22.

5.8K 272 54
                                    


- Y esta tarde me voy a Madrid de nuevo. No quiero dejar a mamá sola, pero ella insistió en que debía irme, así que acabé aceptando. No pienses que por eso voy a olvidarte, ¿o acaso cuando tuviste que ir a ese viaje de negocios durante un mes me olvidaste? La respuesta es no. Aún recuerdo todas esas veces que me llamabas y decías "¿dónde está mi pequeña unicornio?" sólo porque mamá me cogía la coleta muy alta. Me enfadaba contigo, y sin embargo ahora daría todo por volver a escuchar tu voz -sequé un lágrima- pero no voy a llorar, porque sólo muere el que se olvida, y yo a ti nunca jamás te voy a olvidar.

Suspiré. Supongo que hay despedidas para las que nunca estaremos preparados.

- Griezmann me cuidará bien, papá. Estoy segura de ello. Y si dios quiere, en un futuro te daré unos nietecitos muy monos con los ojos azules a quienes les hablaré de ti como el luchador que fuiste y siempre serás. Te quiero.

Me levanté y salí de allí. Antoine me esperaba fuera con el coche. Ahora tendríamos que ir al aeropuerto, y no podía irme sin despedirme de mi papá.

- ¿Qué tal? -preguntó él.

Sonreí y lo abracé. Tenerlo a él era un gran pilar para sujetar mi vida.

- Bien, vamos -dije subiéndome al coche.

El francés asintió sonriente.

- Koke me ha dicho que en cuanto llegue de sus vacaciones quiere otra clase de aprender a bailar sevillanas. -me dijo divertido.

Yo rodé mis ojos. Este Koke era todo un niño pequeño.

- Y Bea me dijo que eras una chica estupenda, y está en lo cierto -dijo encendiendo el motor y colocando una mano en mi muslo.

Sonreí y lo miré mientras conducía.

Era tan guapo. Cada milímetro de su cara me gustaba más que el anterior. Y que hablar de sus ojos, si en ellos podía perderme.

Estaría días y días mirándolo que jamás me cansaría de verlo.

- Señorita, la baba -bromeó al ver que estaba embobada.

Reí avergonzada, en estos días ya me había pasado unas cuantas veces, ¿pero a quién no?

- Anto, cada día eres más guapo -le dije y se formo una sonrisa en su rostro- pero no creo que eso sea capaz de compensar lo idiota que eres.

Ahora rodó los ojos divertido.

Me dediqué a mirar por la ventana hasta que llegamos al aeropuerto, recordando algunos momentos que pasé aquí con mi familia, cuando estábamos todos, cuando aún éramos una familia.

Luego mi hermano se fue y todo cambió, mamá sufrió mucho al tener que separarse de su hijo a los 14 años, ya que mi hermano siempre fue su ojito derecho. Los años siguieron pasando, pero ya no era igual, mamá no era la misma, sólo mi padre me acompañaba a dar algunos paseos y jugaba conmigo al fútbol. Gracias a él soy del Atleti y le estoy eternamente agradecida. Y mirad ahora, yo voy dirección a Madrid, mi hermano volverá a sus viajes al rededor del mundo, mi madre se quedará en Sevilla y mi padre... en fin.

- ¿Qué te pasa, fea? -preguntó mi novio preocupado.

- Nada, sólo estoy nostálgica -respondí y sonreí.

- ¿Sabes que yo tuve que alejarme de mi familia muy joven para poder venir a España? -preguntó. Yo asentí.

- Griezmann, eras mi ídolo o lo más parecido a ello, sé que te rechazaron en muchos equipos franceses y que te tuviste que alejar de tu familia para jugar en la Real Sociedad -le dije.

Él me miró como si fuera una acosadora. Yo reí un poco.

- ¿Hay algo de mi que no sepas? -preguntó. Abrí mis ojos.

- ¡Pues claro! ¡Hay muchas! -respondí obvia.

De nuevo rió.

Amaba el sonido de su risa, era la melodía perfecta.

Al fin llegamos al aeropuerto y preparamos todo. Aún quedaba media hora para que nuestro vuelo saliera. Nos sentamos en unos asientos, eran muy parecidos a los de Madrid, justo donde hace casi dos meses nos sentábamos para después partir hacia Francia.

- Oye Anto -me imitó con voz femenina-¿por qué a mi?

Fruncí el ceño y golpeé su hombro.

- ¿Eres tonto o qué?

- Fue bonito -respondió echando su cabeza hacia atrás.

- Tú eres bonito -dije y él sonrió.

Cerré los ojos un instante, recordando todos los detalles de mi viaje a Francia. Griezmann acertó, sin duda fue el mejor viaje de mi vida.

Aunque en éste tramo haya perdido a la persona más importante de ella. Pero en eso consiste, ¿no? Unas personas salen y otras entran. Y Antoine había hecho una entrada triunfal.

- ¿Qué piensas? Estás dándole mucho trabajo a tus neuronas últimamente -dijo divertido.

Yo sonreí. A esto me refería.

- En lo bueno que está Vietto -respondí y él frunció el ceño.

- Una lástima que nadie sepa apreciar este cuerpecito francés -dijo levantando su cabeza con orgullo.

- ¿Ah, sí? -pregunté y él negó rápidamente.

- No me pegues -respondió rápido.

Reí ruidosamente y al fin nos llamaron para subir al avión.

¡Allá voy, Madrid!



*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

hooola chicas, nuevo capítulo :)

espero que os guste, lo siento por la tardanza pero andaba sin inspiración.

¡os quiero!


Whims of fate. | Antoine Griezmann.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora