Whims of fate. | Antoine Griezmann.

21.

- ¡Pero qué tenemos por aquí! ¡La famosa Destiny! -gritaron detrás de mi

Griezmann se giró sonriente. Yo imité su acción algo confundida.

- Theo  -dije al ver a mi ahora cuñado.

- Hola guapa, ¿qué tal? -saludó dándome dos besos.

- Bien -sonreí.

Así que la cena sería con Theo. El pobre habrá venido de Francia a Sevilla a petición de Anto y cuando empiece a notar el calorcito que hace aquí querrá matarme.

- Vamos, nos están esperando -me agarró de la cintura Antoine para empezar a anda.

¿Nos están esperando? ¿Es que acaso había más gente?

El restaurante estaba en la misma esquina de mi calle. Desde él se veía la Torre del Oro iluminada.

- Sé que no es la Torre Eiffel, pero tendrás que conformarte -me dijo Griezmann burlándose.

- ¡Oye! ¡Sevilla es muy bonito! -me crucé de brazos y él sonrió.

- Tú si que eres bonita

Me sonrojé y miré al suelo. Theo tosió y no pude evitar reír nerviosa.

Al fin entramos en el restaurante. Antoine buscó por todas partes con la mirada hasta que encontró a su víctima.

Bueno, era un chico de espaldas y a su lado una chica.

- ¿Dónde está el chico más guapo del mundo? -preguntó Griezmann tapando los ojos del hombre y con voz afeminada.

- ¡Anto! ¡Mi amor! -gritó de igual forma el extraño.

Al girarse vi que se trataba de su amigo Koke y casi me da un infarto.

- ¿Ella es Dest? -preguntó él y yo asentí nerviosa- ¿debería ponerme celoso?

Rodé los ojos y reí. La chica se levantó sonriente.

- No les hagas caso, yo soy Bea, un gusto guapa -me saludó mientras me daba dos besos.

- Yo Dest, igualmente -dije sonriendo.

- Lo sabemos, un pájaro nos lo ha contado -sonrió Koke ahora dándome dos besos.

- La verdad es que con la cresta que tenía antes si que parecía un pájaro carpintero o algo así -nos dijo su hermano y todos reímos.

Nos sentamos con ellos y el camarero vino para que ordenáramos las bebidas.

- Bueno, Destiny... -dijo Koke.

Lo miré y éste posó su mirada en Griezmann, quien lo miraba desafiante.

- ¡lo siento mi amor! ¡No puedo callármelo! -dramatizó y Antoine suspiró divertido.

- ¿El qué? -pregunté curiosa.

- El día que conociste a ese chico que me pertenece porque ¡oh, es tan guapo! -se llevó una mano a la frente fingiendo estar sofocado.

- Al grano, Koke -dije rodando los ojos.

- Pues vino a mi casa y me contó que había conocido a la chica más guapa del mundo. Estuvo toda la tarde gritando como un loco que qué podía hacer para verte otra vez. -contó exagerando la ternura.

Miré a Antoine sonriente. Se le notaba el rojo en sus mejillas. ¡Estaba tan mono!

- Y como Koke no tiene imaginación para esas cosas, le recomendé que te invitara a Francia -siguió ahora Bea.

- Pues me solucionaste la vida, Bea -sonreí y Antoine rió nervioso.

¡Por favor! ¡Si no para voy a terminar comiéndomelo!