.9K
                                    

Narrado por Valentín.

Me desperté por los truenos que se escuchaban desde afuera de mi ventana, me asome y estaba lloviendo fuerte, las gotas eran gruesas y concisas, no dejaban ver bien la calle. Miré la hora en mi reloj y marcaban las 11:30 de la mañana. Era algo extraño porque el cielo estaba oscuro, de un color gris y con algo de negro también. El día se mostraba horroroso pero sentí como una sensación crecía en mi pecho, una sensación completamente diferente a la que había sentido estos días. No lograba definir que era, no es ese dolor que sentí en mi pecho antes, era  algo definitivamente bueno. Aunque no tengo muchas esperanzas de que me pueda suceder algo bueno con todo lo que me está pasando.  Me quedé mirando como caía la lluvia, me relajaba, me daba una inmensa paz. Una paz que no sentía desde hace días. 

Me aleje de la ventana para dirigirme al baño, me miré en el espejo y mi ojo había vuelto al color negro y lila, mi labio estaba más hinchado y con sangre seca. Me levante la remera y había un moretón mediando al lado del que tenía anteriormente.  Me lo toque apenas y una mueca de dolor se formó en mi cara. Maldito bastardo de Leandro, que me había vuelto a pegar. Me saque toda la ropa y me pegue una ducha rápida. Al terminar me envolví una toalla en la cintura y salí hacia mi ropero, saque una remera blanca con el cuello en V, un pantalón negro algo roto y me cambie rápidamente.  Golpearon mi puerta y se asomó la cabeza canosa de mi Nana.

-La niña de otro día está aquí, tu papa no está y el señor de ayer tampoco. La dejo subir ¿no?

- El que no me dejaba salir, ¿ese decis? - ella asintio- Si, si Nana dejala subir. –le dijo ansioso.-

Me senté en la cama que queda justo enfrente de la puerta. Esperé unos minutos hasta que veo asomarse a Nikky sonriendo. Cuando vio mi aspecto su sonrisa de desvaneció y se acercó rápidamente hacia donde estaba yo. Me examinó de cuerpo completo y se tiró a abrazarme. Me abrazaba como si se tratara de muñeco de cristal. Me hizo reír.

-Estoy bien –me separé de ella-

-Dios, que bueno que estés entero – hice una mueca. Me volvió a abrazar, esta vez me apretó fuerte- Estaba preocupada – se separó y besó mi mejilla.- ¿Seguro que estas bien?

-Sí, estoy mejor. –suspiré-

-¿Tu papa no esta no?

-Por suerte no.

-Cuando se duerma pégale con una botella de vidrio –me reí y ella me miro sonriendo- Mira cómo te dejó –acarició mi ojo- ¿No te duele?

-Solo un poco – nos sentamos en mi cama, enfrentados- Gracias por venir.

-Para eso están los amigos –me sonrió- ¿Tan malo fue Valen?

-Lo fue Nikky –mis ojos se llenaron de lágrimas que las sequé torpemente. Ella me abrazó otra vez y acaricio mi espalda-  Me hizo dejar a Exequiel.

-¿Te obligó? – Asentí- Yo sabias que vos no podías haberlo dejado.

-Obvio que no. Necesito decírselo.

-Se lo vas a decir. ¿No podes salir? –me preguntó.-

-No, solo puedo estar acá. Y no sé por qué mi Nana te dejó entrar.

-Ella te ayuda ¿no?

-Sí, lo hace –Suspiré y me apoyé en la pared-

-Valen yo necesito preguntarte algo. –me miró seria. Yo asentí- ¿Queres librarte de esto? ¿Salir de este infierno?

-Si Nikky, estoy harto de esto, de su abuso. ¿Tenes alguna idea?

-¿Vos te animas a denunciarlo?

Algo InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora