-- Creo que Tyler y Dean han pensado como tu y ya se encuentran en el bosque -- Respondió mi compañero casualmente -- Sinceramente, no creo que se alejara demasiado de este lugar. Ella es una chica lista, debe saber que si intenta ir por el bosque sin saber donde está... las cosas podían no salir exactamente bien. Además, ellos la atraparían en minutos, son mil veces más rápidos que Olivia. 

-- Por supuesto que son más rápidos que ella. Ustedes son más rápidos que cualquier persona normal, incluso más que la mayoría de los hombres lobos -- Rodé los ojos para demostrar mi sarcasmo. No era necesario mencionar que ellos eran más rápidos... ¡Todo el mundo era consiente de eso! -- ¡Olivia! -- Grité rodeando mi boca con mis manos para que mi voz sonara un poco más fuerte. Repetí el grito varias veces, esperando que si ella se encontrara cerca saliera de donde sea que esté de manera voluntaria -- ¡Vamos! ¡Liv, ven aquí! ¡Por favor!

Estaba haciendo mi mejor esfuerzo para no dejar pasar ningún solo detalle mientras avanzaba. Me aseguraba de ver detrás de cada tronco o arbusto del tamaño suficiente como para esconderla. Pero en ninguno logré ver señal de vida durante los primeros minutos de búsqueda. Mientras caminábamos por los alrededores con cuidado de no pasar por algún lugar que anteriormente ya recorrimos. Todo el lugar estaba organizando con cuadras, habían sectores con cinco casas juntas y luego un gran espacio despeado para comenzar con una nueva secuencia idéntica a la anterior.  Habíamos tenido que pasar por en medio de cada casa, por muy pequeño que el espacio fuese. Pero cundo él se detuvo parecía como ese pequeño momento de los perritos en los que estaban en completo silencio, esperando que algo pasara para luego correr o ladrar. En su caso, no hizo ninguna de las dos cosas ya que no era un perrito... al menos, no completamente. Lo que hizo fue girar su cuerpo algunos raros y señalar con su dedo índice un lugar detrás de unos contenedores de basuras con el logo de la alcaldía de la ciudad. Rápidamente deduje que alguien los había tomado prestado de algún lugar y los llevó ahí. Pero lo importante no era la procedencia de los contenedores, si no que por el rabillo del ojo logré ver un pequeño movimiento.

Ambos permanecimos en silencio esperando que pasara algo. Pasaron unos momento en los que todo parecía normal, a excepción por el sonido de alguien respirando pesadamente, como si hubiera estado corriendo en un maratón. Me pregunté si sería prudente acercarme y ver que había detrás, pero algo dentro de mi me pidió que esperara unos instantes más antes de acercarme. Lo siguiente que pasó fue que de pronto la respiración hizo un ruido ahogado, como el de un sollozo intentando ser controlado. Y luego de nuevo el contenedor se movió, alejándose unos centímetros de la pared más cercana para luego revelar en  la parte inferior una linda cabeza rubia asomándose, observando primero el lado opuesto del callejón -Como sería más apropiado llamar a ese lugar- Y luego girando la cabeza para encontrarse con nosotros. 

Damián dio un paso hacia delante inmediatamente los ojos de la adolescente enfocaron con los nuestros. Pero al ver como una sombra de miedo y desconcierto cruzaba por el rostro de Olivia, me sentí obligada a poner una mano sobre el pecho de mi acompañante deteniéndolo -- No -- Le dije, esperando que comprendiera a que me refería. Para la joven, él debía resultarle mil veces más intimidante que yo (Y bueno, ¿A quien no?)  No teníamos la intención de asustarla o provocar malestar -- Hey, Liv -- Mi voz sonó más suave que nunca, como cuando alguien intenta acercarse a un animalito asustado y listo para atacar -- Hemos estado muy preocupados por ti buscándote por todos lados, ¿Te encuentras bien?

Olivia movió su cabeza, asintiendo. No  me tragué su respuesta, principalmente porque habían claras señales de que se había encontrado llorando. Sus ojos rojos e inflamados, además de su piel rosada la delataban completamente. Pude notar que incluso cuando estuvo llorando, se veía bastante linda, pero preferí no mencionarlo por si mi comentario no resultara ser de su agrado.  Apreté mis labios en una fina linea mientras le daba una mirada a Damián para que permaneciera donde estaba, mientras yo me acercaba hasta el basurero casi del mismo alto que yo. Amistosamente le tendí una mano, que después de unos segundos ella tomó y luego se incorporó con mi ayuda.

Alpha DamiánWhere stories live. Discover now